SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DE JESÚS
Jornada mundial de las comunicaciones sociales
Ven y lo verás» (Jn 1,46).
‘Comunicar encontrando a las personas donde están y como son’
Queridos hermanos: Celebramos hoy la Fiesta de la Ascensión del Señor al cielo. Una "fiesta que nos hace revivir el momento en que Cristo se despidió de los suyos para entrar definiti-vamente en la gloria divina." Con esta fiesta el Señor nos manifiesta el punto culminante de la vida y obra de su Hijo: Cristo que asciende al Cielo y marca el punto de partida de la misión de la Iglesia. Él envía a sus discípulos, de entonces y de siempre, a anunciar el Evangelio a todos los hombres, utilizando para ello, todos los medios necesarios. En este día, se desarro-lla la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, este año bajo el lema: "Ven y lo ve-rás" Comunicar encontrando a las personas donde están y como son. Comenzamos nuestra celebración cantando…
MONICIONES A LAS LECTURAS
OPCIÓN 1: MONICIÓN ÚNICA PARA TODAS LAS LECTURAS
En las lecturas recordamos las últimas palabras de Jesús en la tierra, y descubrimos el mode-lo de vida que tienen que llevar los cristianos para encontrarse con Dios. A la par que escu-chamos lo que sucedió el día de la Ascensión del Señor. Escuchemos con atención, pensando en ese cielo, donde Jesús nos espera.
OPCIÓN 2: MONICIONES PARA CADA LECTURA
PRIMERA LECTURA (Hechos de los apóstoles 1, 1-11)
Escuchemos con atención el primer relato de la Ascensión de Jesús a los cielos.
SEGUNDA LECTURA (Efesios 1, 17-23)
Escuchamos el cántico de alabanza a Dios con el que comienza la carta de Pablo a los Efe-sios. Escuchemos
EVANGELIO (Marcos 16, 15-20)
Escuchamos el relato del último encuentro del Resucitado con sus discípulos, en el que les encomienda su mandato misionero. Preparémonos con el aleluya para escuchar atentos ese relato.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos juntos diciendo: ESCUCHA SEÑOR EL CLAMOR DE TU PUEBLO
Por la Santa Iglesia: para que, fortalecida en la fe por la certeza de la presencia del Señor, anuncie sin temor el Evangelio, para que a todos los lugares pueda llegar la Pa-labra de salvación. Oremos.
Por el Papa Francisco, los obispos, los sacerdotes y misioneros para que vivan siem-pre con alegría y humildad el envío hacia las gentes, recibido del Señor, Oremos.
Por los gobernantes de nuestro país y del mundo para que les sea concedido un espí-ritu de humildad y fraternidad que les ayude a buscar el bien del pueblo bajo su res-ponsabilidad. Oremos.
Por los pobres de nuestros pueblos, para que encuentren en los hombres la mano ge-nerosa del Señor, que ha prometido estar con nosotros todos los días. Oremos.
Por los enfermos y por los que sufren las consecuencias de la Pandemia, para que la esperanza los fortalezca y los sostenga en su dolor. Oremos
Por los que trabajan en los medios de comunicación social. Para que el Espíritu Santo los ilumine y acompañe. Oremos
Por todos nosotros, para que también atendamos el llamado de anunciar el evangelio, comenzando por nuestros familiares y amigos. Oremos.
Por todos nuestros familiares y amigos difuntos. Para que descansen en paz junto a Dios Padre, como Jesús. Oremos
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
El llamado de Dios para ir por todo el mundo y anunciar el evangelio nos ha sido dirigido hoy a todos nosotros. Ofrezcamos, junto con el pan y el vino, nuestras oraciones por todos los mi-sioneros del mundo. Cantemos.
COMUNIÓN
El Señor prometió estar con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo. En la Santa Euca-ristía está para ser nuestro alimento y unirse a nosotros. Acerquémonos con devoción a recibirle cantando.
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la Co-munión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA
El Señor hoy nos ha enviado a anunciar el Evangelio a toda la creación, prometiéndonos que su Espíritu nos acompañará en esta misión. Que toda esta semana sea una verdadera prepa-ración para recibir el próximo domingo, en la Solemnidad de Pentecostés, ese mismo Espíritu que Él nos envía. Nos despedimos cantando