IV DOMINGO DE PASCUA Lectio 22 de abril
“Yo soy el Buen Pastor”. “El Buen Pastor da la vida por las ovejas”
Jesús
nos habla en un lenguaje cercano. Utiliza muchas veces figuras y ejemplos
tomados de la vida cotidiana, para ayudarnos a entender verdades profundas
sobre Él, sobre nosotros mismos y sobre la vida. Este Domingo del tiempo
pascual el Señor dice de sí mismo que es el Buen Pastor. Una figura muy cercana
a los hombres y mujeres del tiempo en que vivió. Tal vez no tanto a nuestra
experiencia de vida urbana, pero podemos hacer un esfuerzo por comprender mejor
los alcances de este símil que Cristo utiliza para que profundicemos nuestra
relación con Él.
Para
personas que vivían en un medio rural, la relación con los animales que criaban
era fundamental, entre otras cosas, para su propio mantenimiento. En no pocos
casos les proporcionaban alimento y vestido. En ese contexto, toda persona que
en algún momento tuvo que cuidar un rebaño de ovejas entendía muy bien la
importancia y las exigencias de ser un pastor bueno y responsable. Implicaba cuidar
de las ovejas, protegerlas de los posibles robos o ataques de lobos u otras
fieras. Implicaba también conocer a las ovejas, buscarlas cuando alguna quedaba
retrasada o perdida. Y ciertamente asegurarse de que comieran y bebieran lo
necesario. A esas personas Jesús les dice: “Yo soy el Buen Pastor”. Para muchos
de sus oyentes estas palabras significaban: lo que tú haces con
las ovejas que cuidas, Yo lo hago contigo. Así de importante eres tú para Mí. Yo
te cuido, te llevo a pastos verdes para que te alimentes, a aguas limpias para
que bebas. Puedes confiar en Mí. Si te pierdes te iré a buscar; si sufres la
agresión de un lobo te defenderé y protegeré. Y todo esto lo hace el Señor porque
nos ama.
Con
esta figura el Señor Jesús nos revela algo muy profundo de sí mismo. Él es
nuestro Pastor y da su vida por nosotros. Es tal el amor que nos tiene, que se
sacrifica a sí mismo para que nosotros tengamos la vida verdadera, y esa vida
en abundancia.
INVOCAMOS AL ESPÍRITU SANTO
Señor de la Vida,
envíanos tu Espíritu Santo.
Concédenos escuchar con apertura de
corazón
tu Palabra y comprender su mensaje
para que vivamos siempre conforme a tu
voluntad
y actuemos como luz y fermento del
mundo. AMÉN.
Cantar «Espíritu Santo Ven, Ven».
Evangelio
según Juan 10, 11-18
El Evangelio de hoy nos pone
delante la figura tan familiar del Buen Pastor. Hablando de las ovejas del
redil de Dios, Jesús usa diversas imágenes para describir la conducta de aquéllos
que se ocupan del rebaño. Durante su lectura tratemos de poner atención a las
diversas imágenes o comparaciones que usa Jesús para presentarse como el
verdadero Pastor. Abramos nuestros corazones a escuchar la Palabra de Dios.
“Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da
su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que
no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el
lobo las arrebata y las dispersa. Como
es asalariado, no se preocupa por las ovejas. Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y
mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre-
y doy mi vida por las ovejas. Tengo,
además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también
conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor. El Padre me ama porque yo doy mi vida para
recobrarla. Nadie me la quita, sino que
la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato
que recibí de mi Padre”.
LECTURA, ¿Qué dice el texto?
Reconstruimos el texto
¿Quién
es el Buen Pastor? ¿Cuál es la diferencia entre la práctica del Buen Pastor y
la práctica de los ladrones?
¿Por
qué ha venido Jesús? ¿Cómo defiende la vida de las ovejas el buen pastor? ¿Cuál
es la relación entre el pastor y sus ovejas?
¿Por
qué el asalariado huye cuando viene el lobo?
¿Cuál
es el significado del texto que Jesús “conoce” a sus ovejas?
¿A
qué se refiere con que hay otras ovejas que no son de ese rebaño?
Cuándo
dice Jesús que habrá un solo rebaño y un solo pastor, ¿Qué está expresando?
Qué
significa que nadie le quita la vida sino que Él la entrega para después
recobrarla?
Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o
actitudes que atraen tu atención, tu interés?
MEDITACION: ¿Qué me o nos dice Dios en el texto?
Hagámonos
unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
Si
tuviera que hacer una comparación con mi estilo y docilidad;
¿Puedo
decir con certeza que Jesús es el Buen Pastor de mi vida y que yo me dejo guiar
por Él?
¿Reconozco
la voz de Jesús en medio de tantas voces en el mundo que me proponen la
felicidad?
¿Cómo
distingo esta voz de Jesús en medio de todas las ofertas que recibo, que son de
los asaltantes?
¿Entiendo
que Jesús me conoce íntimamente? ¿Abro mi corazón a la experiencia con Jesús?
¿Cómo
colaboro con la misión del Señor de buscar otras ovejas para su rebaño?
Hoy
en día, unas tres cuartas parte de la Población del mundo no conoce a Cristo:
¿Me
mueve esta cifra para ser su compañero en la misión de evangelizar?
¿Soy
agradecido con el Señor que entregó su vida por salvarme?
Siguiendo el mensaje de este
texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
ORACIÓN, ¿Qué le decimos a Dios?
A
veces pienso que soy como el pastor, a veces como el lobo y a veces como el
asalariado, pero esta reflexión me hace ver que en más de las ocasiones soy
como el pastor, que busca ayudar, seguir la misma causa, pensar que mis
acciones, que lo que diga va más en un sentido de cuidar al rebaño, a la causa
común, y te doy gracias por ello mi Dios, no me abandones y sigue alimentando
el deseo de seguir siendo uno de tus pastores, que todos me huelan a verdadero
pastor. Y te pido que cuando suceda que me comporto como asalariado o el lobo,
me ayudes a parar o alguien me lo diga y de buena voluntad acepte y vuelva al
camino correcto.
Siguiendo el mensaje de este
texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno expresa sus
intenciones…. Amén.
CONTEMPLACIÓN, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de
Dios?
Contemplar
el rostro de Dios encontrado en el texto, volver la mirada al mundo y comprometernos
con el Reino de Dios y su justicia.
Compromiso:
¿Qué podemos hacer para ponernos al servicio de la vida esta semana? Llevemos una "palabra". Puede ser
un versículo o una frase del texto. Tratemos de tenerla en cuenta y busquemos
un momento cada día para recordarla y tener un tiempo de oración donde volver a
conversarla con el Señor.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o
frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
ACCIÓN, ¿A que me comprometo con Dios?
Analicemos
nuestra persona y veamos en que momentos somos pastores, asalariados y lobos, y
propongámonos seguir los pasos de Jesús
Siguiendo el mensaje de este
texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?
ORACIÓN FINAL:
Jesús, Buen Pastor,
cuida a toda la humanidad,
y ya que compartimos la alegría de la Resurrección,
danos fuerza para trabajar con valor por el Reino
y el gozo de verlo crecer poco a poco en el mundo,
de modo que la fraternidad y solidaridad universal
sea cada día más real.
Padre Nuestro, que estás en el cielo… AMÉN.