Con la celebración del "Domingo de Ramos en la
Pasión del Señor", la Iglesia da inicio a esta semana que llamamos Santa;
"El domingo de Ramos nos hace revivir la entrada de Jesús en Jerusalén
cuando se acercaba la celebración de la Pascua. El pasaje evangélico nos lo
presenta mientras entra en la ciudad rodeado de una multitud jubilosa.
Al entrar en Jerusalén, Jesús sabe, sin embargo, que el
júbilo de la multitud lo introduce en el corazón del misterio de la salvación.
Es consciente que va al encuentro de la muerte y no recibirá una corona real,
sino una corona de espinas."
Esta celebración de hoy comienza en el exterior del templo, desde donde nos encaminaremos con los ramos bendecidos y en alto, hacia el interior del mismo. Este signo manifiesta nuestra condición de Iglesia, de Pueblo de Dios, de Comunidad, que junto y en comunión con el ministro sagrado, vamos hacia la Vida verdadera de la eternidad.
Estos ramos que hoy la Iglesia nos bendecirá, al concluir
la misa, los vamos a llevar a nuestros hogares, no como un signo supersticioso
de protección, sino como emblema con el que hoy hemos aclamado a Jesús,
queriendo asociarnos a su Pasión y proclamándolo nuestro Rey.
Dispongámonos a participar de tal manera, que el Señor
Jesús, muerto y resucitado, reine definitivamente en nuestros corazones, en
nuestras vidas y en nuestras cosas.
Dirijámonos
ordenadamente y en silencio, hacia el exterior del templo.
BENDICIÓN DE RAMOS (en el exterior del templo)
Ha
llegado el momento de la bendición de las palmas y ramos para conmemorar la
Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén. Levantemos nuestras palmas y escuchemos
atentamente la oración del sacerdote.
Evangelio Mc 11, 1-10 (Después de la bendición de los Ramos en el
exterior del templo)
Escucharemos
ahora la proclamación solemne del hecho histórico de la entrada de Jesús en
Jerusalén. Dispongámonos, con la escucha de la Palabra que nos va a ser
proclamada, a comenzar a celebrar dignamente todos estos acontecimientos.
MONICIÓN A LA PROCESIÓN:
Iniciaremos
nuestra procesión acompañando a Jesús en su caminar, Que esta procesión nos
haga comprender lo que debe ser nuestra vida de bautizados; aclamar al Señor
nuestro Salvador, por una vida dedicada a su servicio, siguiéndolo fielmente,
paso a paso.
INICIO DE LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA ( se
puede obviar)
Bienvenidos
a esta celebración con la que iniciamos la semana santa. El Domingo de Ramos,
venimos a recordar y a renovar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
Expresemos nuestra sincera adhesión al
Rey, que nos da la vida eterna.
MONICIONES A LAS LECTURAS DE LA MISA
OPCIÓN 1: MONICIÓN ÚNICA PARA
TODAS LAS LECTURAS
Las
lecturas de este domingo van a poner ante nuestros ojos al Mesías sufriente. El
Siervo de Yahvé del que habla Isaías es presentado lleno de golpes y ultrajes.
En el himno de la carta a los Filipenses, Cristo se despoja de su rango divino
y se hace uno de tantos. En el pasaje de la entrada en Jerusalén, Jesús –Mesías
e Hijo de David– monta un borriquillo y no un caballo o un carro de combate
como hubiera sido de esperar en un rey guerrero. Escuchemos atentamente.
OPCIÓN 2: MONICIONES PARA CADA
LECTURA
Primera lectura (Isaías 50, 4-7)
Al
Siervo de Yahvé le es encomendada una misión que no será nada fácil. Escuchemos
con atención.
Segunda lectura (Filipenses 2, 6-11)
Pablo
incluye en la carta a los Filipenses, un himno que las primeras comunidades
cristianas entonaban para profesar la universalidad del sacrificio de Cristo.
Escuchemos.
Evangelio (Marcos 14, 1-15,47)
Escucharemos
el anuncio y cumplimiento de la Pasión y muerte de Jesucristo. Nos hablaran de
la entrega total de Jesús, de su padecimiento y su destacada obediencia
silenciosa y pacífica.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A
cada petición diremos: Venga a nosotros tu reino de paz y de amor.
Para
que nuestra Iglesia sea purificada en la Sangre de Cristo, y Dios nos conceda a
todos sus fieles una sincera conversión. Oremos.
Por
el Papa, los Obispos y todos los sacerdotes del mundo, para que en esta Semana
Santa que hoy inicia, Dios los llene de fortaleza, amor y sabiduría. Oremos
Para
que los poderosos de la tierra aprendan a ser servidores de sus pueblos. Oremos.
Por
todos los que sufren, los pobres, oprimidos, enfermos, para que reciban el
alivio de Cristo, que sufrió por todos.
Oremos.
Para
que la Sangre de Jesús, reconcilie con Dios a los que aún están lejos a causa
de la ignorancia, la indiferencia o las propias pasiones. Oremos
Para
que el Señor, que recibió en su Reino al ladrón arrepentido, se apiade de nosotros
y nos admita, después de la muerte, en su paraíso, Oremos
Por
todas las familias de Nuestra Comunidad, para Dios nos dé la gracia de vivir
con fe las celebraciones de esta semana y sean para nosotros medio de
conversión. Oremos
Por
todos nosotros, para que los acontecimientos celebrados este día nos lleven a
una entrega más profunda a Dios y a vivir dignamente esta Semana Santa. Oremos.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Hoy
hemos proclamado a Cristo, Rey y Señor. Nuestra ofrenda debe ser un firme
propósito de fidelidad, no traicionándolo y acompañándolo a en nuestro prójimo.
INVITACIÓN A LA COMUNION
Jesús
nos invita a la mesa. Celebremos su llegada triunfal agradecidos por el
banquete de salvación que Él mismo nos
prepara.
DESPEDIDA
Hemos
comenzado la Semana Santa- Dispongámonos a vivir estos días con intensidad. No
olvidemos acompañar a Cristo en su Pasión y vivamos plenamente su resurrección
en la celebración de la Vigilia Pascual.