COMO LA BEATA MARÍA CRESCENCIA
“PROFETAS DE
COMUNIÓN”
La vida oculta, silenciosa y fecunda en santidad de
María Crescencia, la capacitó para desempeñar,
al servicio de los demás, una misteriosa misión:
el logro de la unidad.
No necesitó ejercer la autoridad para convertirse en
“autora de unidad y de comunión”.
Su ejemplo es un desafío…. (Mons.
Castagna)
NOVENA a la BEATA MARÍA CRESCENCIA PÉREZ 11-19 de mayo
Todos los días, puestos en la presencia del Señor,
rezar la siguiente ORACIÓN INICIAL
Beata María
Crescencia, que de la mano de María, te convertiste en una mujer enamorada de
Jesucristo y fuiste fuerte para asumir el dolor y generosa para amar, ayúdanos en
nuestras necesidades e intercede para que el Espíritu nos anime en la
esperanza. Ruega por nosotros y pide
para nuestra Patria el amor, la justicia y la paz social. Beata María Crescencia, hija predilecta de la
Iglesia Argentina, servidora de los pobres, ruega por nosotros cada día. Amén.
O bien
Oh Padre, que
por tu amor a los pequeños y a los pobres, has guiado a la Beata María Crescencia,
por el camino de la humildad y la sencillez, por su intercesión, concédenos
también a nosotros, servir a nuestros hermanos más necesitados, con la dulzura
de la caridad y la fuerza de la bondad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
Terminada la reflexión se pueden
introducir INTENCIONES DE ORACIÓN y rezar la ORACIÓN FINAL para todos los días:
Padre Dios, te damos gracias por la vida de la Beata
María Crescencia que, iluminada por el Espíritu Santo y con la guía de la
Virgen María, creyó firmemente en tu inmenso amor. Dispuesta a responderte con
todas sus fuerzas, se abandonó con plena confianza a tu divina voluntad. Te rogamos que nos concedas el don de vivir
siempre con vos y para vos. Y si es tu voluntad, concédenos la gracia que
te pedimos (decir aquí la petición).
Por Jesús, el Señor. Amén
O
bien rezar la oración pidiendo la Canonización de la Beata.
ORACION Pidiendo la canonización de la Beata MARIA
CRESCENCIA PEREZ
Padre de Jesús y nuestro que por tu
Divino Espíritu haces florecer la santidad en la Iglesia, te damos gracias por
la Beata María Crescencia que te amó con sencillez, y te rogamos que la
glorifiques, para que su ejemplo e intercesión sirvan a la extensión de tu
Reino y a la multiplicación de las vocaciones a la vida consagrada. Concédenos,
por su intermedio, la gracia que, con humildad, te imploramos. Por Jesucristo
Nuestro Señor, Amen.
(Formular
la petición)
CORAZÓN
DE JESUS, POR LOS SUFRIMIENTOS DE TU DIVINO CORAZÓN, TEN MISERICORDIA DE
NOSOTROS
DÍA 1º -11 de mayo- María Crescencia vivió de la FE… y la inculcó
a los que vivían con ella.
La fe
es una virtud sobrenatural que nos inclina a creer todo lo que Dios ha revelado
y la Iglesia nos propone. Es la virtud sobre la que se apoyan todas las demás
virtudes, pues sin fe no participamos de la vida de la gracia. Toda la vida de nuestra Beata fue una vida de fe profunda y
práctica, un acto continuo de fe. Su espíritu de fe lo mostró con su fidelidad
al Señor en las pequeñas cosas y en el desgranarse cotidiano de su existencia. Un
testigo afirma:
“Vivía su fe de tal manera que se la veía creciendo, día
a día en la fe, especialmente en su última enfermedad…. Ella vivía de la fe en Dios y todas las cosas
las hacía teniendo en cuenta como agradar a Dios y darle gloria”
Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Oración:
Padre santo, que adornaste a la Beata María Crescencia con una fe
firme y luminosa, concédenos, como a ella, descubrir tu mano a través de todo lo
que nos pasa en nuestra vida, y concédenos, por su intercesión, la gracia que
te pedimos. Por Jesucristo Nuestro señor. Amén.
DÍA 2º -12 de mayo- Toda la
vida de la Beata María Crescencia, fue un canto a la virtud de la ESPERANZA
Escuchemos a los testigos:
La Beata
Crescencia hablaba del cielo como alguien que tiene su corazón puesto en Dios y
como quien ve lo invisible. Vivió confiando en el amor y en el poder de Dios. Y
eso le daba fuerza para abandonarse en Dios y confiar en Él de una manera
absoluta; jamás desconfió del poder o del amor de Dios”;
“Como
expresión clara de la virtud de la esperanza, la vemos desprendida, despoblada
de los bienes de la tierra, como asumiendo permanentemente el morir de cada
día, lo cual la preparó para el momento de su muerte… y su ingreso en la
eternidad”
Padrenuestro, Ave María, Gloria.
Oración:
Señor, esperanza de los que en ti creen, que concediste a la Beata María Crescencia una confianza ciega de alcanzar lo que te
pedía por medio de la oración, por su
intercesión, auméntanos la esperanza de contemplarte un día en el cielo y de
obtener lo que ahora te pedimos. Por Jesucristo Nuestro señor. Amén.
DÍA 3º -13 de mayo-
Toda la vida de la Beata M.C. fue
un acto AMOR AL PROJIMO
La
Beata M.C no perdía oportunidad para demostrar en forma evidente su amor al
prójimo. Ella sabía que el amor con que amamos a Dios y el amor con que amamos
al prójimo es uno solo, y que el amor a nuestros semejantes es la medida de
nuestro amor a Dios. Por eso se esmeró
en trabajar por la felicidad de los
demás. Se ocupó de su prójimo, sirvió a
los pobres, y trató de que vivieran como cristianos, enseñándoles a confiar en
Dios, que es un Padre que no abandona a
sus hijos. Así hablan los testigos: “creo sinceramente que amó mucho a Dio y al
prójimo y llegó a la santidad”; “siempre
todo lo hacía con amor y con paciencia”; “manifestaba mucho amor en lo
que hacía. Amaba a Dios y amor al prójimo, sin medir esfuerzos; se veía que en
todo ponía mucho amor. Su rostro mostraba una especial
bondad que llamaba la atención…la llamaban la Hermana dulce…”Nunca vi que
tratara mal a nadie… o que hablara mal de los demás….”
Padrenuestro, Ave María, Gloria
Oración:
Señor Jesucristo que muriendo en la cruz nos diste la prueba del amor
más grande, concédenos por intercesión de la beata María Crescencia, la gracia de entregarnos al
amor y servicio de nuestros hermanos, generosa y desinteresadamente. Otórganos
también lo que ahora te pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
DÍA 4º -14 de mayo- La Beata
María Crescencia vivió heroicamente la “GRAN
CONFIANZA EN DIOS” recomendada por S.A. Gianelli
María Crescencia tuvo una inmensa confianza en Dios,
porque sabía que para ser enteramente de Dios debemos cumplir su divina
voluntad. Si Él es nuestro Padre y conoce el presente, el pasado y el porvenir,
¿por qué no abandonarnos a Él con entera confianza? Se abandonó en sus manos,
segura que Él se haría cargo de ella y de sus dificultades. Y amó tanto a Dios
que aprendió a confiarle todo. Ese abandono en las manos del Padre, que le fue
inspirado por el Espíritu Santo dio mucha paz en su vida.
Durante
toda su vida, practicó la aceptación de la voluntad de Dios. Esto lo confirma ella misma, diciendo, ante
una propuesta hecha por sus superiores y que le significaba un gran
desprendimiento: “Por cumplir la voluntad
de Dios, iría hasta el fin del mundo”. “La gloria de Dios y su voluntad es lo
que más quería y con toda humildad la fue buscando y la fue viviendo…”
Padrenuestro, Ave María, Gloria.
Oración:
Jesús Tú
dijiste que tu alimento era hacer la voluntad del Padre. Por intermedio de la
beata María Crescencia, que vivió
incondicionalmente entregada a tus planes y designios, concédenos la gracia de
asumir todas las pruebas, enfermedades y sufrimientos, como expresión de tu
voluntad, para poder así configurarnos contigo y llegar a encontrarte un día en
tu Reino. Concédenos también, si es para tu mayor gloria, lo que ahora con fe
te pedimos. Tu, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
DÍA 5º -15 de mayo- La Beata M. Crescencia fue heroicamente FUERTE
en todas las situaciones de su vida, no obstante su aparente fragilidad.
La
vida de M. Crescencia, estuvo sembrada de dificultades y sufrimientos; pero
ella con la fortaleza de Dios, fue la mujer fuerte que estaba siempre dispuesta
a sufrir con alegría, aquellas cosas que Dios le mandaba. Su estadía en
Vallenar demostró el heroísmo de su
fortaleza con la que sufrió con constancia y por amor, todos los dolores y
trabajos de su vida, sobre todo su enfermedad y su muerte.
Muchos
quedaron admirados y edificados por la generosidad y la fuerza con que M.
Crescencia vivió las circunstancias
difíciles y por la asombrosa firmeza que manifestó en el cumplimiento de sus
responsabilidades. A pesar de sus sufrimientos, nadie escuchó de su boca quejas
o palabras de disconformidad con la voluntad de Dios.
En
una carta escribe: “Dios todo lo permite
para nuestro bien y si nos manda cruces y penas también nos dará su gracia…
mientras estamos en este mundo tenemos
que sufrir y luchar. Pero es necesario que levantemos nuestra mirada al cielo e
imploremos la fuerza necesaria para llegar a nuestra patria definitiva”
Padrenuestro, Ave María, Gloria.
Oración:
Señor, ayúdanos a ser conscientes de nuestras limitaciones; que seamos
valientes, para no hundirnos ante las inevitables dificultades de la vida y muy
humildes, como lo fue la Beata MC, para descubrir como ella, que sin Ti nunca
sabremos llevar nuestra cruz de cada día. Que el dolor nos haga más
comprensivos con los demás, más amable, más tiernos, más humanos. Que cuando el
dolor llegue a nuestras puertas, sepamos repartir paz y alegría, como hizo la
Beata M. Crescencia, en medio de los que
nos rodean.
DÍA 6º -16 de mayo- La
virtud de la HUMILDAD, junto con la caridad y la fortaleza, la señalan los
testigos, como la virtud característica de la vida de la Beata M. Crescencia´
Humilde para agradar a Dios, la Beata María Crescencia,
aceptó paciente y serenamente, todo lo que se le fue presentando en la vida.
Ella no buscaba el aplauso de los hombres en lo que hacía, sino solo agradar a
Dios; no buscaba honores y era feliz en el ocultamiento.
Los testigos afirman: “…nunca se la vio preferir para sí misma, cargos, honores o privilegios
especiales,…”; “era una religiosa más
entre su Hermanas”. “Nunca se creyó ni más ni mejor que las demás; era
realmente un ejemplo”. “No era egoísta; a nadie trataba con soberbia o
altanería; era sencilla con todos; ella, con su ejemplo de humildad, llevaba a
pensar en Dios…”
Padrenuestro, Ave María, Gloria.
Oración:
Oh Jesús
que, siendo Dios, te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para ser ejemplo perenne que confunda
nuestro orgullo, concédenos la gracia de aprender y practicar tu ejemplo, para
que humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos
ser ensalzados hasta gozar eternamente de ti en el cielo; y como a María Crescencia, danos la gracia de
ir adquiriendo, poco a poco, un corazón manso, humilde, paciente y bueno. Cristo
Jesús, manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo.
DÍA 7º -17 de mayo- La Beata M. Crescencia vivió el ESTILO DE VIDA
AUSTERO, POBRE Y SENCILLO, que San Antonio Gianelli propuso a la Congregación
de las FMH
Bienaventurados
son los pobres de Cristo, que viven desprendidos de los bienes de este mundo y
dan a sus hermanos aún de lo necesario. La Beata Crescencia tenía ante sí el
ejemplo de Jesús, que para predicar el desprendimiento y amor a la pobreza se
hizo pobre, teniendo por cuna un pesebre en su nacimiento.
Todos
los testigos de su vida hablan del empeño cotidiano de la Hna. M. Crescencia,
para asemejarse a Cristo pobre y para ser coherente con la pobreza que había
asumido en su profesión religiosa.
“Ella no tenía más que lo necesario y
nunca le importó otra cosa; no andaba detrás de cosas inútiles…para ella las
cosas le servían si le ayudaban a ser buena religiosa… siempre fue muy sobria
en el uso de las cosas, le bastaba lo necesario; todo era sencillo en su vida”
“No tenía preferencias; se prestaba a todas las actividades y No tenía ninguna
dificultad en estar en los trabajos más humildes”
Padrenuestro, Ave María, Gloria.
Oración:
Señor que en tu vida terrena preferiste pasar pobreza y necesidades
desde Belén al Calvario, concédenos por intercesión de la beata
María Crescencia, la gracia del desprendimiento y saber usar de los
bienes terrenos con corazón desprendido, para servirte con ellos sirviendo a
los demás, particularmente a los más pobres. Concédenos también la gracia que
hoy te pedimos. Amén.
DÍA 8º -18 de mayo- La Beata
MC vivió heroicamente la PACIENCIA ante todas las contrariedades, especialmente durante su enfermedad..
La
paciencia es una virtud que nos hace sobrellevar con alegría y paz todos los
males de la vida por amor de Dios. La paciencia es necesaria para alcanzar el
cielo; y no hay virtud de más frecuente ejercicio que la paciencia. En la vida
de Crescencia hubo muchas penas pero ella las
padeció con paz, con alegría y completamente resignada a la voluntad de
Dios.
Afirma una testigo: “Durante su última enfermedad rezaba mucho, sufría en silencio, sin
perder nunca la serenidad y la alegría de servir a Dios en el dolor. Con mucha
paciencia, con mucha fortaleza, con mucha resignación, con mucho amor a Dios y
a las almas, sobrellevo este período final de su vida”. “La Beat MC no se
impuso aflicciones o sufrimientos corporales. Aceptó con fe y pacientemente los
sufrimientos propios de su enfermedad…y no se dejó llevar de sentimientos de
impaciencia ante los planes de Dios sobre su vida…”
Padrenuestro, Ave María, Gloria.
Oración:
Tú que impregnaste con tu amor divino el corazón y la vida entera de
la Beata María Crescencia, te pedimos
por su intercesión la gracia de sufrir con paciencia las contrariedades de la
vida, como lo hizo ella, con la ayuda de tu gracia. Concédenos también lo que
ahora te pedimos. Por Jesucristo Nuestro
señor. Amén.
DÍA 9º -19 de mayo- La Beata María
Crescencia es consciente que todo nos viene de Dios por medio de MARÍA.
María Crescencia vivió siempre la maternidad y el
amor de la Virgen María, que como maestra y modelo, cultivó en el corazón de
esta hija, las flores de todas las
virtudes y los frutos de la santidad.
Consagró su vida a María y todo lo esperó de ella;
se sabía y se sentía protegida, guiada y
sostenida por María. El rezo del Rosario fue uno de los caminos que la unía
habitualmente a su madre del cielo y la fortalecía en la generosidad de la
entrega.
La Beata amó mucho a la Virgen, pues en cada una de
sus cartas, aparece su nombre bendito,
junto con el de Jesús y José. Cuando hablaba de la Virgen usaba
expresiones de mucho cariño: “Nuestra
buena Madre María….”, “nuestra querida Madre del Huerto…” Los testigos destacan también su confianza en
la intercesión de María: “Estoy confiada
que la Virgen la sanará”. Y cuando
agradece a Dios alguna cosa o gracia
recibida, lo hace seguido de una referencia a María: “Gracias a Dios y a nuestra amadísima Madre María…”
Oración:
Padre celestial, que has querido que la Virgen María
fuera madre de tu Hijo y nuestra: concédenos que como la beata María Crescencia, le profesemos una confiada
devoción que nos lleve a imitarla, convirtiendo nuestra vida en un sí
continuado a tus planes sobre nosotros. Por Jesucristo nuestro señor. Amén.
ALGUNAS
INTENCIONES DE ORACIÓN o INVOCACIONES QUE SE PUEDEN INTERCALAR ….
(O cada
grupo, con la creatividad que le es propia, organiza su propia novena y formula sus intenciones para cada día. )
REPETIMOS: POR MARÍA DEL HUERTO, TE LO PEDIMOS SEÑOR
Te
pedimos Señor que sepamos amar y honrar a María como lo hizo la Hna.
Crescencia. Oremos
Que
tengamos a María como maestra y modelo de vida. Oremos
Que
imitando a Ma. Crescencia nos consagremos cada día a la Santísima Virgen del
Huerto. Oremos
Respondemos
POR INTERCESIÓN DE M.CRESCENCIA, TE LO
PEDIMOS SEÑOR
Que
sepamos mostrar el rostro materno de Dios a través de una caridad que no conoce
cansancio ni límites. Oremos
Ayúdanos,
Señor, a ser amables con todos los que
nos rodean. Oremos
Haz
que sepamos ser cálidos en nuestra relación con los niños jóvenes y ancianos.
Oremos
Con confianza
de hijos, respondemos a cada invocación:
PADRE, AUMENTA NUESTRA FE
Danos,
Señor, un corazón de niño para amarte sin reservas. Oremos
Haz
que podamos ver en todo lo que nos rodea el cuidado paternal de Dios. Oremos
Que
te seamos fieles, Señor, en las pequeñas cosas de cada día. Oremos