LECTIO DIVINA ASCENSIÓN DEL SEÑOR 13 de mayo

ASCENSIÓN DEL SEÑOR      13 de mayo     

 

 

 

El Evangelio no ha de quedar en el interior del pequeño grupo de sus discípulos. Han de salir y desplazarse para alcanzar al «mundo entero» y llevar la Buena Noticia a todas las gentes, a «toda la creación».

Sin duda, estas palabras eran escuchadas con entusiasmo cuando los cristianos estaban en plena expansión y sus comunidades se multiplicaban por todo el Imperio, pero ¿cómo escucharlas hoy cuando nos vemos impotentes para retener a quienes abandonan nuestras iglesias porque no sienten ya necesidad de nuestra religión?

Lo primero es vivir desde la confianza absoluta en la acción de Dios. Nos lo ha enseñado Jesús. Dios sigue trabajando con amor infinito el corazón y la conciencia de todos sus hijos e hijas, aunque nosotros los consideremos «ovejas perdidas». Dios no está bloqueado por ninguna crisis.

No está esperando a que desde la Iglesia pongamos en marcha nuestros planes de restauración o nuestros proyectos de innovación. Él sigue actuando en la Iglesia y fuera de la Iglesia. Nadie vive abandonado por Dios, aunque no haya oído nunca hablar del Evangelio de Jesús.

Pero todo esto no nos dispensa de nuestra responsabilidad. Hemos de empezar a hacernos nuevas preguntas:

*      ¿Por qué caminos anda buscando Dios a los hombres y mujeres de la cultura moderna? ¿Cómo quiere hacer presente al hombre y a la mujer de nuestros días la Buena Noticia de Jesús?

Hemos de preguntarnos todavía algo más:

*      ¿Qué llamadas nos está haciendo Dios para transformar nuestra forma tradicional de pensar, expresar, celebrar y encarnar la fe cristiana de manera que propiciemos la acción de Dios en el interior de la cultura moderna? ¿No corremos el riesgo de convertirnos, con nuestra inercia e inmovilismo, en freno y obstáculo cultural para que el Evangelio se encarne en la sociedad contemporánea?  

Nadie sabe cómo será la fe cristiana en el mundo nuevo que está emergiendo, pero, difícilmente será “clonación” del pasado. El Evangelio tiene fuerza para inaugurar un cristianismo nuevo.

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:

Ven Espíritu Santo,

Ven a nuestra vida,

a nuestros corazones,

 a nuestras conciencias.

Mueve nuestra inteligencia

y nuestra voluntad

para entender lo que el Padre quiere decirnos

a través de su Hijo Jesús, el Cristo.

Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida

y se haga vida en nosotros. Amén

 

TEXTO BIBLICO para leer y orar: Marcos 16, 15-20

 

“Jesús les dijo: Vayan por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad. Quien crea y se bautice se salvará; quien no crea se condenará. A los creyentes acompañarán estas señales: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas, agarrarán serpientes; si beben algún veneno, no les hará daño; pondrán las manos sobre los enfermos y se sanarán. El Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba la palabra con las señales que la acompañaban”.

 

LECTURA: ¿Qué dice el texto?

 

Este domingo, la liturgia nos lleva a conmemorar la Ascensión del Señor, pasados ya cuarenta días del domingo de Resurrección. En este caso oramos con el último capítulo del Evangelio de San Marcos, en este fragmento se relatan las apariciones de Jesús resucitado a sus discípulos.

El relato comienza con las palabras de Jesús a sus discípulos “Vayan por todo el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad”.

Haciendo una observación rápida, estas palabras marcan la universalidad de la misión, y del llamado a la conversión. La venida del Mesías no se limita a la alianza con el Pueblo de Israel, sino que el plan de Salvación de Dios incluye a toda la humanidad, es el Verbo de Dios que sea hace carne para salvar al mundo entero.

La Misión Apostólica a la que estamos llamados los cristianos, según la lectura de hoy, está compuesta con dos simples verbos: salir y anunciar.

Aquello por lo que se sale, es Jesús mismo, esta es la Buena Noticia que se debe anunciar a la humanidad, y que está contenida hoy en los evangelios.

 

Al anuncio de la Buena Noticia, le sigue la respuesta del hombre que es la Fe,  es decir creer en la palabra anunciada, que es Cristo mismo. Y este acto de Fe, lleva al hombre a ser marcado con una señal: el Bautismo, que es fundamento de la vida cristina, y la puerta de vida en el Espíritu.

Esta respuesta del hombre al anuncio de la Buena noticia está marcada por la libertad que Dios le confiere al mismo para elegir.

Luego Jesús nombra algunos prodigios y señales por las cuales serán reconocidos los cristianos, estas mismas características aparecen también en el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Los discípulos luego de la ascensión del Señor, llenos de gozo salen a predicar por todas partes, cumpliendo con el mandato que el mismo Jesús hizo antes de partir. En la misión apostólica no estuvieron solos, sino que el Señor los asistía en todo momento y lugar. Con la ascensión, el Señor no abandona a sus discípulos, sigue estando presente en su pueblo, y de una forma muy particular.

 

Reconstruimos el texto:

ü  ¿Cómo comienza este relato?

ü  ¿A dónde invita el Señor a ir a sus discípulos?

ü  ¿Qué les pide que hagan?

ü  ¿Qué ocurre con aquel que se bautiza? ¿Y con aquel que no lo haga?

ü  ¿Cuáles son los prodigios que acompañaran a los que crean?

ü  ¿Qué ocurrió con Jesús, luego de decir estas palabras?

ü  ¿De qué forma responden los discípulos a la invitación del Señor?

ü  ¿De qué forma está presente el Señor en ellos?

 

MEDITACION: ¿Qué me o nos dice Dios  en el texto?

 

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación: