SOLEMNIDAD
DE PENTECOSTÉS y
MEMORIA
LITÚRGICA DE LA B. M. CRESCENCIA
Hermanos:
El día de Pentecostés, Cristo cumplió su promesa, enviando el Espíritu Santo a
los apóstoles, es decir, a la Iglesia
naciente y a la Iglesia de todos los tiempos, para iluminarnos, sostenernos y
guiarnos en el camino hacia la Casa del Padre. En Pentecostés comienza nuestra
misión y como los Apóstoles, somos enviados a evangelizar la familia, el
barrio, la Patria y el mundo, que son los espacios de nuestra tarea.
Hoy también, como Comunidad huertana, hacemos
memoria de la Beata M. Crescencia que se dejó guiar y modelar por el Espíritu,
que forjó en ella ese estilo de santidad humilde y sencilla con la que dio testimonio de Jesús, en los
ambientes donde vivió. El Espíritu Santo,
que hace grandes a los pequeños y santos a los humildes”, transformó a la
“pequeñísima Crescencia, en una gigante
entre las manos de Dios”.
Como miembros de la Iglesia, expresemos muestro de gozo cantando juntos ….
PRIMERA LECTURA (Hechos 2, 1-11)
El
libro de los Hechos de los Apóstoles narra la venida del Espíritu. Muchos
fueron los testigos del poder del Espíritu Santo, llegados a Jerusalén de
diferentes partes del mundo.
SEGUNDA LECTURA (1 Corintios 12, 3b-7. 12-13)
S.
Pablo presenta el ideal de una comunidad cristiana, que ha de reflejar la
unidad dentro de la diversidad de dones y carismas que el Espíritu Santo
entrega a sus miembros.
SECUENCIA:
Antes
de escuchar el Evangelio, unámonos desde el fondo del corazón, a esta antigua
plegaria al Espíritu Santo, pidiéndole que venga a nosotros, nos renueve y
acompañe.
EVANGELIO: Jn 20, 19-23
El
mismo Jesús, el Señor Resucitado, prometió a sus discípulos y hoy a nosotros,
su gran legado: el don de su Espíritu. De pie cantamos el aleluya
ORACIÓN DE LOS FIELES:
GUÍA:
A cada una de las intenciones responderemos orando:
ESCUCHANOS,
SEÑOR
Para
que el Papa Francisco siga siendo el permanente ejemplo de anuncio del
Evangelio a todos los hombres y hasta los confines del mundo, te pedimos...
Para
que nuestro Obispo, asistido e iluminado por el Espíritu de tu Hijo, pueda
guiarnos para formar una comunidad diocesana unida por un auténtico amor, te
pedimos...
Para
que tu Santo Espíritu ilumine la mente de nuestros gobernantes y de todo
nuestro pueblo, y así el odio se convierta en amor, el sufrimiento en gozo y
podamos vivir en verdadera paz, te pedimos...
Para
que tu Santo Espíritu que todo lo renueva, conceda la salud a los enfermos, el
consuelo a los que viven tristes y la salvación a todos los hombres, te
pedimos...
Por
todos nosotros, para que dejemos que el Espíritu Santo actúe en nuestros
corazones, como actuó en el corazón de la Beata Crescencia y transforme nuestras vidas, convirtiéndonos
en discípulos de tu Hijo y testigos de
su resurrección, te pedimos...
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Nos
ofrecemos de corazón al Padre, con el compromiso de ser dóciles a las mociones
de su Espíritu y ser así, constructores de la unidad que Él quiere para su
Iglesia.
COMUNIÓN:
La
Iglesia va peregrinando, anunciando la resurrección del Señor hasta que Él
venga; y en este constante peregrinar es el mismo Señor quien nos fortalece con
su propio Cuerpo. Acerquémonos a comulgar cantando…
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús
Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo
Señor mío que estás realmente presente
en el
Santísimo Sacramento del altar.
Te
amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente
recibirte dentro de mi alma;
pero,
no pudiendo hacerlo ahora
sacramentalmente,
ven
al menos espiritualmente a mi corazón.
Y
como si te hubiese recibido, me abrazo
y me
uno todo a Ti;
Oh
Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
Reunidos
en la misma fe y en la celebración de la Eucaristía, nos dispersamos ahora para
proclamar las maravillas obradas por el
Espíritu Santo en la Vida de la Beata María Crescencia y en la de cada uno de
nosotros. Lo hacemos cantando …