SOLEMNIDAD
DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD - guión - 27 de mayo
Queridos hermanos, les damos una cordial bienvenida a
la celebración de la Solemnidad de la Santísima Trinidad. Es la fiesta de Dios Padre, Hijo y Espíritu
Santo. En las Tres Personas fuimos bautizados.
En su nombre somos bendecidos. En
el encuentro definitivo con ellos culminarán nuestras ansias y nuestras
búsquedas de felicidad completa.
Con esta celebración glorifiquemos a ese Dios que es
Padre, Hijo y Espíritu Santo. Ellos son los que dan pleno sentido a nuestra
existencia cristiana. En su nombre comenzamos nuestra celebración cantando…
MONICIONES A
LAS LECTURAS
Opción
1: Monición única para todas las lecturas
En el evangelio Jesús es quien nos permite
comprender que ese Dios único es a la vez comunión entre personas al hablarnos
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Pablo nos recuerda, además, que
también nosotros vivimos sumergidos en ese misterio trinitario y que es en su
seno donde podemos entender y experimentar lo que significa ser hijos de Dios.
Opción
2: Moniciones para cada lectura
Primera
lectura (Deuteronomio 4, 32-34. 39-40)
Moisés intenta que le pueblo de Israel tome conciencia
de la presencia concreta de Dios; un Dios que se acerca a un pueblo, que le
habla, y sobre todo, que vino para buscarlo para sí en medio de otro pueblo.
Segunda
lectura (Romanos 8, 14-17)
Pablo manifiesta que por nuestra unión al Misterio
Pascual de Cristo, somos verdaderamente hijos de Dios, al que podemos llamar
con toda confianza: Padre. Asimilemos esta enseñanza.
Evangelio (Mateo
28, 16-20)
San Mateo anuncia la misión que Jesús encomendó a la
Iglesia, antes de su despedida: evangelizar y bautizar en el nombre de la
Trinidad. De pié nos
preparamos a escuchar este mensaje, cantando el aleluya
ORACIÓN DE
LOS FIELES
A cada intención respondemos: SEÑOR, QUE TU AMOR
DESCIENDA SOBRE NOSOTROS
ü Para
que la Iglesia, continúe la misión de bautizar a todos los pueblos en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y les enseñe el mensaje y la presencia
del Señor Resucitado. Oremos…
ü Por
nuestra Iglesia diocesana, para que en esta fiesta de la Santísima Trinidad,
nuestro propósito sea un propósito sencillo y nada misterioso: intentar amar a
Dios y al prójimo con el amor que Jesús nos amó., oremos...
ü Para
que el diálogo entre todos los creyentes en un solo Dios, evite los enfrentamientos
religiosos y contribuya a la paz entre los pueblos. Oremos…
ü Para
que los que recibimos el bautismo en nombre de la Trinidad, procuremos cumplir
con todo lo que Jesús nos ha mandado. Oremos…
ü Por
los gobernantes de las naciones, para que luchen por la sana convivencia entre
los pueblos. Oremos.
ü Por
nuestro País, afectado por tantas divisiones, enfrentamientos y desconfianzas, para
que el nombre de Dios, uno y Trino nos haga renacer en una historia nueva. Oremos…
ü Por
los pobres, los desempleados, las víctimas de las drogas, el alcohol y la trata
de personas, para que los cristianos seamos las manos de Dios que los libere de
esos males. Oremos
ü Por
toda nuestra comunidad, para que no sólo recemos al Dios Trino, sino que vivamos trinitariamente, en comunión de fe y amor con
todos, considerándonos hermanos de todos y haciendo de este mundo la casa de
Dios, oremos...
(Se
pueden añadir y/o sustituir oraciones).
PRESENTACIÓN
DE LAS OFRENDAS
Dios uno y Trino es una constante ofrenda de amor.
El Padre nos ha creado por amor y ha enviado al Hijo al mundo. Jesús dio y
sigue dando su vida por nosotros. El Espíritu es caridad y suscita dones de
bondad. Con estos sentimientos llevamos las ofrendas al altar. Cantamos…
COMUNIÓN
Coman mi Cuerpo y beban mi Sangre, ¡qué misterioso y
maravilloso banquete!: Ser uno en Jesús, nosotros en él y él en nosotros.
Acerquémonos a recibirlo con el propósito de ser más hermanos. Cantamos...
COMUNIÓN
ESPIRITUAL:
Al
término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús
Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor
mío que estás realmente presente
en el
Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre
todas las cosas y deseo
ardientemente
recibirte dentro de mi alma;
pero, no
pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos
espiritualmente a mi corazón.
Y como si te
hubiese recibido, me abrazo
y me uno
todo a Ti;
Oh Señor, no
permitas que me separe de Ti.
Amén.
ENVÍO
La fiesta de la Santísima Trinidad actualiza el
mandato de Jesús Resucitado: “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis
discípulos”. Ese Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo va con nosotros en
nuestro peregrinar y estará con nosotros hasta el fin del mundo. Con esta seguridad
nos retiramos cantando…