20º DOMINGO EL TIEMPO ORDINARIO ‘G’
Queridos hermanos. Nos complace darles la bienvenida a este lugar santo, en el que celebra-remos la Eucaristía, banquete celestial al que Dios nos convoca en este Vigésimo domingo del Tiempo Ordinario.
Si el domingo pasado en la liturgia nos invitaba Jesús a la vigilancia, hoy pone el acento en la fortaleza que necesitaremos para ser coherentes con nuestra decisión de seguirle a él.
Con nuestra mirada puesta en Jesús, el Señor, comencemos esta celebración con mucha alegría. De pie, cantemos
MONICIONES A LAS LECTURAS
OPCIÓN 1: MONICIÓN PARA TODAS LAS LECTURAS
Las palabras del profeta Jeremías, que él defiende como recibidas de Dios, provocan a su alrededor rechazo y división. Lo mismo sucede con Jesús hoy: sabe que su mensaje va a causar divisiones y conflictos entre quienes se acerquen al fuego de su Evangelio. En medio de estas dificultades, la segunda lectura, de la carta a los Hebreos, es una llamada a la cons-tancia y a la perseverancia, manteniendo nuestros ojos fijos en Cristo. Ahora mantengamos nuestros oídos atentos y escuchemos.
OPCIÓN 2: MONICIÓN PARA CADA UNA DE LAS LECTURAS
PRIMERA LECTURA (Jeremías 38, 4-6. 8-10)
En Jeremías vemos hoy cómo un profeta puede provocar tantas contradicciones en la socie-dad en la que Dios le manda hablar en su nombre.
SEGUNDA LECTURA (Hebreos 12, 1-4)
La carta a los Hebreos nos invita a correr hacia la meta, animados por tantos testigos, creyen-tes de todos los tiempos, que nos animan a perseverar y acabar el recorrido.
EVANGELIO (Lucas 12, 49-53)
Jesús, en el evangelio de hoy nos advierte sobre las consecuencias de seguirle a él , porque la fe exige opciones radicales. Cantemos el aleluya preparándonos a la escucha de este mensaje.
ORACIÓN DE LOS FIELES
• Tú que no has venido a traer tranquilidad al mundo sino divisiones, haz que los minis-tros y fieles de tu iglesia vibren al anunciar el evangelio en toda ocasión y en todo lugar. Oremos.
• Tú que has dado autoridad sobre todo pueblo y nación a hombres y mujeres que ejer-cen el poder, haz que sus obras y su forma honesta de proceder sean el mejor termómetro de su gestión administrativa. Oremos.
• Tú que nos quieres más decididos y convencidos como discípulos misioneros de tu Hijo, haz que en toda celebración eucarística nos llenemos de la fuerza y de la valentía de tu Espíritu, para ayudar a los que más necesidades padecen en nuestras comu-nidades. Oremos.
• Tú que no cesas de llamarnos a participar de tu banquete, haz que los que estamos este día alrededor de tu mesa, vayamos a hacer vida la palabra que hoy nos ha sido transmitida. Oremos.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Con el pan y el vino ofrezcamos nuestra entrega firme y fiel para seguir a Cristo en todo mo-mento. Acompañemos la procesión de las ofrendas, cantando…
COMUNIÓN
En nuestro camino tras las huellas de Cristo, él nos alimenta con su Cuerpo y Sangre. Acer-quémonos a recibirlo cantando… .
MUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
FINAL
En un mundo lleno de conflictos y dificultades, vayamos a dar testimonio del amor de Dios y a llevar paz a los hombres. Cantamos...