Queridos
hermanos, les damos una cordial bienvenida
a esta Santa Misa, para celebrar juntos la gran Solemnidad de la
Epifanía, o manifestación del Señor.
La
fiesta de hoy, prolongación de la Navidad, tiene en nuestra liturgia como
protagonistas a unos magos de tierras extrañas que vienen a adorar al Mesías.
Celebramos, en el Niño nacido de María, la manifestación de aquel que es el
Hijo de Dios, el Mesías prometido y la luz de las naciones. Como los reyes magos se dejaron guiar por la
luz de aquella estrella, nosotros nos dejamos conducir también para adorar y
celebrar con gozo al niño Jesús. De pie, cantamos el canto de
entrada...
MONICIONES A LAS
LECTURAS
OPCIÓN 1: MONICIÓN ÚNICA
PARA TODAS LAS LECTURAS
En
la fiesta de la Epifanía celebramos que el nacimiento de Jesús en Belén es
Buena Noticia para todo el universo. Como vemos en el evangelio, no son sólo
unos pocos vecinos los que están al tanto del acontecimiento: desde oriente han
llegado algunos para adorar al Niño. Es una forma de cumplimiento de lo
anunciado por Isaías en la primera lectura. Y la carta a los Efesios insiste:
todos los hombres y mujeres de la tierra somos herederos de la misma salvación.
Escuchemos
atentos.
OPCIÓN 2: MONICIONES
PARA CADA LECTURA
PRIMERA LECTURA (Isaías 60, 1-6)
Con un
lenguaje poético, el profeta Isaías anuncia la alegría de la salvación, la
vuelta de los desterrados, una salvación universal centrada en Jerusalén, sobre
la cual brilla una luz.
SEGUNDA LECTURA (Efesios 3, 2-3a. 5-6)
San
Pablo manifiesta la universalidad de la salvación que el Niño recién nacido
trae para el hombre; no solo para el pueblo judío, sino también para nosotros.
EVANGELIO (Mateo 2, 1-12)
San
Mateo cuenta el episodio de los magos que, obedientes a una misteriosa intuición,
llegan hasta Jesús, lo reconocen como el enviado de Dios y "cayendo de
rodillas, lo adoran". De pie cantamos el aleluya
ORACIÓN DE LOS FIELES
Unámonos
diciendo: ILUMINA A TODOS LOS PUEBLOS, SEÑOR.
Por
la santa Iglesia de Dios, para que ilumine a los hombres con la luz que
resplandece en el rostro de Cristo. Oremos.
Por
nuestra patria: para que la luz de Cristo llegue hoy a cada hogar. OREMOS
Por
los gobernantes: para que en sus decisiones busquen lo que conduce a la paz y a
la justicia. Oremos.
Por
las familias que viven en la oscuridad: para que la Luz del Nacimiento de
Cristo las ilumine y transforme. OREMOS
Por
los enfermos y por cuantos luchan y sufren sin esperanza: para que se les manifieste
el amor de Cristo que les conforte en la prueba. Oremos.
Por
nosotros y por nuestra Comunidad: para que -guiados por la estrella de la fe- sepamos
reconocer el rostro de Dios en los más pequeños y necesitados. OREMOS
PRESENTACIÓN DE LAS
OFRENDAS
Como
los reyes magos, nosotros también ofrecemos en este momento al Señor nuestros
presentes, especialmente nuestro corazón dispuesto a recibirle.
COMUNIÓN
Jesús
de Nazaret, luz de la historia, está en
medio de nuestra comunidad, en este altar. Dispongamos el corazón para adorarlo
en comunión con todos los pueblos del mundo, junto con María y José. Acerquémonos a comulgar cantando
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús
Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente
oración:
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora
sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA
Al
volver a nuestros hogares, estemos atentos a las muchas formas en que el Señor
se nos manifiesta. Que nunca perdamos la confianza de que Dios está cerca de nosotros. Nos despedimos cantando