24º
domingo del tiempo ordinario
“¿QUIÉN
DICE LA GENTE QUE SOY YO?“
El evangelio de
hoy formula un interrogante comprometedor. Jesús lleva un
tiempo conviviendo con sus discípulos, y ha llegado el momento de preguntarles
si realmente saben quién es Él, y sin rodeos, les pregunta. Para ustedes,
¿quién soy yo? También a nosotros nos hace hoy la misma pregunta. ¿Sabemos
quién es Jesús de Nazaret? Igual que Pedro, podemos contestar: “Tú eres el Mesías”. Pero, ¿estamos
convencidos? Decirlo es fácil pero practicarlo
y vivir como él lo hizo, ya no lo es tanto. Por eso debemos profundizar en
nuestra fe, en su seguimiento. Jesús no habla con fingimiento, sino que es totalmente sincero. Sabe que seguirlo
nos acarreará problemas, como le ocurrió a Él. No es fácil seguir a Jesús, porque
no se trata de vivir un culto, sino de algo más profundo: tener fe en una
persona y jugarse la vida por ella.
Todos podemos
tener la misma tentación de Pedro, tentación humana: apartarnos del camino de
Dios. Y Jesús, subraya sus palabras para que todos las oigan y las tengan
claras: “Quién quiera seguirme, que se niegue
a sí mismo, que cargue su cruz y me siga”. No
obliga a nadie a seguirlo, el seguimiento es libre, voluntario, pero si
decidimos hacerlo tenemos que ser coherentes, y ser responsables y serios con
la decisión que tomemos.
Seguir a
Jesús no es vivir a medias tintas, sino vivir implicados en la construcción de
la justicia, de la paz y en la
construcción de un mundo más justo y humano.
Dispongámonos
a orar con la Palabra de Dios,
INVOCAMOS AL ESPÍRITU SANTO
Ven Espíritu
Santo,
ilumina
nuestras mentes y
abre nuestro
corazón,
para recibir,
de tu amor
la Palabra
viva y ponerla en práctica
en nuestra vida.
Amén.
EVANGELIO Marcos 8, 27-33
Jesús salió con sus discípulos hacia los
poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: “¿Quién dice la
gente que soy yo?”. Ellos le respondieron: “Algunos dicen que eres Juan el
Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas”. “Y ustedes, ¿quién
dicen que soy yo?”. Pedro respondió: “Tú eres el Mesías”. Jesús les ordenó terminantemente que no
dijeran nada acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía
sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los
escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y
les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a
reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo
reprendió, diciendo: “¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus
pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres”.
RELEAMOS EL TEXTO
El texto
revela, la ignorancia del pueblo respecto de Jesús, sobre su obra mesiánica y
sobre su divinidad. Para el pueblo Jesús
era todavía un desconocido.
Pedro, aunque
de forma primitiva, en nombre de los apóstoles, reconoce que Jesús es el Mesías,
aunque todavía no comprende la misión de Jesús, como tampoco comprende el camino que Jesús
emprende hacia la Cruz.
Hasta este
momento, los Apóstoles ven en Jesús el mesías que liberará a Israel de la opresión
extranjera.
A través de
Pedro, Satanás vuelve a interponerse en el camino de la Salvación que Jesús ha
trazado. Pero Jesús hace valer su autoridad, recordándole a Pedro y a todos nosotros que el amor de Dios está
por encima de los razonamientos humanos.
Reconstruimos el texto:
¿Hacia qué
poblados se dirigía Jesús? ¿Quiénes lo acompañaban?
¿Cuál es la
primera pregunta que Jesús hace a sus discípulos?
¿Qué le
responden?
¿Cuál es la
segunda pregunta que hace Jesús?
¿Cuál de los
discípulos es el que responde? ¿Quién dice que Jesús es el Mesías?
¿Qué enseña
Jesús que le debe ocurrir? ¿De qué forma les hablaba?
¿Cuál es el
discípulo que lleva aparte a Jesús para hacerlo desistir de su camino?
¿Qué le responde
Jesús a este discípulo y con qué término lo nombra? ¿Por qué?
¿Qué debe
hacer el que quiera seguir a Jesús?
¿Qué pasaré
con el que quiera salvar su vida? ¿Y con aquel que la “pierda” por Jesús?
¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que te impactan más
del texto leído?
MEDITEMOS: ¿Qué nos dice el texto?
Hoy en día,
donde se ha banalizado lo sagrado, donde se quiere quitar a Dios de en medio
del pueblo y en el que se quiere humanizar a Jesús histórico, sigue resonando
la pregunta de Jesús, ¿Quién soy yo?, ante los medios de comunicación, las
redes sociales, la televisión y el cine, la música. ..
Con mucha
sinceridad preguntémonos:
ü
¿Quién
es Jesús para nosotros?
ü
¿Qué
papel juega en nuestras vidas?
ü
¿Qué
esperamos de Él?
ü
¿No
será que todavía es un simple hacedor de milagros y buenas obras?
ü
¿No
seremos nosotros piedras de tropiezo para que el Evangelio llegue a nuestros
hermanos?
ü
¿Nos
estaremos interponiéndonos como
obstáculo para que los demás conozcan a Jesús?
ü
¿Estaremos
nosotros mismos banalizando el mesianismo de Jesús?
Siguiendo el mensaje de este
texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
OREMOS: abramos nuestro corazón a la palabra.
Ven Espíritu Santo para que aprendamos
a vivir con libertad interior.
Ayúdanos a desprendernos de nuestros
planes cuando la vida los modifique.
Toca nuestro corazón para que confiemos
en tu protección amorosa.
Serás nuestro poderoso protector en
medio de toda dificultad.
Enséñanos a aceptar con serenidad y
fortaleza los límites variados de cada día
y las cosas imprevistas.
Líbranos de toda resistencia interior
contra la realidad.
Ayúdanos a confiar, Señor, destruye
toda desconfianza para que podamos descansar en tu presencia, entregarnos a tus
brazos, sin pretender escapar de tu mirada de amor.
¡Ven Espíritu Santo, amén!
Hacemos un momento
de silencio y reflexión para responder al Señor. Hoy damos gracias por su resurrección
y porque nos llena de alegría. Añadimos
nuestras intenciones de oración.
Amén.
CONTEMPLEMOS A JESÚS EN EL TEXTO:
Para el
momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del
Evangelio para que vaya entrando en nuestra vida, en nuestro corazón.
“Tú eres el Mesías, Tú eres mi
Salvador”.
Y le pedimos
al Señor ser testigos de la resurrección para que otros crean.
Escribe y memoriza
la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayudará a recordar lapregunta de
Jesús durante la semana?
ACTUEMOS: ¿Qué debemos cambiar en nuestras
vidas, impulsados por el texto que hemos leído?
ü
Hagamos
un análisis de nuestro caminar.
ü
Revisemos
en qué somos piedra de tropiezo para que el Señor sea la salvación de nuestros
hermanos.
ü
¿Qué
autoridad tiene Jesús en nuestra vida?
ü
Nos
comprometemos a ser una comunidad que carga con sus propias cruces, siguiendo a su Maestro y Señor.
¿Cuál es la acción concreta que
el Evangelio de hoy, te invita a realizar?
ORACIÓN FINAL
Señor Jesús, que en tu infinito amor
nos has amado,
hasta llegar al sufrimiento de la
Cruz.
Nos has amado,
a pesar de nuestra resistencia
y nuestra testarudez
de dejarnos salvar por ti.
Gracias Señor,
por no abandonar el camino de la Cruz
y salvarnos.
Amén.