LITURGIA SEMANAL 30º SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

30º  SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO        

 

Lunes 29 de octubre

Lucas 13, 10-17. "Mujer, quedas libre de tu enfermedad". Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios”.

 

Cuenta el evangelista que Jesús “vio” a la mujer encorvada, “la llamó” y “le impuso las manos”. El Señor no es ajeno a las enfermedades o necesidades de quienes lo rodean, sino que, por el contrario, se va comprometiendo cada vez más con la necesidad o enfermedad del otro.  La mujer encorvada nunca tomó la palabra, porque no era necesario que le contara a Jesús lo que le faltaba, lo que está buscando…

El jefe de la sinagoga afirma que el sábado no es el día apropiado para que Dios manifieste su compasión y misericordia.

Pero para Jesús la misericordia y la compasión son primordiales, sobre todas las otras consideraciones. Ciertamente, su posición es muy desafiante. Los fariseos siempre estaban mirando hacia afuera y encontrando defectos; Jesús miraba hacia adentro y encontraba posibilidades. Por otra parte, Jesús declara que las acciones de Dios no puedes ser restringidas ni dictadas por los hombres.

Jesús, que enseñaste a buscar el bien de todos, ilumínanos para actuar con amor compasivo y misericordioso.

 

Martes 30 de octubre

Lucas 13, 18-21:    ¿A qué se parece el Reino de Dios, a que se parece esta nueva realidad inaugurada por Jesús? Así comienza la Palabra de este día. Se parece a un grano de mostaza que crece, …. se parece a la levadura que fermenta la masa….

 

De esta Parábolas del Señor, aprendemos a valorar, aprender y reconocer que la vida de Jesús, su reino, en lo personal y comunitario va creciendo silenciosa y hasta a veces ocultamente, no es algo que podemos alcanzar y producir sólo a partir de ciertas acciones o palabras, sino que es una realidad que va fecundando, que va creciendo y que necesita de Fe y paciencia.

¡Cuanto nos cuesta a veces confiar y ser pacientes con los procesos de Dios en nuestra vida y en nuestras comunidades!, Queremos cambiar ya, queremos y deseamos que todo se transforme ya, exigiéndole incluso al Señor cambios mágicos e inmediatos.  Sin embargo, El Señor es amigo de los procesos de crecimiento, es amigo de la fecundidad, de ir transformando y haciendo fecunda tu vida, tu corazón, tu comunidad, desde lo pequeño, desde lo oculto, desde el silencio.

Para que el Reino de Dios siga creciendo como la semilla de mostaza o fermentando como la levadura en tu vida, en tu comunidad, en la sociedad, necesitas: Fe en este Dios que siempre amasa Vida; ser buena semilla y levadura dispuesta para que Dios obre; paciencia y serenidad para esperar el crecimiento y la fecundidad.

Señor, ayúdanos a reconocer las semillas de transformación que Tú has sembrado dentro de nosotros. Ayúdanos a entender que el Reino está creciendo ahora entre nosotros y que Tú nos estás dando a conocer tu Presencia, en distintas formas de nuestro diario vivir.

 

Miércoles 31 de octubre

Lucas 13, 22-30. “Esfuércese en entrar por la puerta que es angosta”

 

El Señor nos habla por medio de dos grandes imágenes: por un lado, la puerta estrecha por la que hemos de esforzarnos para entrar. Por otro lado el cortejo que se forma con personas de todas partes de la tierra hacia la ciudad bendita en la que tiene lugar el banquete del Reino de Dios. Con la primera imagen, Jesús no responde directamente a la pregunta si “son pocos los que se salvan”. No alimenta fantasías y nos lleva a lo esencial. No responde cuántos, sino cómo alcanzar la salvación. El invita a no sentirnos tan seguros, a luchar, a comprometernos.  Es clave la decisión personal. En la casa hay lugar para todos…pero entra el que quiere. El que decide y la lucha…

Y por otra parte afirma que es lo que no sirve o no basta: pertenecer a una pueblo o raza o institución… hemos comido contigo… Te hemos conocido…profetizamos en tu nombre…No basta, hace falta otra cosa. Dios conoce bien al que solamenteoye y al que oye y practica.

Frente a los que pretenden ser los únicos o privilegiados por cuestiones de raza o poder, Jesús aclara que Dios no hace acepción de personas y por eso coloca una imagen de peregrinos venidos de los cuatro puntos cardinales…en donde hace ver que se verán grandes sorpresas…en donde sólo las obras buenas y la imitación de Cristo es lo que contará.

 

 

             NOVIEMBRE             Intención del Santo Padre

 

Para que el lenguaje del corazón y del diálogo prevalezca siempre

sobre el lenguaje de las armas.

 

 

Jueves 1º de noviembre  Solemnidad de TODOS LOS SANTOS

Jornada nacional de oración por la santificación del pueblo argentino y la glorificación de sus siervos de Dios.

Hoy, después del mediodía y hasta mañana a medianoche, se puede ganar la indulgencia plenaria, aplicable a los difuntos.

 

Mateo 5,1- 12 “Estén alegres y contentos: su recompensa será grande en el cielo”

 

Celebrando hoy la fiesta de todos los Santos y la jornada de oración por la Santificación del pueblo argentino, celebramos y damos gracias, por tantos hombres y mujeres que siguiendo a Jesús, en lo pequeño o grande de cada día, vivieron de manera creíble, con la palabra y la vida, la alegría del Evangelio.

San Mateo en su Evangelio, nos regala en las Bienaventuranzas aquellos trazos del Rostro de Cristo que llama bienaventurados, es decir ‘felices’, a quienes se asemejan a Él, que ha querido asumir el estilo de los pobres de corazón, los pacientes, misericordiosos, los que trabajan por la paz y más aún los perseguidos por la justicia a causa de la voluntad del Padre.

Cuando miramos los Santos, semejantes a nosotros en la fragilidad pero portadores de alguna o algunas de las bienaventuranzas que los asemeja a Cristo, descubrimos el llamado del Señor a transitar nuestros pasos de discípulos animados por este estilo: que cargado de promesa nos ayuda a asumir las exigencias del presente desde el proyecto de Dios.

Te alabo, Señor, junto con todos los santos que vivieron tus bienaventuranzas y son felices. en el cielo. Enséñanos a ser felices, con corazón pobre, sencillo, manso, pero dispuestos a  lucha para construir ahora y aquí, la paz, la justicia y el amor.

 

Viernes 2 de noviembre     Conmemoración de todos los  Fieles difuntos

Lucas 24, 1-8. “Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?

 

La resurrección de Jesús es lo que le da sentido a nuestra vida y a nuestra fe.  Nuestros difuntos también siguen vivos pero de otra manera, todavía sin su cuerpo, esperando la resurrección final. Muchas veces vivimos la muerte con poca fe. Es verdad que el dolor ante la pérdida de un ser querido es sagrado, pero también es verdad que el mensaje cristiano tiene su fundamento en una verdad de vida, de esperanza cierta, de confianza total en que Jesús ha vencido la muerte y nos ha abierto las puertas de la eternidad, para que algún día podamos disfrutarla todos.

Hoy, rezamos por los difuntos, para que el amor de Dios los purifique.  Sabemos que pueden estar necesitando todavía una purificación, que los haga a la medida del Cielo. Y para ello los confiamos, con nuestra oración, a las manos de Dios, para que Él los purifique con su Amor... Recemos confiadamente por nuestros difuntos, por nuestros seres queridos, pero con una sonrisa, sabiendo que están vivos. Dejemos que la tristeza se vaya transformando lentamente en el gozo que solo el Espíritu puede darnos.

 

Sábado 3 de noviembre   San Martín de Porres   Religioso   (ML)

Lucas 14, 1. 7-11. “… cuando te inviten (a un banquete), ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: 'Amigo, acércate más', y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado".”

 

Algunos fariseos deseaban ser admirados y reconocidos. Cuando se reunían en un banquete, muchos buscaban estar cerca del jefe, en un lugar destacado. Imaginemos la incomodidad de Jesús, humilde y sencillo en medio de tanta superficialidad mundana.

Jesús nos invita a buscar el último lugar, para evitar una carrera desgastante, de vanidades, temores y competencias. Quien busca el primer lugar se expone a fracasos dolorosos y a situaciones tristes. Pero no es fácil liberarse. Para los que llevan años, o quizás toda la vida, preocupados por la mirada de los demás, se hace difícil  superar este vicio y alcanzar la libertad interior. Hace falta pedir constantemente la ayuda de Dios, hasta que sólo nos interese lo que somos ante sus ojos y nada más.

Coloca en mí tus sentimientos y tu generosidad, Señor, para que aprenda a compartir mi vida con los pobres y, sobre todo, a vivir como ellos.

 

MEMORIA  SAN MARTÍN DE PORRES, religioso de la Orden de Predicadores, hijo de un español y de una mujer de raza negra, quien, ya desde niño, a pesar de las limitaciones provenientes de su condición de hijo ilegítimo y mulato, aprendió la medicina que, después, siendo religioso, ejerció generosamente en Lima, ciudad del Perú, a favor de los pobres. Entregado al ayuno, a la penitencia y a la oración, vivió una existencia austera y humilde, pero irradiando caridad († 1639).

 

Domingo 4 de noviembre  (31º durante el año)

Marcos 12, 28-34. ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?.

 

La Palabra del evangelio de hoy es contundente. Jesús resume toda la Biblia, toda la Ley y los Profetas en dos mandamientos: amar a Dios y amar a los hermanos. Amar a Dios le proporciona al hombre la única meta que, en último término, es lo suficientemente grande como para satisfacer sus emociones y sus esfuerzos.

Aunque el escriba sólo había preguntado cuál era el principal mandamiento, Jesús fue más allá en su contestación y también le indicó cuál era el segundo mandamiento en importancia.  Jesús dijo que este segundo mandamiento era semejante al anterior. Con esto estaba dando a entender que ambos estaban íntimamente ligados. Si amamos a Dios, necesariamente debemos amar a nuestro prójimo que lleva la imagen de Dios. Además, el Señor señaló que este segundo mandamiento era "semejante" al anterior, porque sólo el amor puede ordenar correctamente nuestra relación con Dios y también con nuestro prójimo.

Por tanto, si uno lo que quiere es formar parte de la comunidad de los seguidores de Jesús lo que tiene que hacer es justamente esto: amar a Dios, amar al prójimo.

Transfórmame, Señor, para que pueda amarte con todo mi corazón, con toda mi mente y con todo mi espíritu, y para que pueda amar a los demás como me amo a mí mismo.