GUION DE MISA 30º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO ‘B’ ‘G’ 28/10

30º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO ‘B’    ‘G’    28/10

 

Hermanos, una vez más los que seguimos al Señor nos reunimos en torno a su mesa, en este domingo trigésimo durante el año. Dios nos manifiesta hoy su infinita bondad y nos llama a creer, a confiar plenamente en Él, que es quien realmente salva. Y Jesús nos presenta claramente la paternidad amorosa de Dios, dándonos la fe que nos cura totalmente de nuestra ceguera, aún la más profunda, dándonos la luz que penetra hasta nuestro interior.

De pie, entonemos con alegría el canto de entrada para comenzar esta Eucaristía….

 

*      OPCIÓN 1: MONICIÓN ÚNICA PARA TODAS LAS LECTURAS

 

En las lecturas de hoy, tanto el pueblo de Israel como Bartimeo viven una experiencia de salvación, simbolizada en la curación de la ceguera. Ambos tendrán que responder, ponerse en camino y acoger la promesa que les habla de restauración, de curación. La carta a los Hebreos muestra a Jesús como el modelo de acogida y respuesta a la iniciativa amorosa de Dios. Por eso el salmo es optimista y nos lleva a cantar por la grandeza de Dios y sus obras. Escuchemos...

 

*      OPCIÓN 2: MONICIONES PARA CADA LECTURA

 

PRIMERA LECTURA (JEREMÍAS 31, 7-9) 

Este anuncio del profeta Jeremías, acerca del gran designio de Dios, nos expresa que él nos ha salvado y quieres la salvación para todos los hombres.

 

SEGUNDA LECTURA (HEBREOS 5, 1-6)

San Pablo nos dice que Jesucristo es nuestro gran Sacerdote, que comprende y se muestra indulgente con los ignorantes y descarriados.

 

EVANGELIO (MARCOS 10, 46-52)

A la salida de Jericó, ya casi a las puertas de Jerusalén, sucede la milagrosa curación, que nos relata hoy el Evangelio de San Marcos.  Con el canto del aleluya nos preparamos para escucharlo.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES

 

A cada una de las peticiones respondemos:  "SEÑOR, ESCÚCHANOS Y DANOS TU LUZ"

 

      Por la Iglesia y el Papa Francisco, para que recibiendo su anuncio, llegue a todos los hombres tu Reino de vida, de fraternidad y justicia, de libertad y paz, Oremos...

      Por nuestro Obispo y nuestros sacerdotes, para que junto a ellos hagamos realidad la lección que tu Hijo nos da hoy en este Evangelio y no nos olvidemos de los más pobres, Oremos…

      Por los pueblos que viven la ceguera de la guerra, del odio y del rencor. Para que encuentren la paz y la alegría del perdón. Oremos

      Por los que ostentan cargos en el gobierno de nuestro país, para que sepan descubrir en el más desprotegido y necesitado una prioridad en sus proyectos. Oremos.

      Por todos los que sufren, para que encuentren en tu Hijo la luz y la fortaleza para sobrellevar su situación, y en nosotros la mano fraterna que ellos necesitan, Oremos...

*      Por los ciegos, por los minusválidos y todos aquellos que no pueden valerse por sí mismos, para que el mensaje de hoy ilumine sus vidas y les llene de esperanza y consuelo. Oremos.

      Por nuestra comunidad, para que ni la moda, ni el sistema, ni el pensar de los demás, nos quiten la luz verdadera y siempre podamos ver con tus ojos, todas las cosas y acontecimientos, Oremos…

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS

Es nuestro deseo que Dios pueda realizar en nosotros su Reino de amor, por eso ahora presentemos sobre la mesa del altar, la ofrenda de nuestras vidas, junto con nuestras familias y todas nuestras cosas.

 

COMUNIÓN

Queremos seguir a Jesús en su camino, luego que Él nos ha curado de nuestra ceguera espiritual.  Para eso es necesario que nos fortalezcamos comiendo de este Pan eucarístico.

Acerquémonos con fe a recibir a Jesús, para que nos conceda la fuerza para seguirlo de cerca. Cantemos...

 

COMUNIÓN ESPIRITUAL:

Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:

Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,

pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente

en el Santísimo Sacramento del altar.

Te amo sobre todas las cosas y deseo

ardientemente recibirte dentro de mi alma;

pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,

ven al menos espiritualmente a mi corazón.

Y como si te hubiese recibido, me abrazo

y me uno todo a Ti;

Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.

 

DESPEDIDA

Nuestro compromiso, fruto de esta Eucaristía, debe ser que, lejos de vivir de espalda a las situaciones de dolor y de prueba que viven tantos hermanos nuestros, podamos responderles con toda la fuerza de nuestra fe: “¿Qué quieres que haga por ti?” Nos despedimos cantando: