LITURGIA SEMANAL 31º SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

31º  SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


Lunes 5 de noviembre


Lucas 14, 12-14: “…cuando des un banquete, invita a los pobres, lisiados, paralíticos, ciegos. ¡Feliz de ti,  … ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!".


Para vivir y encarnar el texto que hoy leemos, tratemos de aterrizarlo a cosas bien concretas de nuestra vida. Seguramente, no vamos por el mundo dando “banquetes”. Pero, no por eso estamos eximidos de vivir este Evangelio, que nos dice que hoy es el día, para ir al encuentro de las personas con las que no nos sale naturalmente sentarnos a conversar.  Sí, hoy es el día para que vivamos este Evangelio. Basta con salir al ENCUENTRO, e  improvisar el “Banquete de la Amistad, del Encuentro, de la Compañía” Hoy es el día para hacernos cercanos, compañeros, de los que están solos, de los que hace tiempo hemos excluido. Los cristianos estamos llamados a darle al mundo esta buena noticia, de que queremos encontrarnos, sentarnos juntos a la mesa, con aquellos que siempre quedan “fuera” de las conversaciones, de los encuentros… en la familia, en el trabajo, en el Colegio, ...


Qué impresionante será el día en que a la entrada del Reino,  el Señor nos diga: “entra bendito de mi Padre”! porque estuve solo, aislado, excluido… Y tú fuiste a conversar conmigo en el almuerzo, y tú fuiste a pasar conmigo un domingo… Y nosotros preguntaremos: ¿Cuándo Jesús, cuándo hicimos eso por ti? Y él responderá:  “Aquella semana que lo hiciste por esos hermanos tuyos más solos, aquella semana en que te acercaste a los que nadie se acerca... Aquella semana, fue a mí a quien te acercaste”.


 


Martes 6 de noviembre


Lucas 14, 15-24 “Dichosos los que puedan participar en el banquete del Reino de Dios”



Hoy Jesús nos presenta la parábola de los invitados que rechazan acudir a la fiesta de  bodas, para vivir  una alegría compartida.  Uno tras otro, encuentran excusas para no ir a la fiesta. ¡Se resisten a la invitación! Se conforman sólo con estar en la lista de los invitados.


¿Qué hace falta para participar del banquete? Aceptar la invitación no es suficiente, porque si no se entra no se participa en la fiesta.


Cuando amo a Jesús, vivo su sueño comunitario y me uno a los demás para que su Reino se haga presente.  Pero como en el Reino de Dios hay espacio para muchos, se invita a todos los que andan por las calles y caminos. Los únicos excluidos son aquellos que no quieren llevar el traje del amor  Qué triste sería que nos perdamos el banquete del Reino porque nuestros planes marcan otras prioridades.


 


Miércoles 7 de noviembre   María Madre y Mediadora de la gracia  (MO) Comienza el mes de María


Juan 2,1-11 “ María dijo a los servidores; Hagan todo lo que Él les diga”


 


Celebramos en este día la memoria de María Mediadora de todas las gracias, y la  Palabra del Evangelio, nos hace gustar de la presencia de la Virgen en las Bodas de Caná. El texto refiere que Jesús y sus discípulos fueron invitados junto con María a aquella boda. La Virgen es la que se da cuenta que falta el vino, e interviene para ayudar a los esposos en su dificultad, y para que no decaiga la alegría de todos. Dirigiéndose a Jesús, le expresa su preocupación por esa situación, esperando una intervención que la resuelva. Después de la respuesta un tanto enigmática, Jesús accedió a la petición de la madre, y convirtió en vino de calidad, el agua contenida en seis tinajas.  María se pone entre su Hijo y los hombres desde sus pobrezas, indigencias y sufrimientos. Hace de mediadora no como una persona extraña, sino en su papel de madre, consciente que como tal, puede, hacer presente al Hijo las necesidades de los hombres. Como Madre, María quiere alcanzarnos todo lo mejor que Dios tiene para dar. Por eso confiamos en su intercesión a favor de todos nosotros y la invocamos como Mediadora para que presente nuestras necesidades ante Dios.



Jueves 8 de noviembre


Lucas 15, 1-10. “Alégrense conmigo porque encontré la oveja que se me había perdido”…. Los Ángeles se alegran por un pecador que se convierte”


 


La predicación del Señor atraía por su sencillez y por sus exigencias de entrega y amor. Los fariseos le tenían envidia porque la gente se iba tras Él. Esa actitud farisaica puede repetirse entre los cristianos: una dureza de juicio tal que no acepta que un pecador pueda convertirse y ser santo; o una ceguera de mente que impide reconocer el bien que hacen los demás y alegrarse de ello.


Prostitutas, enfermos, mendigos, maleantes, pecadores. Cristo no vino a llamar a los justos, sino a los pecadores, y por eso, fue signo de contradicción. Llegó rompiendo esquemas, escandalizando, amando hasta el extremo. Jesús se rodeaba de los sedientos de Dios, de los que estaban perdidos y buscaban al Buen Pastor. Esto no significa que el Señor no estime la perseverancia de los justos, sino que aquí se destaca el gozo de Dios y de los bienaventurados, ante el pecador que se convierte, que se había perdido y vuelve al hogar.


Viernes 9 de noviembre   Fiesta de la dedicación de la Basílica de  S. Juan Letrán


Juan 2,13-22  “… no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio".


 


Hoy nos unimos a toda la Iglesia en la festividad de la Dedicación de la basílica de San Juan Letrán, como el primer templo de la cristiandad.


En el Evangelio Jesús habla de un nuevo templo que se construiría en solo tres días. Y ante la  incredulidad y asombro de sus oyentes, les aclara que ese nuevo templo no es otro que él mismo, y que con su muerte y resurrección, habitaría definitivamente en nosotros, por lo que podemos decir que cada uno de nosotros, ahora, es el verdadero templo de Dios. Allí en lo profundo de nuestro ser habita nuestro Dios que llena nuestra vida con su gracia y con su amor y que nos hace santos. El Salmo 92 nos dice que la santidad es el adorno de nuestra casa.


Todos estamos llamados a ser santos,  esto es, a vivir con alegría los mandatos de Jesús, que tienen su mayor expresión en el amor a Dios y a los hermanos.



SAN JUAN DE LETRÁN es el símbolo de la unidad de todas las Iglesias del mundo con la Iglesia de Roma, y por eso esta basílica ostenta el título de Iglesia principal y madre de todas las Iglesias. Su importancia es superior a la de la misma Basílica de San Pedro del Vaticano, pues en realidad ésta no es una catedral, sino un santuario edificado sobre la tumba de San Pedro y el lugar de residencia actual del Papa, que, como Obispo de Roma, tiene en la Basílica Lateranense su catedral.


 


Sábado 10 de noviembre    San León  Magno Papa y Doctor de la Iglesia (MO)


Lucas 16, 9-15  “Ningún servidor puede servir a dos señores”



En el evangelio escuchamos  tres dichos de Jesús que ilustran la parábola del administrador astuto. En el primero, Jesús exhorta a utilizar los propios bienes, haciendo el bien a los demás. De esta manera se consiguen “amigos”, pero no para que esos amigos retribuyan el favor recibido, sino para que Dios sea el hospedero y sea Él quien los reciba en su casa y les otorgue la vida eterna.


Con el segundo dicho, Jesús enseña que nadie es dueño absoluto de las riquezas materiales. Los bienes de este mundo se tienen en “administración”, y a los que sean fieles en la administración de estos bienes en favor de los hijos de Dios, el Señor les otorgará los bienes verdaderos, los que corresponden a la vida eterna.


Y en el tercer dicho, llama la atención sobre el peligro de considerar los bienes materiales como si fueran “un dios”. Finalmente Jesús se refiere a la hipocresía de los que aparentan ser personas justas, buscando contar siempre con la aprobación de los demás. La gente podrá aprobarlos y aplaudirlos, pero Dios no juzga por las apariencias.


 


MEMORIA DE SAN LEÓN MAGNO: Hoy celebramos la santidad «de uno de los más grandes papas que han honrado la sede de Roma. Su pontificado duró más de 21 años y ha sido sin duda uno de los más importantes en la historia de la Iglesia». Además de diversas acciones por la paz, protegiendo a Roma de la devastación de los bárbaros, el Papa san León destacó porque su voz se hizo oír en el concilio de Calcedonia  defendiendo la doble naturaleza, humana y divina, de Cristo. Los padres conciliares clamaron diciendo: «Pedro ha hablado por la boca de León».



Domingo  11 de noviembre       (32º durante el año)  Día nacional del enfermo


Marcos 12, 38-44. Esta pobre viuda ha dado todo lo que tenía para comer.


 


La viuda con su pobreza, deposita con dignidad en la alcancía de las ofrendas, sus dos moneditas, eso que era lo único que poseía y que ciertamente le hacía falta para vivir. En contraste con el escriba que hace uso y abusa de la religión, buscando su propio provecho, la viuda como signo de la verdadera fe, entiende y vive en profundidad la piedad israelita, como ejercicio de gratuidad y confianza. Ella confía plenamente en la providencia de Dios, lo que se traduce en este gesto de gratuidad total para con los demás, entregando aún la propia vida en la ofrenda de lo único, que tenía para vivir.



A esta buena mujer no la vieron ni aplaudieron los hombres si no hubiera sido por las palabras de Jesús. El Maestro sí,  se da cuenta y la coloca como modelo para generaciones futuras de cristianos. Esta pobre viuda, que no parece haber sido discípula explícita de Jesús, se convierte en auténtico símbolo del Mesías, que ha venido a “dar su vida”.


Ella nos enseña que sólo quien es verdaderamente pobre, da todo lo que es y lo que posee, pues sólo el pobre se entrega totalmente a Dios, y vive con gozo la gratuidad del amor, porque no se siente dueño de nada, ni se apega a nada.