10ª SEMANA DURANTE EL AÑO
Lunes 10 de junio María Madre de la Iglesia (MO)
Juan 19,25-27"… habiendo visto a su Madre, Jesús le dice: Mujer, he ahí a tu hijo!.Luego dice al discí-pulo: He ahí a tu Madre!". Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa”.
María está de pie, respetando la entrega de su Hijo, a favor de todos los hombres. Jesús desde la Cruz, marca a su madre, el nuevo camino de la vida: ella ha de encontrarlo en el grupo de sus discípulos, iniciando con ellos un nuevo tipo de existencia; Jesús mismo le indica la familia y la casa verdadera de su vida; de ahora en adelante formará parte de la comunidad de su discípulo amado, será Iglesia.
María estará siempre donde están sus hijos. En el momento de la Encarnación, María aceptó ser la madre del Mesías, es decir, del Salvador, y a la vez, madre de los salvados. Ella es madre de la Cabeza, y en el orden de la gracia, se convierte también en madre del cuerpo místico. María da a luz a Jesús en Belén, y María nos da a luz a nosotros, la Iglesia, al pie de la Cruz, cuando acepta ser madre de los creyentes. María es Madre de la Iglesia. Es un título que le dio el Papa Pablo VI, al finalizar la tercera sesión del Concilio Vaticano II, cuando la proclamó “Madre de la Iglesia”.
Martes 11 de junio San Bernabé Apóstol (MO)
Mateo 10,7-13 Jesús dijo: "A lo largo del camino proclamen: El Reino de los Cielos está ahora cerca! Sanen enfermos, resuciten muertos, ….. y lo que ustedes recibieron sin pagar, denlo sin cobrar…
Hoy celebramos al Apóstol y mártir San Bernabé que, llamado y seducido por Jesús, lo siguió incondicionalmente, hasta dar su vida por el Evangelio. Así como envió a Bernabé, el Señor nos envía también a nosotros, a proclamar el Reino y a anunciarlo a todas las naciones. El Papa Francisco dice: “Cada uno de los bautizados, es un agente evangelizador… porque si uno ha hecho una experiencia del amor de Dios que lo salva, no necesita mucho tiempo de preparación para salir a anunciarlo… somos siempre y en todas partes discípulos misioneros”
Jesús cuenta con nosotros y nos envía a anunciar a todos los que estén a nuestro alcance, la buena noticia de que el Reino de los cielos está cerca. ¡Qué bueno que estemos dispuestos a llevar a otros el amor de Jesús, que busquemos llegar, como nos dice el Papa, a las periferias, buscando a los lejanos, a los excluidos, involucrándonos! En cada realidad en la que nos encontramos podemos hacerlo, porque el Espíritu Santo está con nosotros.
Miércoles 12 de junio
Mateo 5,17-19 “yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento a la ley. … , el que la cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos”.
Jesús hoy se dirige a la multitud y a sus discípulos, como Aquel que viene a dar plenitud y llevar la ley hasta sus últimas consecuencias. Él no vino a anular la ley, sino a que se cumpla plenamente; y todo aquel que la viva y enseñe a otros a vivirla, será grande en el Reino de Dios. A veces nuestro seguimiento de Jesús, nuestra vida Cristiana, se vuelve light. Nos de-cimos cristianos, pero acomodamos la Palabra y el estilo de vida de Jesús a nuestra medio-cridad, perdiendo de vista el estilo de vida que Jesús propone. Volver al Señor, convertirse, cumplir los mandamientos y enseñar a vivirlos, es volver a creer y vivir radical y apasiona-damente la vida de Jesús. Volver a querer con toda la vida seguir sus huellas, llegar hasta “donde parece que no se puede” con la confianza que la Gracia basta para vivir lo que para muchos es imposible y navegar contracorriente para seguir construyendo el Reino.
Señor, coloca en mi corazón un profundo amor por tu ley, un santo deseo de cumplir tu voluntad en las grandes y en las pequeñas cosas, la ilusión de agradarte con mi vida siguiendo el modelo perfecto de Jesús.
Jueves 13 de junio San Antonio de Padua (MO)
Mateo 5,20-26 : “…si estás por presentar tu ofrenda en el altar, y te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, y vete antes a hacer las paces con tu hermano; después vuelve y presenta tu ofrenda”.
Entrar en comunión con la Palabra de Dios es recibir y abrazar la invitación de amar a todos, también a aquellos que nos cuesta, y vivir radicalmente las exigencias del amor. Si alguien tiene quejas contra mí, debo ir a su encuentro y, esto supone amar como ama Jesús, supone comunión con Él, tener sus sentimientos, mirar como él, porque él mira amando, comprender como él lo hacía, porque él siempre comprende; esperar, buscar, salvar, porque él siempre lo hizo. Nuestras comunidades serán creíbles en la medida que nos amemos como nos ama Jesús.
La Iglesia celebra hoy a San Antonio de Padua; un santo franciscano, que se destacó por su predicación, con la que invitaba a todos a la conversión. Recordar a un santo nos debe reno-var en nuestra vocación común, que es a la santidad.
Viernes 14 de junio
Mateo 5,27-32: “Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena”.
El Evangelio de Mateo muestra que Jesús no rechaza las normas morales del Antiguo Tes-tamento y no propone una fe sin moral y sin exigencias. Por las palabras de Jesús, sabemos que nuestro cumplimiento de la ley debe ser más perfecto que el de los fariseos, que cuidaban sólo las apariencias. Jesús nos invita a estar atentos a la presencia del mal, que puede haber en nuestros corazones, o que se encuentra en este mundo y que si nos descuidamos, lentamente puede ir filtrándose en nuestro corazón. La invitación del Evangelio es contunden-te: hay que actuar en la raíz donde se decide sobre las acciones humanas. Es decir, estar decididos a cortar todo aquello que induce al mal. El Señor nos dio su Espíritu Santo, para poder distinguir qué cosas nos convienen y cuáles no y por eso es importante cuidar los pe-queños detalles.
Señor, quisiera tener un corazón libre de proyectos que te desagraden y experimentar la ver-dadera pureza interior, el gozo de buscar tu voluntad. Pero tú conoces mi debilidad. Sáname, Señor,
Sábado 15 de junio
Mateo 5,33-37 “Digan sí cuando es sí, y no cuando es no; cualquier otra cosa que se le añada, viene del demonio”
Jesús insiste nuevamente diciendo que sus normas van más allá de lo que puede ser razo-nable. La lectura de hoy habla de cuál es el nivel de integridad que se espera de los discípulos de Jesús, tanto como individuos, como miembros de instituciones. Él vivió antes de la edad de los rodeos, y llama a decir “Sí” cuando es Sí, y a decir “No” cuando es No. La sociedad que Él está proponiendo, su Reino, se va a construir sobre la confianza, de tal manera que nosotros no necesitemos recurrir a juramentos para creer en el otro.
Qué lindo que podamos abrazar este programa del evangelio que nos invita a vivir una vida transparente y coherente, entre lo que hacemos, lo que decimos y lo que sentimos.
Jesús profundiza una enseñanza de la tradición judía y su argumento termina con un llamado a los valores como: la sencillez en nuestras relaciones, la veracidad y la honestidad en nuestra comunicación con los demás, y la transparencia en nuestras palabras.
Señor, líbranos de la falsedad, y de las palabras mentirosas; concédenos la coherencias entre nuestras palabras y nuestra vida, para que los demás puedan creer en nosotros y no necesitemos demostrar con juramentos lo que decimos
Domingo 16 de junio Solemnidad de la Santísima. Trinidad
Juan 16,12-15 : “Cuando venga el espíritu de la verdad, los iluminará para que puedan entender la verdad completa. El no hablará por su cuenta, sino que dirá únicamente lo que ha oído, y les anunciará las cosas venideras”.
Es difícil expresar en palabras el misterio de la Trinidad. Las tres personas viven en el amor de compartir su verdad, y en el compartir todo lo que son.
Algunos Santos hablan de ella en términos de tres notas que se combinan para hacer un acorde musical: cada una hace una profunda contribución al todo. Esto puede o no ayudar a entender la Trinidad, pero lo que es más importante es que las tres divinas Personas nos en-tienden y nos aman.
El Papa Francisco nos recuerda que “en la vida cristiana, todo gira alrededor del misterio de la Trinidad y se cumple en este misterio infinito. Preocupémonos de mantener elevado el “tono” de nuestra vida, recordando para qué objetivo, para qué gloria existimos, trabajamos, luchamos, sufrimos; y a qué inmenso premio somos llamados”.
Oremos con las palabras del Papa “Oh Dios eterno y trino, hoy me consagro a Tí. Haz que todos mis días sean un canto de alabanzas, que mis manos se muevan al ritmo de tus impul-sos, que mis pies vuelen para tu servicio, que mi voz cante constantemente tu gloria, que mis labios proclamen tu mensaje, que mis ojos te perciban en todas partes, y mis oídos sintonicen con tus inspiraciones. Que mi intelecto se llene con tu sabiduría, mi voluntad se conmueva con tu belleza, mi corazón quede capturado por tu amor y mi alma se inunde con tu Gracia. Haz que cada una de mis acciones sea para tu mayor Gloria y el bien de mis hermanos”.