LITURGIA SEMANAL 1ª DE ENERO

Martes 1º de enero    Solemnidad  de S. María Madre de Dios   Jornada mundial de la Paz.
Lucas 2,16-21 “Los pastores fueron rápidamente y encontraron a María, a José y al recién nacido, acostado en el pesebre

Comenzamos un nuevo año, y lo hacemos contemplando a María. El Evangelio de esta fiesta de la Madre de Dios nos habla de un encuentro; del encuentro de los pastores con Jesús. En efecto, sin la experiencia de un “encuentro” personal con el Señor no se da la fe. Sólo este “encuentro”, el cual ha comportado un “ver con los propios ojos”, y en cierta manera un “tocar”, hace capaces a los pastores de llegar a ser testigos de la Buena Nueva, verdaderos evangeli-zadores que pueden dar “a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel Niño”. Ante esta obra amorosa de salvación, sólo podemos tener la actitud de María y de los pastores: contemplar, adorar  y alabar. Que estas sean actitudes muy presente durante este año.
Con los deseos de un bendecido año para todos, nos podemos preguntar: ¿a qué me está llamando el Señor al iniciar este año?
Señor, en el año que comienza hoy, permítenos crecer en el conocimiento de Dios. Que recibamos de Tu plenitud, gracia sobre gracia. Tú tomaste esta carne mortal por nosotros y viviste entre nosotros. Que este año que viene, nos lleve más cerca de Tí.

53º JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LA PAZ
La celebración de la 53º Jornada Mundial de la Paz, tiene por tema “La buena política está al servicio de la paz”, subraya que todos estamos “llamados a llevar y a anunciar la paz como buena noticia” de un futuro en donde cada persona sea respetada en su dignidad y en sus derechos.

Miércoles 2 de enero  Santos Basilio Magno y Gregorio Nacianceno (MO)
Juan 1,19-28  "Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia".

Juan Bautista nos da una buena clave para vivir este tiempo de Navidad: la preparación del camino, de nuestros caminos y de los caminos de nuestros hermanos, para ayudar a que Dios llegue a todos nosotros y pueda habitar nuestros corazones, nuestros pesebres, nuestras vidas.   Preparar el Camino es… enderezar los caminos torcidos: si vemos que durante el 2018 algunos caminos nuestros se torcieron, la Navidad y el comienzo de un nuevo año, son la ocasión propicia para enderezarlos, para corregirlos, para volver a ponerlos en su sitio.
Preparar el Camino es… tapar pozos, rellenar baches, reparar lo roto. El Dios de Jesucristo, sabe hacer “nuevas todas las cosas”. Pidamos la Gracia de que el Señor repare todo lo que podamos haber roto y nos ayude a renovar nuestra vida.
Preparar el Camino es… señalizarlo. En la vida, cuánto bien nos hace visualizar señales. Cuánto bien nos hace saber por dónde vamos y cómo y hacia dónde. Volver a señalizar nues-tro camino es vital para comenzar este 2019 que se abre promisorio delante de nosotros.

Jueves 3 de enero    Primer jueves de mes. Oración por las vocaciones
Juan 1,29-34    “Al día siguiente Juan vio acercarse a Jesús y dijo: “Ahí está el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”

En el Evangelio de hoy, historia y símbolo se mezclan. Se nos sigue ofreciendo el testimonio de Juan Bautista quien nos brinda diversos “títulos” para que reconozcamos a Jesús: Cordero de Dios, Elegido de Dios, sobre quien reposa el Espíritu y que será manifestado a Israel. Juan Bautista consciente de su misión no se guarda nada. Su misión es que dirijamos la mirada y el corazón hacia Jesús. Por eso, lo anuncia abiertamente.
Hoy nos toca a nosotros dar testimonio de lo que hemos visto cambiar nuestras vidas, porque hemos visto y sentido a Cristo entrar en nuestro corazón. Jesús necesita que el mundo lo re-conozca y escuche. Hoy nos podemos preguntar ¿cómo estoy anunciando a Jesús? ¿Qué estoy diciendo de Él con mis gestos y palabras?
Señor danos tu Espíritu, enciéndenos con tu fuego, y  que el encuentro contigo nos haga testigos apa-sionados de tu Salvación.

Viernes 4 de enero    Primer viernes de mes
Juan 1,35-43 : Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: "¿Qué buscan?" Ellos le contes-taron: "Rabí ¿dónde vives?" Él les dijo: "Vengan y lo verán." Entonces fueron, y vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde” .

Leemos hoy las primeras palabras que se registran de Jesús, en el Evangelio de Juan. No son una enseñanza, un precepto o un desafío, sino una simple pregunta:” ¿Qué están buscando?”, o “¿Qué quieren?”.
Juan el Bautista continúa señalando a Jesús, como “el cordero de Dios”, a sus propios segui-dores. En esta ocasión, Andrés y otro discípulo de Juan Bautista, siguieron a Jesús, hasta que, sintiendo su proximidad, Jesús se vuelve e inicia una conversación con ellos. Esta es la clásica escena de un llamado o una vocación. Y al haber experimentado la atracción de Jesús, Andrés va a informar a su hermano Simón Pedro, que entonces va a conocer a Jesús.
Andrés y su compañero dejan todo de lado aquel día, para estar en la compañía de Jesús. Impresionados, deciden ser sus seguidores.  Juan Bautista reconoce a Jesús por quién es y se regocija en el poder del Espíritu que obra. Y es libre para dejar que sus discípulos se alejen de él para seguir a Jesús. A sus discípulos, Juan los  guió hacia el Maestro peregrino. Y Jesús hace algo muy característico de Él: plantea la pregunta más fundamental de la vida:¿Qué están buscando?
Señor,  bendíceme con un claro sentido de mi llamado. Hazme sensible a la acción de tu Espíritu. Dame la libertad para ser tu testigo en mi actual situación.

Sábado  5 de enero    Primer sábado de mes
Juan 1,43-51: “ … “Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel”.

Al estar con Jesús, los discípulos van profundizando en su relación con él, lo van descubriendo y se van comunicando esta novedad unos a otros. En este entramado de relaciones humanas: Andrés, Simón, Felipe, Natanael, cada cual tiene sus tiempos, pero todos van encontrando una palabra para expresar lo que este Maestro representa en sus vidas. Natanael lo llamó Hijo de Dios y Rey de Israel. Natanael queda descrito en el Evangelio de hoy como el mejor exponente de la fe cristiana. Ha sido llamado, ha respondido de forma inmediata, y se ha incorporado con decisión al universo ilusionante de las promesas que constata como realidades ya presentes en Jesús el Señor.
A la luz de la figura de Natanael nos podemos preguntar ¿con qué palabras podemos decir quién es Jesús para cada uno de nosotros?

Domingo 6 de enero     Solemnidad de la Epifanía del Señor

Mateo 2,1-12:  Los Magos “Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría y al entrar en la casa, encontraron al Niño, con María, su Madre y postrándose, le  rindieron homenaje”

Los sabios o magos de oriente, simbolizan a los pueblos paganos que descubren a Jesús. En ellos estamos representados los creyentes de todos los pueblos que conocimos a Cristo. Cuando el texto dice que los sabios se llenaron de alegría, nos invita a preguntarnos si vivimos con gozo nuestro propio encuentro con Jesús. Estos sabios vieron la estrella, que es como decir, la irradiación de la luz de Jesús, la gloria que Él refleja, y que es  tan luminosa que se podía ver de lejos. En esta fiesta cada uno de nosotros celebra que Cristo se manifestó perso-nalmente a su propia vida. La Epifanía, manifestación de Jesús a todos los pueblos del mundo, nos invita a ofrecer aquello que tenemos, a Dios y a los hermanos: amor puro y desinteresado (oro), oración constante (incienso), y buenas obras (mirra). Sólo así podremos distinguir y seguir la luz que nos lleva al encuentro gozoso con el Dios hombre que viene a salvarnos.