Hermanos, iniciamos este primer día del año del Señor
2020, con la celebración de la solemnidad de Santa María, Madre de Dios. La
Madre del Redentor camina con nosotros y nos guía, con ternura materna, hacia
el futuro. Así, ayuda a la humanidad a cruzar todos los umbrales de los años,
de los siglos y de los milenios, sosteniendo su esperanza en Aquel que es el
Señor de la historia. Como ella, estemos atentos a lo que el Señor quiere
decirnos, para poder descubrir en nuestra vida de cada día, la salvación de
Dios.
Y
en este día celebramos también la Jornada Mundial de la Paz, para pedir a Dios
una bendición sobre todos nosotros en este año que comenzamos; sobre nuestras
familias, sobre nuestro pueblo, implorando la paz, esa paz que tanto
necesitamos. Comencemos esta Santa Misa con
mucho gozo. De pie cantamos...
MONICIONES A LAS
LECTURAS
OPCIÓN 1: MONICIÓN ÚNICA
PARA TODAS LAS LECTURAS
En
el inicio de un nuevo año todos deseamos también el comienzo de algo nuevo. Las
lecturas que ofrece la liturgia de hoy están en consonancia con todo ello, pues
todas hablan de bendición. La fórmula del libro de los Números expresa el deseo
de que Dios proteja a su pueblo. En el evangelio, la bendición se hace carne
con el nacimiento de Jesús. La bendición,
en la segunda lectura, se muestra en el ser hijos, no esclavos, herederos de la
casa de Dios. Escuchemos con mucha atención.
OPCIÓN 2: MONICIONES
PARA CADA LECTURA
PRIMERA LECTURA (Números 6, 22-27)
Escucharemos
del Libro de los Números una fórmula de bendición que tiene muy buen sentido el día de hoy:
también nosotros necesitamos, para todo el año que empieza, esa bendición de
Dios.
SEGUNDA LECTURA (Gálatas 4, 4-7)
La
lectura de San Pablo nos recuerda el gran don que nos otorgó Jesús al hacerse
hombre y nacer de la Virgen María: nos hizo ser hijos de Dios por adopción.
EVANGELIO (Lucas 2, 16-21)
María,
la Madre de Dios, aparece en el siguiente relato cumpliendo la ley judía y
conservando en su corazón todas las maravillas que sucedían en torno a su
recién nacido, Jesús. Aclamémoslo jubilosamente
cantando el Aleluya.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada petición respondemos: BENDÍCENOS SEÑOR, CON TU PAZ
PRESENTACIÓN DE LAS
OFRENDAS
Con
las ofrendas de Pan y Vino, ofrezcamos también al Señor nuestros proyectos para
el nuevo año, especialmente nuestro esfuerzo por construir la paz, comenzando
por nuestros hogares. Cantamos...
COMUNIÓN
Comencemos
este año 2020 recibiendo a Jesús, el Príncipe de la paz, en su Palabra y ahora
en este alimento de vida, para que sea la fortaleza, el gozo, la esperanza, que
nos ayude a recorrerlo, de acuerdo con lo que el Señor nos ha enseñado. Cantamos...
COMUNIÓN
ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que
no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la
Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente
presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
Al
iniciar este primer día del año, pidamos a María, la Madre de Jesús, que nos
ayude a comprender y a vivir cada día la fraternidad que brota del corazón de
su Hijo, para llevar paz a todos los hombres en esta querida tierra nuestra. Nos despedimos cantando...
“Que el Dios de la paz nos bendiga y
venga en nuestra ayuda.
Que María, Madre del Príncipe de la
paz y Madre de todos los pueblos de la tierra,
nos acompañe y nos sostenga en el
camino de la reconciliación, paso a paso.
Y que cada persona que venga a este
mundo pueda conocer una existencia de paz
y desarrollar plenamente la promesa
de amor y vida que lleva consigo”.
(Mensaje
JMP 1º de enero 2020)