Santa María Madre de Dios. 1º de enero 2020

Hermanos,  iniciamos este primer día del año del Señor 2020, con la celebración de la solemnidad de Santa María, Madre de Dios. La Madre del Redentor camina con nosotros y nos guía, con ternura materna, hacia el futuro. Así, ayuda a la humanidad a cruzar todos los umbrales de los años, de los siglos y de los milenios, sosteniendo su esperanza en Aquel que es el Señor de la historia. Como ella, estemos atentos a lo que el Señor quiere decirnos, para poder descubrir en nuestra vida de cada día, la salvación de Dios.

Y en este día celebramos también la Jornada Mundial de la Paz, para pedir a Dios una bendición sobre todos nosotros en este año que comenzamos; sobre nuestras familias, sobre nuestro pueblo, implorando la paz, esa paz que tanto necesitamos. Comencemos esta Santa Misa con mucho gozo. De pie cantamos...

 

MONICIONES A LAS LECTURAS

 

OPCIÓN 1: MONICIÓN ÚNICA PARA TODAS LAS LECTURAS

 

En el inicio de un nuevo año todos deseamos también el comienzo de algo nuevo. Las lecturas que ofrece la liturgia de hoy están en consonancia con todo ello, pues todas hablan de bendición. La fórmula del libro de los Números expresa el deseo de que Dios proteja a su pueblo. En el evangelio, la bendición se hace carne con el nacimiento de Jesús.  La bendición, en la segunda lectura, se muestra en el ser hijos, no esclavos, herederos de la casa de Dios. Escuchemos con mucha atención.

 

OPCIÓN 2: MONICIONES PARA CADA LECTURA

PRIMERA LECTURA (Números 6, 22-27)

Escucharemos del Libro de los Números una fórmula de bendición  que tiene muy buen sentido el día de hoy: también nosotros necesitamos, para todo el año que empieza, esa bendición de Dios.

 

SEGUNDA LECTURA (Gálatas 4, 4-7)

La lectura de San Pablo nos recuerda el gran don que nos otorgó Jesús al hacerse hombre y nacer de la Virgen María: nos hizo ser hijos de Dios por adopción.

 

EVANGELIO (Lucas 2, 16-21)

María, la Madre de Dios, aparece en el siguiente relato cumpliendo la ley judía y conservando en su corazón todas las maravillas que sucedían en torno a su recién nacido, Jesús. Aclamémoslo jubilosamente cantando el Aleluya.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada petición respondemos: BENDÍCENOS SEÑOR, CON TU PAZ

  •       Por la santa Iglesia de Dios, llamada por el Señor a dar testimonio de su amor al mundo. Que en este año que comenzamos el Espíritu nos aliente en la tarea de la evangelización. Oremos
  •         Por la paz en el mundo, por el fin de las guerras y conflictos. Que los gobernantes promuevan una paz fundamentada en la justicia y la fraternidad. Oremos
  •         Por los enfermos y los que viven preocupados: para que poniendo sus inquietudes en manos de María encuentren el consuelo y la ayuda necesaria. Oremos
  •      Por el papa, los obispos, los sacerdotes y todos los fieles: para que sean en el mundo instrumentos de la paz que viene desde lo Alto. Oremos
  •       Por quienes en otros años celebraban con nosotros estas Santas Fiestas y han partido de este mundo: para que en el Reino Eterno contemplen el rostro de Cristo. Oremos
  •      Por nosotros aquí reunidos: para que en el año que hoy comienza nos dejemos transformar por el Señor y seamos constructores de la paz en nuestras familias. Oremos

 

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS

Con las ofrendas de Pan y Vino, ofrezcamos también al Señor nuestros proyectos para el nuevo año, especialmente nuestro esfuerzo por construir la paz, comenzando por nuestros hogares. Cantamos...

 

COMUNIÓN

Comencemos este año 2020 recibiendo a Jesús, el Príncipe de la paz, en su Palabra y ahora en este alimento de vida, para que sea la fortaleza, el gozo, la esperanza, que nos ayude a recorrerlo, de acuerdo con lo que el Señor nos ha enseñado. Cantamos...

 

COMUNIÓN ESPIRITUAL:

Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:

Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,

pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

 

Creo Señor mío que estás realmente presente

en el Santísimo Sacramento del altar.

Te amo sobre todas las cosas y deseo

ardientemente recibirte dentro de mi alma;

pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,

ven al menos espiritualmente a mi corazón.

Y como si te hubiese recibido, me abrazo

y me uno todo a Ti;

Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.

Amén.

 

DESPEDIDA:

Al iniciar este primer día del año, pidamos a María, la Madre de Jesús, que nos ayude a comprender y a vivir cada día la fraternidad que brota del corazón de su Hijo, para llevar paz a todos los hombres en esta querida tierra nuestra.  Nos despedimos cantando...

 

 

“Que el Dios de la paz nos bendiga y venga en nuestra ayuda.

Que María, Madre del Príncipe de la paz y Madre de todos los pueblos de la tierra,

nos acompañe y nos sostenga en el camino de la reconciliación, paso a paso.

Y que cada persona que venga a este mundo pueda conocer una existencia de paz

y desarrollar plenamente la promesa de amor y vida que lleva consigo”.

 

(Mensaje JMP 1º de enero 2020)