QUERIDOS
HERMANOS. Les damos la más cordial bienvenida a la casa de Dios para la celebración
de esta Santa Misa en el Segundo Domingo después de Navidad. En los primeros
días del nuevo año, seguimos meditando y celebrando el gran misterio de la
Encarnación del Hijo de Dios en nuestra historia. Imitando, también en esto, la
actitud de María, la Madre, que "conservaba todas estas cosas,
meditándolas en su corazón".
Animados por estos
sentimientos, de pie comencemos la celebración de estos misterios cantando juntos
el canto de entrada.
OPCIÓN 1: MONICIÓN PARA
TODAS LAS LECTURAS
En
Navidad celebramos que “Dios-está-con-nosotros” y las lecturas de este domingo
nos ayudan a seguir profundizando en el misterio de su Encarnación. La
Sabiduría que se presenta a sí misma en el libro del Eclesiástico viene de
Dios. Inspirándose en este pasaje, el prólogo del evangelio de Juan nos cuenta
la historia de la Palabra que estaba junto a Dios pero viene a habitar en medio
de nosotros. Pablo, en la segunda lectura, afirma que todo ello responde al
proyecto trazado por Dios desde la eternidad. Pongamos mucha
atención a estas lecturas.
OPCIÓN 2: MONICIÓN PARA
CADA UNA DE LAS LECTURAS
PRIMERA LECTURA (Eclesiástico 24. 1-2. 8-12)
La
primera lectura, habla de la sabiduría divina que ha establecido su morada en
el pueblo elegido. Escuchemos
2ª. LECTURA:
(Efesios 1,3–6.15-18)
En
la Segunda Carta a los Efesios, Pablo canta las excelencias incomparables de la
nueva vida en Jesucristo, que se encarnó y habitó entre nosotros.
EVANGELIO:
(Juan 1,1-5.9-14)
Escucharemos
hoy un resumen teológico, del misterio de la Navidad, y de toda la historia de
la salvación. Cantemos
primero el Aleluya para escuchar este gran mensaje.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
A
cada una de las intenciones respondemos: “ESCUCHA PADRE, LA ORACIÓN DE TUS HIJOS”
Podemos
agregar/suprimir intenciones ….
PRESENTACIÓN DE LAS
OFRENDAS:
Llevemos
ahora al altar las ofrendas de Pan y Vino, con las que también presentamos nuestras
ilusiones y esperanzas para este nuevo año y la limosna solidaria para el sostenimiento
de tu Iglesia. Acompañamos cantando:.
COMUNIÓN:
Jesús,
que se hizo carne y habitó entre nosotros, quiere seguir habitando en nuestros
corazones. Acerquémonos a recibirle
cantando:
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la
comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse
a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando
la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente
presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora
sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
Cristo
habita ya entre nosotros. Despidámonos de esta asamblea y vayamos a hacerlo
presente en el mundo que nos rodea. Nos retiramos cantando