1er DOMINGO ADVIENTO. “B”. 3 de diciembre


1er DOMINGO ADVIENTO. “B”.     3 de diciembre



Estamos iniciando el calendario “litúrgico”, ciclo “B”, con el tiempo de Adviento y el motivo fuerte y profundo se refiere a la “pronta venida de Cristo”. En el contexto de ésta venida, el cristiano vive su propio camino. Las lecturas bíblicas de este tiempo proponen los lineamientos del camino del cristiano que espera encontrarse con su Señor.

La liturgia nos propone el evangelio de San Marcos, que nos llama a estar atentos, a estar prevenidos porque el "Señor Vendrá y no sabemos cuándo será el momento", por eso hay que estar prevenidos.

Jesús, dirigiéndose a sus discípulos, propone la imagen de este hombre que se va de viaje y que llama a sus servidores. A cada uno les confía una misión, luego, también, recomienda al portero que permanezca en vela, porque el Señor vendrá y pedirá cuentas de lo que se ha hecho y de lo que no se ha hecho.

El Señor, nos va a preguntar ¿Qué hemos hecho, con lo que nos ha confiado? Sí hicimos producir ese talento, esos dones que hemos recibido y si realmente los hemos puesto al servicio de la comunidad.

Pidámosle al Señor, que nos convierta el corazón, que nos ayude a prepararlo como ese pesebre de Nazaret, en donde Jesús nace y reina.

Aprovechemos este tiempo para que sea especial, para que cuando celebremos la Navidad podamos vivir el gozo y la alegría de saber que Jesús, nace de nuevo en nuestro corazón, en nuestras familias, en nuestra comunidad y sociedad.

Que lindo sería para todos nosotros poder asumir el camino del Señor, de la sencillez y la pobreza, para poder ser personas de bien y sobre todo personas  ricas en su presencia.

 

ORACIÓN

 

Ven, Señor, a liberarnos

de todo lo que nos impide avanzar con libertad.

Ven, Señor, danos fuerza

para escapar de todo lo que nos pueda separar de Ti.

Ven Señor, haz renacer en nosotros la esperanza

de caminar siempre por tus sendas.

Ven, Señor Jesús, en este nuevo Adviento

y acoge nuestras limitaciones y temores

para que renazcamos a una vida nueva.

 

TEXTO BÍBLICO MC. 13. 33-37

 

En este primer domingo de Adviento la liturgia nos presenta un texto del Evangelio de Marcos. Por medio de una parábola, el Señor nos invita a reflexionar y ser conscientes de lo que será nuestro encuentro definitivo con Él. Por eso repite: “…estén preparados, estén vigilantes…estén despiertos…”.

 

LECTURA: ¿Qué dice el texto? Atiende todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos.

 

 “Tengan cuidado y estén preparado, porque no saben cuándo llegará  el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que permanezca en  vela. Estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y los encuentre dormidos.  Lo que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!».

 

El evangelio de este domingo es una pequeña parábola que habla de la venida del dueño de la casa. Por lo mismo, el “dueño” (“dueño” = “Señor”), viene al encuentro de sus siervos mientras ellos están ocupados a su servicio y en un tiempo que se señala durante la “noche”. Hay un mandato que es el de “vigilar” y viene motivado por Jesús así: “No sabéis a qué hora será el momento preciso”, es decir, “el día y la hora”, del regreso de su Señor. Estas palabras parecen unir la necesidad de la vigilancia con la ignorancia del tiempo en el cual el Señor vendrá al encuentro de sus siervos. Tal motivación se confirma con la imagen del ladrón, lo imprevisible y lo clandestino. El dueño de la casa motiva a los siervos en la necesidad de una vigilancia continua, ininterrumpida, incansable. Para los siervos que se mantienen despiertos, el Señor no llega inesperadamente porque “lo están esperando”, siempre están atentos para abrirle la puerta mientras llega y toca. Estos tales, son declarados “Bienaventurados”, justamente porque están “despiertos” y “prontos”.

 

MEDITACIÓN ¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior.¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

 

Vigilar es sobre todo, estar atento y en tensión para captar “al que está por llegar”, para sentir casi en anticipo sus pasos, para anticipar el abrazo y el “apretarse a él”, cuando su rostro se aclara y no se esconde más. “Vigilar” será entonces una actitud orientada hacia el encuentro esperado. Todavía más, es estar esperando lo inesperado, no se sabe en qué hora llegue ni cuál es la forma en que llegue. Existe por lo tanto el riesgo de la rutina de una administración cansada de lo que se nos ha dejado administrar. Es necesario recuperar la dimensión de la espera tan viva y fuerte en los profetas y en los apóstoles; y tan perdida en nuestro tiempo. El mejor medio para conocer a Dios es buscarle e ir a su encuentro; es no tenerlo, sino desearlo con ardiente sed, andar buscándolo, hurgando en los signos y en los sonidos su voz  e “ir a su encuentro”.

Nos preguntamos:

*      ¿Es nuestra vida una vida de esperanza, de búsqueda, de utopía… en la que tienen un papel importante Dios y los hermanos?

En este tiempo de Adviento, es bueno mirar cuáles son nuestras prioridades, nuestros objetivos, nuestros intereses…

*      ¿Cómo nos disponemos a vivir este nuevo año? ¿Hemos crecido? ¿Podemos decir que estamos más cerca de Dios y que nuestra vida refleja y manifiesta el proyecto de amor del Padre?

La esperanza nos lleva a trabajar cada día en nuestro crecimiento con y en Dios. La Palabra nos indica hoy estas actitudes: Vigilancia, esperanza, confianza, responsabilidad…

*      ¿Cómo estamos en estos aspectos?

 

ORACIÓN ¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios...

 

Padre Bueno, que nos invitas a estar en espera, al acecho de tu venida y en actitud de vigilancia. Porque nos has llamado a cuidar y administrar tus bienes y nos has comprometido en el trabajo que Tú quieres que hagamos mientras Tú regresas.

Te suplicamos que nos enseñes a administrar lo que es tuyo; pero más importante que nos enseñes a vivir con actitud creativa la vigilancia y con sed ardiente tu espera, porque vas a llegar en el momento más inesperado y nos quieres disponibles y rindiéndote cuentas de lo  que te pertenece.

Hoy nos señalas que lo importante es vivir en vigilancia; es decir, en espera de tu persona; que nuestros pensamientos y acciones sean expresiones de atención a la menor indicación de que el Señor está por llegar; que nuestros pensamientos estén completamente marcado por Ti y por tu pronta venida; que todo nuestro ser, gire en torno a ésta venida y a este acontecimiento. Te pedimos, Señor, que nos enseñes a esperar al Esperado, que eres Tú y que nuestra vida no caiga en la rutina de una administración de tus bienes sin sentido.

 

CONTEMPLACIÓN-ACCIÓN ¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

 

En esta semana de Adviento, Jesús te pide que te prepares para recibirlo con un corazón limpio y generoso cuando nazca esta Navidad. “Velad”, que cuando llegue no te encuentre ofuscado por los afanes terrenos, por la tentación de la vida fácil y superficial, por el egoísmo de pensar sólo en tus problemas y en tus intereses… ¿Qué piensas hacer para estar vigilante?

Estarás atento a la venida del Señor, si cuidas tu oración personal, si no descuidas pequeños sacrificios o mortificaciones, si estás pendiente de las necesidades del hermano, si llevas luz y esperanza en tu hacer de cada día.

 

El Señor nos habla de estar preparados y vigilantes.

ü  El Adviento es el tiempo ideal para hacer una buena RECONCILIACIÓN. Disponte a recibir el perdón del Señor por medio de este Sacramento.

ü  Dedica más tiempo al Señor, para encontrarte con Él en la oración y en la Eucaristía.

ü  Concreta cómo te vas a preparar para la Venida del Señor y qué vas a hacer para que la Navidad te encuentre a ti, a tu familia, tus amigos, tu grupo o comunidad más unidos al Señor.

ü  Proponte alguna acción concreta para ayudar a los más necesitados.