LITURGIA SEMANAL 2ª semana durante el año 21-27 de enero

2ª semana durante   el año      21-27 de enero

Lunes 21 de enero         Santa Inés, Virgen y mártir (MO)
Marcos 2,18-22  “¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?»

Los fariseos le preguntan sobre el ayuno y su observancia, pero Cristo va más lejos porque su mensaje es un mensaje de esperanza y de vida. Él sabía que algún día estaríamos solos, sin su presencia. En aquel momento futuro sus discípulos ayunarán. El proyecto predicado por Jesús nos revela que estamos en un tiempo nuevo donde todo lo antiguo ha pasado. Un tiempo donde no hay espacio para las dudas y por ello debemos abrir el corazón y acoger con fe el ‘vino nuevo’ de la misericordia de Dios.
La Eucaristía es para el cristiano la fuerza en los problemas diarios, el sostén en el cansancio, la vida en la enfermedad. Allí está presente Cristo. Él está allí esperándonos, para que seamos saciados con el Pan de los Ángeles, y rejuvenezcamos, cobremos más fuerzas y sigamos el camino estrecho, camino que da la plena felicidad.

Señor, hoy me invitas a dejar lo viejo, lo desgastado, la rutina. Me propones desprenderme del espíritu deteriorado y débil con el que a veces vivo mi fe. Me llamas a más, a estar en pie de lucha con un amor y un fervor renovado. Para que mi amor sea nuevo cada día debe alimentarse en la oración y en los sacramentos, por eso pido la intercesión de tu santísima Madre, para me ayude a renovar hoy mi amor por ti, para que me ayude a buscar continuamente mi renovación interior.

Hoy la santa Iglesia celebra la festividad de SANTA INÉS, virgen y mártir (s. IV). Esta joven que no tenía más que trece años, prefirió sufrir el martirio antes que renunciar al amor de su divino Maestro siéndole infiel. Santa Inés tuvo fe en la presencia de Jesucristo en su vida y, desde el principio quiso convertirse en su esposa. Jesús le reveló palabras de amor y la hizo entrar en comunicación con Dios, presente en ella. Desde aquel momento, comprendió que su misión era la de corresponder a esa fe en el abandono, con una disponibilidad total. A causa del ejemplo que ella nos da, san Jerónimo escribe: «Todas las naciones celebran su ejemplo en la fe y le rezan».

Martes 22 de enero   Comienza la J.M.J 2019-Panamá 22-27 de enero
Marcos 2,23-28 “"El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado".

El sábado era para Israel un modo de imitar a Dios, porque así como Dios descansó el séptimo día de la Creación, la Ley invitaba al Pueblo Elegido, a descansar el sábado y, de esa manera, dar testimonio de su pertenencia al Dios de la Alianza.  Por ello, no era un asunto de simple descanso; era más bien un modo de vivir la religión  y su pertenencia a Dios.
Cundo los fariseos interpelan a Jesús por qué sus discípulos arrancaban espigas en día sábado, él les responde: “El Hijo del hombre es dueño del sábado”. Con ello Él se está poniendo como dueño y señor de esta institución judía, e invita a reconocerlo a Él como el auténtico camino para llegar a Dios y vivir plenamente la Ley.
La controversia entre Jesús y los Fariseos aparece en todas las páginas del Evangelio de Marcos. Jesús va sin miedo y de inmediato, en defensa de sus hambrientos discípulos. Para Jesús las necesidades humanas superan las demandas del ritual del sábado.
El perdón, la misericordia y la compasión están en el corazón de la verdadera religión. Sin es-tas cualidades todo el resto sería una actuación vacía y sin corazón.

Miércoles 23 de enero
Marcos 3,1-6  Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: “Ven y colócate aquí delante”. Y les dijo: “¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?”

Una vez más, san Marcos nos sigue presentando conflictos entre Jesús y las autoridades religiosas. Ellos quieren acusar a Jesús y están como “espiándolo” a ver si se atreve a con-travenir todos los preceptos. El segundo mandamiento de la Ley, mandaba “santificar el sábado”, y por tanto estaba prohibido trabajar. Para los fariseos, curar a un enfermo era lo mismo que trabajar. Ellos colocaban la Ley por encima del bienestar de las personas, y el hecho de que Jesús pusiera las necesidades de los enfermos por encima de la Ley, les inco-modaba. Además, Jesús desconcierta a todos con su pregunta: “¿está permitido hacer el bien o hacer el mal…?” No pregunta si se puede o no curar en día sábado como todos esperaban.
Jesús hoy nos invita a cambiar el frío cumplimiento de la ley por el mandamiento del amor, para que todas las cosas que logremos hacer, tanto pequeñas como grandes, se vean en-grandecidas y aporten significativamente, en la humilde tarea de transformar la realidad.
Hoy nos podemos preguntar ¿en qué medida con nuestras actitudes nos asemejamos a las  autoridades que criticaban a Jesús? ¿en qué medida manifestamos misericordia en nuestro actuar?

Jueves 24 de enero      María, Reina de la Paz       San Francisco de Sales (ML)
Lucas 1,26-38  “María dijo entonces: Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho".
Hoy contemplamos la escena de la Anunciación. Dios, siempre fiel a sus promesas, a través del ángel Gabriel hace saber a María que es la escogida para traer al Salvador al mundo. Tal como el Señor suele actuar, el acontecimiento más grandioso para la historia de la Humani-dad: ‘el Creador y Señor de todas las cosas se hace hombre como nosotros’, sucede de la manera más sencilla: una chica joven, en un pueblo pequeño de Galilea, sin espectáculo.
El modo es sencillo; el acontecimiento es inmenso. Como son también inmensas las virtudes de la Virgen María: llena de gracia, el Señor está con Ella, humilde, sencilla, disponible ante la voluntad de Dios, generosa. Dios tiene sus planes para Ella, como para ti y para mí, pero Él espera la cooperación libre y amorosa de cada uno para llevarlos a término. María nos da ejemplo de ello: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». No es tan sólo un sí al mensaje del ángel; es un ponerse en todo en las manos del Padre-Dios, un abandonarse confiadamente a su providencia entrañable, un decir sí a dejar hacer al Señor ahora y en todas las circunstancias de su vida. De la respuesta de María, así como de nuestra respuesta a lo que Dios nos pide, dependen muchas cosas grandes.

Viernes 25 de enero      Conversión de San Pablo Apóstol  (F)
Marcos 16-15-18 "Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación”

Hoy es la fiesta de la conversión de San Pablo y la Iglesia nos ofrece en la liturgia, el texto donde Jesús nos dice que vayamos por todo el mundo, que recorramos la historia, que cami-nemos la realidad, que no nos quedemos encerrados, para ayudarlo a Él, en dos realidades: para ‘predicar’, para anunciar a Jesucristo; y para ‘curar’,  es decir para anunciar la Salvación de Dios.  Este es el proyecto de vida, que la fiesta de la conversión de San Pablo y el Evan-gelio de hoy nos propone. Un proyecto de vida donde el centro de gravedad no sea nuestro egoísmo, nuestra mediocridad, o nuestros gustos, sino Jesucristo, el Señor de la historia, aquel a quien pertenecemos y que nos pertenece desde el día de nuestro bautismo.
San Pablo, de perseguidor de los cristianos, por el paso de Jesucristo en su vida, se trans-formo en el heraldo del Evangelio, en el Apóstol clave, que anunció en todo el mundo,  no judío de aquel momento, que Jesucristo es el Señor. Y él, después de su conversión nos dice que el mejor regalo que puede recibir una persona, es conocer a Jesús, porque nosotros, lo mejor que nos ha ocurrido en la vida es haberlo encontrado y lo mejor que podemos hacer en la vida, es darlo a conocer, con nuestras palabras, con nuestras obras y nuestro gozo.

Sábado 26 de enero      Santos Timoteo y Tito Obispos (MO)
Lucas 10,1-9  "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha”.

El evangelio de hoy nos habla no sólo del grupo de los 12, sino también de 72 discípulos, a los que Jesús envía de dos en dos, a evangelizar; a anunciar la llegada del Reino de Dios entre los hombres. Los manda de dos en dos y les da las indicaciones necesarias para poder realizar su misión.
Jesús, al enviar a sus misioneros les dice como deben comportarse: hay que anunciarlo por el mundo, sin llevar nada más que su palabra, que es un mensaje de paz y de amor, quedán-donos con quien quiera recibirnos, pero sin despreciar a los que no lo hacen. Aunque la misión no sea fácil, Jesús nos dice que pongamos nuestra fe y nuestra confianza en Dios que nos da su fuerza a través del Espíritu Santo.
Jesús nos invita a viajar ligeros de equipaje, a no abrumarnos ni deprimirnos, de manera que, con más facilidad, podamos ofrecer paz a aquellos con quienes nos encontremos. Él nos im-pulsa a ofrecer confiadamente una bendición, sin preocuparnos por la manera en que los otros acepten nuestros buenos deseos.

Hoy celebramos la memoria de los santos TIMOTEO Y TITO, obispos. Destacan sencillamente por decir "sí" al Señor. ¡Qué alegría hemos de sentir cuando vemos la generosidad en la entrega de estos discípulos de san Pablo!: tienen dificultades en su predicación, se mantienen fieles, son capaces de sobreponerse y dan testimonio.
«Rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias». He aquí dos claves que seguro vivieron estos santos: la oración (pedir al Señor para que muchos quieran seguir siendo sus discípulos); y el desprendimiento para poder seguirle (¿qué nos dificulta para ser portadores de la buena noticia?)

Domingo 27 de enero        (IIIº durante el año)
Lucas 1,1-4; 4,14-21  “ «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír”.

Lucas describe con todo detalle lo que hace Jesús en la sinagoga de su pueblo: se pone de pie, recibe el libro sagrado, busca él mismo un pasaje de Isaías, lee el texto, cierra el libro, lo devuelve y se sienta. Todos han de escuchar con atención las palabras escogidas por Jesús pues exponen la tarea a la que se siente enviado por Dios.
El texto no habla de organizar una religión más perfecta, sino de comunicar liberación, espe-ranza, luz y gracia. Esto es lo que lee Jesús. “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres,  ….”.
El Espíritu de Dios está en Jesús enviándolo a los pobres, orientando toda su vida hacia los más necesitados, oprimidos y humillados. En esta dirección hemos de trabajar sus seguidores. Esta es la orientación que Dios, encarnado en Jesús, quiere imprimir a la historia humana. Los últimos han de ser los primeros en conocer esa vida más digna, liberada y dichosa que Dios quiere ya desde ahora para todos sus hijos.