III DOMINGO DE PASCUA CICLO C 5/05
Queridos hermanos, les damos una fraternal bienvenida a este lugar Santo en el que nos congregamos para celebrar la Santa Misa en el III Domingo de Pascua. El Señor resucitado se nos hace presente; en verdad está con nosotros. Reconozcámoslo en nuestra asamblea; en la palabra que escucharemos y en el alimento santo que vamos a compartir. Con gozo y ensalzando al Señor que nos ha librado, entonamos el canto de entrada, para comenzar esta Santa Misa...
MONICIONES A LAS LECTURAS
OPCIÓN 1: MONICIÓN PARA TODAS LAS LECTURAS
Las lecturas de este domingo continúan centrándose en el misterio pascual Y subrayan el compromiso que implica la experiencia de la resurrección de Jesucristo. Testigos son los apóstoles, que proclaman el misterio de la fe cristiana, a pesar de las amenazas del Sanedrín. Testigos son “todas las criaturas que hay en el cielo. Testigos somos también nosotros cuando escuchamos la Palabra de Dios con atención.
OPCIÓN 2: MONICIÓN PARA CADA UNA DE LAS LECTURAS
PRIMERA LECTURA (Hechos 5, 27b-32. 40b-41)
Ante las amenazas de las autoridades judías, los apóstoles deciden obedecer a Dios antes que a los hombres, convirtiéndose en testigos de la resurrección. Escuchemos
SEGUNDA LECTURA (Apocalipsis 5, 11-14)
El cordero Pascual es el centro de la alabanza de la liturgia en el cielo, celebrada por la Iglesia en la tierra. Con los coros angélicos, toda la naturaleza se une en alabanza al Cordero Pascual. Escuchemos esta página del Apocalipsis que describe la liturgia del cielo.
EVANGELIO (Juan 21, 1-19)
Este domingo escuchamos el relato de la última aparición de Jesús a sus discípulos invitán-doles a comer. Pedro confiesa su amor a Jesús y recibe la misión de apacentar a sus ovejas. De pie entonamos el aleluya
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada invocación respondemos: CRISTO RESUCITADO, ESCÚCHANOS
Por el Papa Francisco, sucesor de Pedro, para que continúe con valentía cumpliendo la misión de apacentar a las ovejas, auxiliado por el Espíritu Santo, en estos tiempos tan difíciles en los que hay que dar testimonio incluso con la propia vida. Oremos.
Por la Iglesia; para que, caminando al paso de la humanidad, sepa llevar a todos la esperanza gozosa de la resurrección en Cristo, Oremos.
Por los gobernantes de nuestro país, para que Cristo Resucitado sea el modelo a seguir en la conducción de la nación. Oremos.
Por los que sufren viviendo sin fe, los que caminan sin esperanza, decepcionados, como los dos de Emaús; para que el Señor Jesús camine junto a ellos, abra sus ojos y encienda sus corazones. Oremos.
Por nosotros, aquí reunidos; para que seamos capaces de reconocer a Jesús en el prójimo, que camina a nuestro lado y seamos solidarios ante tantas necesidades. Oremos.
Para que Cristo, el Señor, salve y bendiga nuestra parroquia (comunidad), y conceda la paz, la alegría y el descanso en las fatigas a los que hoy nos hemos reunido aquí para celebrar su triunfo. Oremos
PRESENTACION DE OFRENDAS
Presentemos ahora, llenos de gratitud y confianza, nuestros dones al Padre Celestial, Acep-temos la invitación que ÉL nos hace para participar una vez más en las bodas del Cordero. Acompañamos la procesión de las ofrendas, cantando
COMUNION
Jesús nos prepara el alimento que nos fortalece para que seamos misioneros en este mundo con nuestro testimonio de vida. Acerquémonos a recibirlo cantando ….
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA
Siguiendo el ejemplo de los Apóstoles, vayamos a dar, ante todos los que nos rodean, un testimonio valiente y decidido de nuestra fe. Mantengámonos firmes en nuestra adhesión a Cristo y en nuestra fidelidad a su santa Iglesia. Nos despedimos cantando…