Jueves santo de la cena del señor
En
esta tarde Santa, a la misma hora aproximadamente en la que Jesús se reunió con
sus discípulos para celebrar la Cena Pascual, nosotros, como comunidad creyente,
nos reunimos para revivir aquel momento
entrañable.
Jesús,
sabía que aquella era su «ultima cena». Sabía que estaba decretada su muerte. Por eso, antes de despedirse de los suyos,
quiso resumir con unos gestos todo el sentido de su vida y de su Palabra:
partió el pan y se los dio a sus discípulos. Tomó una copa de vino y la
repartió entre ellos: «Hagan esto en memoria mía».
Esta
liturgia vespertina significa el "día del amor de Cristo llevado «hasta el
extremo», día de la Eucaristía, día del sacerdocio"; su entrega, se hace
testamento, sacrificio y sacramento a perpetuidad, y en su momento culminante,
es nuevamente el primer Jueves Santo: última cena pascual y primera Cena del Señor;
y Jesús, en medio de nosotros, nos hablará y luego nos invitará a participar
del alimento que nos llevará a la Pascua eterna.
Desde
entonces, generaciones de cristianos, de todos los tiempos y de todas las razas,
han conservado vivos estos recuerdos y los han transmitido hasta nosotros. Vivamos
con intensidad este momento, dejándonos transformar por la Palabra de Dios y
por la comunión en su Cuerpo. Nos
ponemos de pie para comenzar la celebración cantando...
MONICIONES A LAS LECTURAS
OPCIÓN 1: Monición única para
todas las lecturas
Las
lecturas del día de hoy giran en torno a la celebración de la Cena Pascual que
realizaban los judíos, misma que también celebró Jesús, a la cual le dio un
nuevo sentido, tal como lo narra San Juan en su evangelio y nos lo recuerda San
Pablo. Escuchemos con atención los diferentes relatos que nos ilustran esta
gran celebración.
Opción 2: Moniciones para cada
lectura
Primera lectura (Éxodo 12, 1-8. 11-14)
Por
medio de la celebración de la Cena Pascual, el pueblo de Israel conmemoraba el
acontecimiento fundante de su identidad como pueblo: la liberación de Egipto,
signo del amor de predilección de Dios. Escuchemos el relato pascual del libro del Éxodo.
Segunda lectura (Corintios 11, 23-26)
De acuerdo con la tradición que Pablo recibió,
Jesucristo, durante su Última Cena, realizó el máximo acto de amor por la
humanidad, al instituir la Eucaristía. Escuchemos el más antiguo de los relatos eucarísticos del Nuevo Testamento.
Evangelio (Juan 13, 1-15)
También
Jesús celebró la Pascua pero él le dio un nuevo sentido. Quiso dar a sus
discípulos una muestra del amor inmenso que les tenía y de servicio, al
lavarles los pies. Abramos
el corazón al mensaje del Evangelio
MONICIÓN ANTES DEL LAVATORIO DE LOS
PIES
El
gesto de servicio humilde que realizó Jesús- lo repetirá ahora quien preside
nuestra Celebración. El Señor dijo: «si yo les he lavado los pies, también
ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros». Pidamos todos, en la
sinceridad de nuestro corazón, que el recuerdo de este gesto de Jesús, nos
ayude a ser, cada vez más, servidores sencillos y humildes de nuestros hermanos.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Confiando
en el amor y la misericordia de Dios, repitamos juntos después de cada petición: ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
Para
que la Iglesia sea hogar de misericordia y servicio para todos los hombres.
OREMOS
Para
que el Papa Francisco y nuestros Obispos, fortalecidos por el Espíritu Santo,
lleven la luz del Evangelio y el testimonio de la caridad a todos los pueblos
de la tierra. OREMOS
Para
que los sacerdotes sean fieles ministros de la Eucaristía y vivan intensamente
aquello que celebran. OREMOS
Para
que los religiosos, los consagradas, los laicos y los animadores de la vida
pastoral, viviendo plenamente el amor, demos ejemplo de unidad y mutuo servicio
al mundo. ORAMOS
Para
que crezcan en el corazón de los hombres sentimientos se generosidad y de
perdón. OREMOS
Para
que los que se sienten solos y abandonados encuentren motivos de confianza y
esperanza. OREMOS
Para
que los que viven hundidos en el mal encuentren una mano amorosa que los ayude
a levantarse. OREMOS
Para
que todos los habitantes de nuestra tierra, hagamos realidad en nuestro vivir cotidiano,
el mensaje del Evangelio y transformemos nuestra nación en una patria de
justicia, libertad y paz. OREMOS
Para
que aprendamos a servirnos unos a otros con amor fraterno y humildad. OREMOS
PRESENTACION DE LAS OFRENDAS:
Ofrecemos
al Señor, además del vino y el pan, nuestra vida y el anhelo de servir, amar y
entregarnos a Él de la misma manera como lo hace Dios con cada uno de nosotros.
INVITACIÓN A LA COMUNIÓN
Ahora Jesús en la comunión nos entrega su cuerpo y su sangre. No hubo
nunca ni habrá otra persona que haya hecho tanto por los hombres. Con fe y
confianza acerquémonos a recibirlo cantando.
MONICIÓN ANTES DEL TRASLADO DEL
SANTÍSIMO SACRAMENTO
A la
finalización de esta celebración que nos introduce en el Triduo Pascual de la Pasión
y Resurrección del Señor, llevaremos solemnemente el Cuerpo de Cristo hasta el
lugar reservado para que, hasta la medianoche, podamos darle culto, acompañarlo
ofreciéndole un poco de nuestro tiempo. Hoy -como en aquel Jueves Santo- el
Señor nos pide también a nosotros: «Quédense aquí y velen conmigo».
La
Liturgia de hoy termina con la procesión para llevar al Santísimo Sacramento
hasta el Monumento, donde se reservará el Cuerpo de Cristo para la Comunión de
mañana.
Una
vez cerrada la urna, después de unos momentos de adoración, el sacerdote y los
ministros se retirarán en silencio y se desnudará el altar.
MONICION DE DESPEDIDA
Hemos
iniciado el Triduo Pascual. Tengamos el ánimo dispuesto para seguir celebrando
los misterios de nuestra fe. No cerremos nuestro corazón Y MEDITEMOS en nuestras casas todo lo que aquí hemos
vivido.
Hoy
no vamos a recibir la bendición del sacerdote, ni se nos dirá: «Pueden ir en
paz». Porque esta Misa no termina hoy. Esta Misa apenas ha empezado; y se va a
prolongar durante el Triduo Sacro hasta culminar el sábado por la noche, con la
Vigilia Pascual.
SALIDA EN SILENCIO