GUION DE MISA SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD 16 de junio

  SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD    16 de junio

Queridos hermanos: Hoy la Iglesia celebra la solemnidad de la Santísima Trinidad, que pre-senta a nuestra contemplación orante el misterio de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Nuestro Dios es un Dios muy cercano a nosotros: permanece con nosotros y entre nosotros hasta el final de la historia. Él, que nos ha creado a su imagen y semejanza, nos sostiene en la existencia, nos comunica su vida divina y, por el bautismo nos hace sus hijos adoptivos: Dios, revelando al hombre su amor, llama a los hombres a participar en su misma vida y a entrar en comunión con Él. Con un corazón abierto a la acción de la Santísima Trinidad, comenzamos esta Misa, entonando juntos el canto de entrada...

MONICIONES A LAS LECTURAS
     OPCIÓN 1: MONICIÓN PARA TODAS LAS LECTURAS
En la Solemnidad de la Santísima Trinidad, las lecturas nos presentan un retrato vivo del Dios Trino a partir de sus actuaciones, tal como se nos describen en la Biblia. Este año, sus rasgos característicos son la creación inicial del cosmos, la gracia que nos ha comunicado en Cristo y en el Espíritu, y la admirable comunión que existe entre las divinas Personas. Escuchemos atentamente.

     OPCIÓN 2: MONICIÓN PARA CADA UNA DE LAS LECTURAS
PRIMERA LECTURA (Proverbios 8, 22-31)
Los sabios de Israel hablaban de la obra amorosa de Dios que crea el mundo y salva a su pueblo. Escuchemos

SEGUNDA LECTURA (Romanos 5, 1-5)
Lo que el Antiguo Testamento nos anunciaba sólo en figura, san Pablo nos lo va a anunciar ahora como una gozosa realidad, en un cántico a la salvación que Dios nos ha dado.

EVANGELIO (Juan 16, 12-15)

EVANGELIO:    Jn 16, 12-15
En la proclamación del Evangelio, Jesús va a anunciarnos ahora la obra salvadora de Dios, que continúa cada día en nosotros. Aclamémoslo en su palabra cantando el Aleluya.

ORACIÓN DE LOS FIELES

G:  A cada petición respondemos QUE TU MISERICORDIA VENGA SOBRE NOSOTROS
    Por el Papa Francisco, los Obispo, Sacerdotes y Diácono para que lleven el Evangelio a todos y el Señor los sostenga en esta tarea evangelizadora. OREMOS
    Por las naciones, los pueblos, las familias, las personas que no encuentran la paz; para que el Señor calme sus corazones y los lleve a aceptar, perdonar, compartir, dialogar, para llegar a la concordia y la tranquilidad. OREMOS
    Por los que gobiernan nuestro país, para que Dios Padre los ilumine con su Espíritu Santo y puedan luchar por el bienestar de los menos favorecidos de nuestros pueblos. Oremos.
    Por los enfermos, sus cuidadores y familiares, para que el Espíritu del Amor les sos-tenga en estos momentos difíciles y los lleve a una pronta recuperación. OREMOS
    Por las familias; para que la Trinidad las marque con su sello, siendo creadoras de vida, portadoras de amor y constantes en comunicación. OREMOS
    Por toda nuestra comunidad, para que no sólo recemos al Dios Trino, sino que vivamos  trinitariamente, en comunión de fe y amor con todos, considerándonos hermanos de todos y haciendo de este mundo la casa de Dios.  OREMOS

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Ahora, junto al pan y el vino, presentemos al Señor nuestros propósitos de unidad entre todos los cristianos, para cumplir el deseo de Cristo de que todos seamos uno. Cantamos.

COMUNIÓN
Acerquémonos hoy a comer el cuerpo de Cristo, Pan que da la vida y nos une en amor y fra-ternidad. Cantemos.

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
 
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA
Cristo, está presente entre nosotros en el sacramento de la Eucaristía. Este es el tesoro más grande de la Iglesia, que lo conserva con inmensa gratitud y amor. A la Eucaristía está dedi-cada la fiesta de "Corpus Christi", que celebraremos el próximo domingo y a la que todos es-tamos llamados a participar.  Vayamos a nuestras casas a vivir lo que aquí hemos aprendido.


Todo pasa. En la tarde  la vida,
 sólo el amor permanece…
Es necesario hacerlo todo por amor.
Es necesario olvidarse de uno para vivir en Dios.
No debemos detenernos ante la cruz,
sino acogerla con fe
y descubrir que es el medio
que nos acerca al Amor divino.

He encontrado el cielo en la tierra,
porque el cielo es Dios,
y Dios está en mi alma         (Beata Isabel de la Trinidad)