Familia Gianellina

Una huertana al Festival internacional de música católica del Caribe

Compartimos una hermosa noticia como Familia Gianellina.

Sandra Rivero ex alumna del Colegio de Nuestra Señora del Huerto de Salta y profesora de religión ha grabado un disco que tiene como principal meta llevar a quienes lo escuchen a encontrarse y a ser revolucionarios de la ternura de Dios a través de sus canciones.

Actualmente nos va a representar en FeMusica el festival de música católica del Caribe el día 5 de Agosto en Cartagena de Indias (Colombia) (https://femusica.com/sandra-rivero/)

  

El disco está inspirado en el Evangelii Gaudium, una de las exhortaciones apostólicas del papa Francisco. Después salió un libro,  “Revolución de la Ternura”,  que reunía todas las homilías que pronunció el Papa en la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil,. ¡No lo podía conseguir en español! Y una de las Hermanas del Huerto me lo regaló sin saber que yo lo quería, ni que se estaba gestando el disco. Mientras lo iba leyendo, fui marcando frases que ya estaban en algunos de los  temas que había compuesto. Después de que lo terminé de leer, le dije a mi esposo: “El disco se tiene que llamar Revolución de la Ternura”. Además, soy fanática de san Juan XXIII y él también habla de revolución.

 

 Le compartimos una nota que realizó el periódico Católico Encuentro

 ¿Cómo es el proceso de escribir una canción?

Allá, en Salta, me preguntaban lo mismo, porque también compuse temas folklóricos.  Escribir es un momento de oración, en el cual Dios te va hablando. Para componer a mí me sirvió mucho venirme a Córdoba. El exilio, como suelo decir. Venirme para acá me llevó al desierto y a decirle al Señor: “aquí estoy, ¿para qué estoy?, esto que tengo para darte te lo ofrezco como una misión”.

Cuando uno compone no es que se sienta y dice: “bueno, voy a escribir”, sino que en un momento se inspira,  hay algo adentro que quiero decir, pasarlo en papel. Y a mí en los momentos de tristeza, cuando más añoro mi lugar, surge una pregunta: ¿Cómo puedo servir al mundo con todo lo que Dios me da?” y ahí nacen las canciones.

Nosotros vivimos con las Hermanas del Huerto y eso también ayuda. Pero hay dos temas “Anímate” y “Solo en Ti” que nacieron en un sueño. Realmente  Revolución de la Ternura es una misión familiar porque lo hice con mi esposo  que es el productor y que hizo toda la música. Yo escribí las letras, pero él se sentó a escribir la música que es lo más difícil.

¿Dónde se puede conseguir el disco?

A nivel país, se vende en la Librería San Pablo. También está en YouTube y SoundCloud. Y estamos viendo la posibilidad de que esté en Spotify.

¿Te parece necesario estar en las redes sociales y en los nuevos entornos digitales?

En enero de este año, fuimos a Brasil a cantar. Nos invitaron a hacer un taller para un encuentro de músicos y no nos conocían personalmente, sino por Internet. En Panamá, por ejemplo, también nos conocen y es gracias a la red.

Me parece que internet es un medio muy importante de evangelización. Y creo que a los católicos nos falta conquistarlo un poco más. Me pareció muy lindo que el papa Francisco les haya dado un agradecimiento a ustedes, Radio María y otros medios de evangelización porque es un trabajo que se hace para la Gloria de Dios; pero implica mucho esfuerzo.

En tu página oficial  (sandrariveromusic.com) decís  que tu misión es testimoniar una Iglesia alegre. ¿Por qué ese objetivo?

Primero, porque tanto san Juan XXIII como el papa Francisco hablan de que quieren cristianos alegres, una Iglesia en esta sintonía de alegría. Por eso, tengo sólo dos canciones lentas: “En el silencio” (que es el corte del disco) y “Solo en Ti”. Las demás son todas pum para arriba, porque quiero que la gente que escuche las canciones pueda encontrarse con Dios e irse con otro ánimo.  Y es un disco que está apuntado a todos: niños, jóvenes, adultos.

Nosotros somos meros instrumentos, pero me gusta hacer lo mejor en lo que nos toca para que familias se encuentren con el Señor. Yo quería que este disco saliera lo mejor posible, porque Dios no nos da cosas a medias a nosotros.