DOMINGO DE RAMOS
EN LA PASIÓN DEL SEÑOR 14/04
PREPARACIÓN: (Para la Misa con Bendición de Ramos y procesión)
Antes de la salida del celebrante y los ministros, hacia el exterior del templo.
Con la celebración del "Domingo de Ramos en la Pasión del Señor", la Iglesia da inicio a esta semana que llamamos Santa; "El domingo de Ramos nos hace revivir la entrada de Jesús en Jerusalén cuando se acercaba la celebración de la Pascua judía. El pasaje evangélico nos lo presenta mientras entra en la ciudad rodeado de una multitud jubilosa. Puede decirse que, aquel día, llegaron a su punto culminante las expectativas de Israel con respecto al Mesías. Eran expectativas alimentadas por las palabras de los antiguos profetas y confirmadas por Jesús de Nazaret con su enseñanza y, especialmente, con los signos que había realizado. Al entrar en Jerusalén, Jesús sabe, sin embargo, que el júbilo de la multitud lo introduce en el corazón del misterio de la salvación. Es consciente que va al encuentro de la muerte y no recibirá una corona real, sino una corona de espinas."
Y esta celebración de hoy comienza en el exterior del templo, desde donde nos encaminare-mos con los ramos bendecidos y en alto, hacia el interior del mismo. Este signo manifiesta nuestra condición de Iglesia, de Pueblo de Dios, de Comunidad, que junto y en comunión con el ministro sagrado, vamos hacia la Vida verdadera de la eternidad.
Estos ramos que hoy la Iglesia bendecirá, al concluir la misa, los vamos a llevar a nuestros hogares, no como un signo supersticioso de protección, sino como emblema con el que hoy hemos aclamado a Jesús, queriendo asociarnos a su Pasión y proclamándolo nuestro Rey.
Dispongámonos a participar de tal manera, que el Señor Jesús, muerto y resucitado, reine definitivamente en nuestros corazones, en nuestras vidas y en nuestras cosas. Dirijámonos ordenadamente y en silencio, hacia el exterior del templo.
SALUDO DEL CELEBRANTE
BENDICIÓN DE LOS RAMOS:
En el lugar donde está el pueblo congregado para la bendición de los ramos
Guía: Aún a pesar de nuestros pecados, Cristo quiere bendecir nuestras vidas. Levantemos nuestros ramos, bien alto, como signo de amor a Jesús, que triunfa sobre nuestros pecados, sobre nuestros egoísmos y sobre la misma muerte.
ORACIÓN DEL CELEBRANTE
ROCÍO DE LOS RAMOS EN SILENCIO levantamos bien alo neutros ramos
EVANGELIO: Lc 19, 28-40
Después de la Bendición de Ramos, en el exterior del templo
Con los ramos bendecidos en las manos, escuchemos ahora, en el Santo Evangelio, el relato de la entrada de Jesús en Jerusalén. Es el Mesías, que nos trae la salvación, muriendo y re-sucitando por nosotros. Por eso entra con sencillez, porque Él no viene a dominar, Él viene a servir.
EL CELEBRANTE INVITA A COMENZAR LA PROCESIÓN DE ENTRADA
GUIÓN PARA LA SANTA MISA
LITURGIA DE LA PALABRA
OPCIÓN 1: MONICIÓN ÚNICA PARA TODAS LAS LECTURAS
Las lecturas de este domingo abren la Semana. El Siervo de Yahvé, del que habla Isaías, sufre pero muestra una confianza inmensa en medio de su dolor. El salmista, en un momento de dificultad presente, recuerda la acción salvadora de Dios en el pasado para animar su con-fianza y esperar la salvación. Esa misma experiencia la resume Pablo en el himno de la carta a los Filipenses: Cristo, que se humilla continuamente desde su condición de Dios hasta una muerte ignominiosa en cruz, es exaltado por Dios como Señor. Este mismo Jesús, Mesías humilde y pacífico, toma posesión de Jerusalén para manifestar su verdadera identidad. Es-cuchemos.
OPCIÓN 2: MONICIONES PARA CADA LECTURA
1ª. LECTURA: Is 50, 4-7
El Profeta habla de un hombre que es totalmente fiel al Señor; que en medio de los sufrimien-tos mantiene la esperanza en Dios. Es el anuncio de lo que vivió Jesús.
2ª. LECTURA: Flp 2, 6-11
El camino seguido por Jesús para darnos vida, fue rebajarse haciéndose como el más culpa-ble, para que de su muerte saliera la vida.
EVANGELIO: Lc 22, 7.14-23, 56
Escuchemos ahora el relato de la Pasión de Jesús, de la que nace nuestra vida.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Guía: A cada intención respondemos: " PADRE, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN "
Padre de bondad, te pedimos por la Santa Iglesia, para que viva siempre con la mirada puesta en Cristo, y sea donación para todos los hombres, y que en su mensaje reconozcamos a nuestro Rey y Señor, que en ella vive y actúa, oremos...
Padre lleno de amor, te pedimos que con el Papa Francisco, tengamos el coraje de caminar con la Cruz de tu Hijo, edificando la Iglesia sobre la sangre que ha derramado en la Cruz y confesando la única gloria: Cristo Crucificado, oremos…
Padre justo, te pedimos por nuestra Patria, para que la sangre derramada por Jesús nos reconcilie a todos los que la habitamos, y nos dispongamos, desde nuestra realidad, a construir una nación fraterna, solidaria y laboriosa, desde los valores del Evangelio, oremos...
Padre misericordioso, te pedimos por los pobres, los abandonados, los desesperanzados, los que sufren en sus cuerpos o en sus espíritus, para que encuentren fuerza en la pasión del Señor., oremos...
Dios de todo consuelo, te pedimos por toda nuestra comunidad, para que uniéndonos a la Pasión del Señor, seamos testigos de que Cristo ha muerto, pero que ha resucitado y vive por nosotros y en nosotros, oremos...
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Hoy hemos proclamado a Cristo, Rey y Señor. Nuestra ofrenda debe ser un firme propósito de fidelidad, no traicionándolo como lo hicieron los habitantes de Jerusalén.
COMUNIÓN:
Este camino de la cruz por el que peregrinamos, es el único que nos puede llevar al Cielo. Recorrámoslo proclamando a Jesús como único Rey y Señor, y alimentándonos de su Cuerpo y Sangre para fortalecernos en este caminar.
DESPEDIDA:
Terminemos esta celebración recordando la importancia de nuestra participación en cada una de las celebraciones litúrgicas de esta Semana Santa que comenzamos a recorrer. Acompa-ñemos a Cristo en su Pasión y vivamos plenamente su resurrección en la celebración de la Vigilia Pascual.
INTRODUCCIÓN PARA LAS MISAS SIN BENDICIÓN DE RAMOS
Guía: La Iglesia celebra hoy el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, que marca el co-mienzo de esta semana que llamamos Santa, y en que Dios nos llama a santificarnos, puri-ficándonos de nuestros pecados y profundizando nuestra comunión con Él y con nuestros hermanos.
Por la fe llegamos a entender la incomprensibilidad de la Pasión del Señor; ella nos dice que era necesaria para obtener el perdón de los pecados. Y el Señor hoy, en el relato de la Pasión nos muestra la cobardía y el doblez de aquellos que lo aclaman en su entrada a Jerusalén, y luego piden su muerte. Hoy estamos llamados a una verdadera fidelidad; a no traicionar en lo oculto aquello que hoy aceptamos y proclamamos públicamente.
DE LAS LECTURAS EN ADELANTE TODO ES COMÚN PARA AMBAS MISAS