CONVIVENCIA PROFESORES- CAMINAMOS JUNTOS HACIA CERRETA

CERRETA… allí nació un santo, nuestro santo, Antonio Gianelli. Por eso, Cerreta es el lugar dela sencillez, del discernimiento, de la comunicación.

Vivir en la dimensión Cerreta es elegir la sencillez como camino de confianza; es discernir a cada paso lo que más nos conduce al bien a la virtud, lo que nos hace crecer.

ORACIÓN


SALMO 23

El Señor es mi pastor: nada me falta; en verdes praderas me hace recostar, me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo haciendo honor a su nombre; aunque camine por cañadas oscuras nada temo, porque Tú vas conmigo, tu vara y tu cayado me sosiegan.


Me preparas una mesa frente a lo que temo, me unges la cabeza con perfume, mi copa rebosa.

Tu bondad y lealtad me siguen, toda la vida y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

ACTIVIDADES

1.     Dinámica:

Mirar hacia atrás y agradecer


Busco un lugar tranquilo, el que crea más adecuado para tener un rato de contacto con el Señor, de modo natural, presentándome a Él como quien se encuentra con aquel amigo a quien tenía ganas de volver a ver.

Creo un ambiente de quietud interior, cierro los ojos, respiro este aire que me da vida lentamente, me relajo y me pongo en contacto con las vivencias que han marcado esta etapa mía, en esta Institución, de uno, siete, diez, quince, veinte, treinta años. Me pregunto interiormente: ¿dónde “estoy” ahora en mi vida? ¿Cuál es la calidad de esta etapa de mi vida? ¿Qué acontecimientos la han marcado? ¿Qué rasgos la caracterizan? ¿En qué he cambiado?

Y callo… no razono, no juzgo, no delibero. Espero pacientemente a que las respuestas surjan espontáneas en mí. Simplemente anoto lo que se me ofrezca, sin analizarlo ni juzgarme.  Se trata de mirar la propia historia… hacer memoria desde que éramos niños… Recordar las experiencias más significativas de mi niñez, adolescencia, juventud, ya sean positivas o negativas.

Tomo una hoja de papel y escribo los recuerdos positivos que van apareciendo en mi mente y en mi corazón: son recuerdos personales, únicos, propios… Quizás sirva recordar a algún ser querido, a alguien que influyó en la propia vida… la relación con los padres, los abuelos… la escuela primaria, las amistades… Lo importante es pensar y escribir el por qué han quedado grabados en nuestra memoria, en la vida, en el corazón…

Ahora pasamos a algo quizás más complicado: pensar en qué es aquello que quisiera borrar de mi historia… que desearía cambiar, hacer distinto… Aquello que me ha herido en alguna forma… que me ha causado dolor… o una pérdida…

Finalmente, me concentro en dar “gracias” por lo bello, lo profundo lo sano que he experimentado a lo largo de mi historia… pero también me tomo un tiempo para hacer un pedido de perdón… intentar sanar o reparar las heridas que yo he causado…


2.   Luego de todo lo reflexionado, escribir dentro de “la montaña de mi vida”:


·         En el presente y en el pasado: momentos significativos, personas, lugares especiales…


·         En el futuro: las metas, sueños, ideales a alcanzar…


3.    TRABAJO GRUPAL

Ahora reconstruyo más deliberada y conscientemente el comienzo y los rasgos característicos y específicos del camino recorrido en esta Institución de 1, 7, 10, 15, 20, o 30 años. Descripciones breves, sencillas, sin adornos, de hechos externos y experiencias internas que han ocurrido durante este periodo. A lo mejor, para recordar estos rasgos quizá podrían ayudarme estas preguntas:

·        ¿Qué supuso para mí iniciar este camino que he ido compartiendo en este colegio? ¿Cómo llegué a él? ¿Qué esperaba? ¿Qué me proponía? ¿Qué me hizo decidirme?

·        Quiénes son las personas, relaciones interpersonales, que han jugado o juegan un papel importante en este periodo de mi vida? ¿Qué me han dicho de ti, Señor? ¿En qué medida te he sentido y descubierto a través de ellas?

·        ¿Cuáles son las tareas, proyectos, actividades, trabajos (profesionales, formativos, sociales, vitales, de ocio...) que de alguna manera configuran este trecho de camino?

·        ¿Qué acontecimientos notables me han afectado más durante este tiempo? ¿Por dónde han ido mis preocupaciones? y mis deseos más profundos? ¿Cuáles son los retos y objetivos que me han ido planteando?

·        ¿Qué he ido sabiendo de ti, Señor? ¿Por dónde y por quienes te he ido descubriendo? ¿Cómo ha ido mi relación contigo, mi vida de oración, de contemplarte en la vida...?

Soy breve y claro: me ciño a los hechos y a las experiencias, sin excusas, sin disquisiciones o interpretaciones.

4.    ORACIÓN FINAL


Canción:

Yo vengo a ofrecer mi corazón


¿Quién dijo que todo está perdido? 

Yo vengo a ofrecer mi corazón. 

Tanta sangre que se llevó el río, 

yo vengo a ofrecer mi corazón. 


No será tan fácil, ya sé que pasa. 

No será tan simple como pensaba. 

Como abrir el pecho y sacar el alma, una cuchillada de amor. 


Luna de los pobres, siempre abierta, 

yo vengo a ofrecer mi corazón. 

Como un documento inalterable, 

yo vengo a ofrecer mi corazón. 


Y uniré las puntas de un mismo lazo, 

y me iré tranquilo, me iré despacio, 

y te daré todo y me darás algo, 

algo que me alivie un poco nomás. 


Cuando no haya nadie cerca o lejos, 

yo vengo a ofrecer mi corazón. 

Cuando los satélites no alcancen, 

yo vengo a ofrecer mi corazón. 


Hablo de países y de esperanza, 

hablo por la vida, hablo por la nada, 

hablo por cambiar esta, nuestra casa, 

de cambiarla por cambiar nomás. 


¿Quién dijo que todo está perdido? 

Yo vengo a ofrecer mi corazón.

 


Carta de Jesús:

Conozco tus miserias y luchas, conozco tu fragilidad y enfermedades.

Conozco tu cobardía y tus pecados, conozco tus frustraciones y desilusiones.

Pero, a pesar de todo, te digo: “Dame tu corazón, ámame tal como sos”.

Si esperás ser perfecto para amar, no me amarás jamás.

Aun cuando caigas a menudo en las mismas faltas, que quisieras no cometer nunca,

Aun cuando fueras cobarde en la práctica del bien, no me gustaría que me niegues tu Amor.

Hijo/a mío, déjame que te amé. Quiero tu corazón. Quiero formarte. Pero mientras tanto,

te amo tal como sos, y anhelo que hagas lo mismo: deseo verte elevarte y crecer.

Amo en vos hasta tu misma debilidad.

Quiero que desde el fondo de tu corazón se eleve este grito: ¡¡¡Quiero ser feliz!!!

¿Necesito acaso de tu ciencia, de tus talentos?

No son tus virtudes lo que busco. Vos, sí vos, serás mi testigo en lo cotidiano.

Te he creado para el amor: ¡Ama!

El amor te impulsará a hacer lo que tengas que hacer.

no esperes a ser santo para amar.

No quieras ser perfecto para amar. De lo contrario no amarás jamás.