4º Domingo de Adviento - Guión de Misa

    4º Domingo de Adviento       18 de diciembre       Ciclo A. Color: Morado

 

 

Celebramos hoy el domingo cuarto de Adviento, y nos reunimos ya casi a las puertas de la Navidad. Y nuestra celebración debe ser una espera tranquila, sincera, ilusionada del Señor. Abrámonos a su constante venida; y que esté muy presente en nuestra celebración de hoy, aquella joven que, porque creyó totalmente en la Palabra de Dios, fue Madre del Señor.

En la palabra del Señor se nos manifiesta hoy el cumplimiento de la profecía de Isaías: la Virgen Madre da a luz al Hijo de Dios, al Emmanuel, al "Dios con nosotros" que se hace hombre, elevándonos a la dignidad de hijos de Dios y haciéndonos realmente hermanos entre nosotros. Con la esperanza puesta en la venida del Redentor nos ponemos de pie y cantamos…

 

ACTO PENITENCIAL

El Señor viene a vivir en medio de su pueblo y quiere una nación santa, una Iglesia samaritana y una humanidad renovada. El Hijo de Dios, hecho carne en el seno de María y hecho historia de los pueblos, nos une a Dios y nos purifica de nuestros errores y pecados.

ü  Tú eres el Santo, y nos quieres iguales a ti: santifica nuestra humanidad desde dentro. Señor, ten piedad.

ü  Tú eres el Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo: ayúdanos a rechazar cuanto nos aleja de ti. Cristo, ten piedad.

ü  Tú eres el buen Pastor y das la vida por nosotros: cambia nuestro corazón para que tengamos tus sentimientos. Señor, ten piedad.

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén..

 

1ª. LECTURA:    Is 7, 10-14)        

Las profecías de Isaías nos llevan hoy a fijar nuestra mirada en la Navidad, que estamos tan próximos a celebrar.

 

2ª. LECTURA:     Rm 1, 1-7

Escuchemos ahora las palabras de Pablo, que nos anuncia la gran noticia en la que se fundamenta nuestra fe, y nos presenta quién es Jesucristo, en quien esperamos.

 

EVANGELIO:   Mt 1, 18-24

Escuchemos la realización de las palabras del Profeta en aquella joven de Nazaret que se llamaba María. Con nuestro canto del Aleluya, y de pie,  aclamemos al Señor que viene, al Señor que se ha hecho uno de nosotros.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada intención respondemos: ¡Ven Señor, no tardes más!

 

»        Por la Iglesia, que ha recibido, como María, la misión de dar a luz a Jesús, para que sepa hacerlo presente en medio de nuestro mundo, te pedimos...

»        Por el  Papa Francisco, para que todos los hombres del mundo, recibiendo su mensaje de amor y de paz en nuestro corazón, eliminemos todo lo que en nuestras vidas se opone a tu presencia entre nosotros, te pedimos...

»        Por nuestro Obispo y nuestros sacerdotes, para que por ellos recibamos las enseñanzas de tu Hijo, y vivamos en santidad y justicia todos los días de nuestra vida, te pedimos...

»        Por nuestra Patria; para que recupere el camino de la paz, la dignidad y la justicia, te pedimos...

»        Por los que ejercen el poder en nuestro país, para que olvidando su beneficio personal procuren el bien común, te pedimos...

»        Para que los pobres, los que sufren y los que vivirán estas fiestas en el dolor y la tristeza, reciban el consuelo de Dios y nuestra cercanía y ayuda, te pedimos...

»        Para que todos vivamos con verdadera piedad la fiesta del Nacimiento del Salvador e imitando a San José, pongamos en práctica lo que Dios nos pida, te pedimos...

»        Por nuestra comunidad, para que el Señor nos visite con su gracia y podamos así preparar su venida con paz, esperanza y fortaleza, te pedimos...

 

PRESENTACIÓN DE OFRENDAS Presentando el pan y el vino de la caridad, entreguemos nuestro propósito de dar al Señor nuestros esfuerzos para construir un mundo de justicia, y podamos recibir la paz y salvación anunciada por los ángeles.  Cantemos…

 

COMUNIÓN

La Eucaristía es la presencia real de Cristo entre nosotros.  Vayamos con gozo a comer el Cuerpo de Jesús, el Hijo de María, el Hijo de Dios. Él se nos ofrece como fortaleza y vida.

 Cantamos…

 

COMUNIÓN ESPIRITUAL:  Al  término de la distribución de la comunión.

 Hermanos:

Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

 

Creo Señor mío que estás realmente presente

en el Santísimo Sacramento del altar.

Te amo sobre todas las cosas y deseo

ardientemente recibirte dentro de mi alma;

pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,

ven al menos espiritualmente a mi corazón.

Y como si te hubiese recibido, me abrazo

y me uno todo a Ti;

Oh Señor, no permitas que me separe de Ti. Amén.

 

DESPEDIDA

La misa no concluye en el altar, se prolonga a lo largo de la semana, en todo lugar y momento. Llevemos a todos el mensaje de Navidad: ¡Jesús quiere estar muy cerca de nosotros, acerquémonos más y más a él! Que María sea el ejemplo para que Jesús viva en medio nuestro. ¡Vayamos en paz!

 

 

 

¡VEN, SEÑOR!   SIGUE VINIENDO

 

Ven, Señor.    Sigue viniendo.

No te canses de venir, en espíritu, en palabra, en verdad y vida.

Ven a este mundo que hambrea de  sentido y de esperanza.

Ven a habitar cada horizonte.

Ven a sacudir las inercias, a avivar los amores apagados,

a calentar los hogares fríos, ven.

Ven, de nuevo niño, a mostrarnos esa fragilidad poderosa del Dios niño.

Sigue viniendo, contra viento y marea, contra escepticismos y rutinas,

contra dudas y atrofias.

Ven, Señor,   Sigue viniendo.

 

 

 

 

 

 

 

 

CUARTA VELA:

 

La disponibilidad de María

Guía: La Madre del Señor cambió rotundamente sus planes de vida para seguir todo lo que Dios le pedía. Así aprendemos de ella a estar disponibles para realizar en la propia vida lo que el Señor nos pide. Este es el modo de hacer que el evangelio nazca en todos los ambientes de la vida humana.

 

Oración: Señor, tu Madre es modelo de fe y cumplimiento de la voluntad del Padre. Como ella, nosotros estamos dispuestos a hacer tu voluntad y extender el Reino, para que nazcas en todos los hogares de nuestra patria. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Padre nuestro, Avemaría, Gloria.

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE

 

María, modelo de preparación a la Navidad

 

Ante todo, su fe, su actitud de fe, que consiste en escuchar la Palabra de Dios para abandonarse a esta Palabra con plena disponibilidad de mente y de corazón. Al responder al Ángel María dijo: “Yo soy la sierva del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho” (Lc 1, 38). En su “sí” lleno de fe, María no sabe por cuáles caminos deberá aventurarse, cuáles dolores deberá padecer, cuáles riesgos afrontar. Pero es consciente que es el Señor quien pide y ella se fía totalmente de él, se abandona a su amor. Ésta es la fe de María.

Otro aspecto es la capacidad de la Madre de Cristo de reconocer el tiempo de Dios. María es aquella que ha hecho posible la encarnación del Hijo de Dios, “revelando un misterio que fue guardado en secreto desde la eternidad” (Rom 16, 25). Ha hecho posible la encarnación del Verbo gracias precisamente a su “sí” humilde y valiente. María nos enseña a comprender el momento favorable en que Jesús pasa por nuestra vida y pide una respuesta rápida y generosa.  (Papa Francisco)