21 DE OCTUBRE
CANONIZACIÓN DE SAN ANTONIO MARÍA GIANELLI
“Señor
que diste a San Antonio Ma. Gianelli la gracia de configurarse con Cristo por
la pobreza y la humildad, concédenos imitar sus virtudes, trabajar
incansablemente como él en el servicio de nuestros hermanos y conseguir por su
intercesión, la gracia que ardientemente pedimos. Amén”
LAS FACETAS DE UN
DIAMANTE
LA AUREOLA CIRCUNDA LA
FRENTE DEL OBISPO DE BOBBIO, ANTONIO MARÍA GIANELLI
RECUERDOS DE UN DÍA
MEMORIOSO…
Los
invitamos a recuperar en la memoria y el corazón, el ansiado momento de la
canonización de nuestro santo, a través de este sencillo relato, lleno de
alegría que se vivió en todas las comunidades huertanas de la época y que hoy,
está plasmado en los altares y en cada rincón donde permanece su fuego:
“En
la Casa Madre se congregarán, las religiosas que viven en las lejanas tierras
de América, España y Palestina. Un lazo estrecho de amor y ternura une a
Hermanas italianas, argentinas, chilenas, uruguayas, brasileras, palestinas, se
sienten más Hermanas, bajo la mirada luminosa y la sonrisa característica de la
común Madre General; reunidas en el mismo alero en espera de la glorificación
del Padre Fundador que las congregara por primera vez, en aquel inolvidable 12
de enero de 1829.
La
Casa Madre está totalmente albergada por Religiosas Gianellinas; la alegría de
la expectativa traspasa y se interna por todos los resquicios; se vive en todas
las conversaciones, encuentros y aventuras.
Y
así despuntará ya el 21 de octubre en que el diamante engastado en el monte más
elevado del mundo terrenal aparecerá ante la faz de ese mismo mundo con toda la
belleza que Dios se complació en darle”[1].
CHIÁVARI Y LA GLORIA
DEL PRIMER MILAGRO PARA LA CANONIZACIÓN
Chiávari
fue reservada para la gloria del primer milagro. El 3 de junio de 1946 la niña
Ravera Zattera di Levanto fue su beneficiaria, su diagnóstico: oclusión por
invaginación intestinal ileo-cólico, con peligro de muerte inminente. Sobre la
parte dolorida se le aplicó una imagen del Beato, entregada por la Hermana
enfermera. Al día siguiente la niña fue declarada sana. La curación fue
declarada instantánea, perfecta, duradera, inexplicable y prodigiosa.
Luego
otra gracia, el 21 de junio, fue recibida por la señora Carmela Perasso, por
una fístula vésico vaginal con laceración del tabique vésico-vaginal. La
Hermana exhortó a la enfermera a que recurriese al Beato Gianelli. La curación
no se explicó por medios naturales.
Finalmente
el niño Aldo Simonelli, fue curado por su intercesión, de púrpura hemorrágica.
Sobre su pecho se aplicó una reliquia del Beato Gianelli.
El
primer y tercer milagro fueron aprobados para la canonización de Gianelli.[2]
¡QUE SAN ANTONIO
GIANELLI IRRADIE EN EL CIELO DEL INSTITUTO SU BENDICIÓN Y LO FECUNDE EN SU
RESPLANDECIENTE SANTIDAD
[1] LAS FACETAS DE UN DIAMANTE, Talleres gráficos de San Pablo, 1853 Buenos Aires.
[2] Cfr. FMH; SAN ANTONIO GIANELLI, Obispo y fundador, 1984, Buenos Aires,
Argentina.