“CRESCENCIA EN EL SUEÑO DE DIOS”
2021 - Año de San José
ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS
Oh
Padre, que por tu amor a los pequeños y a los pobres, guiaste a la
Beata María Crescencia, por el ca-mino de la humildad y de la sencillez,
concédenos, por su intercesión, poder servir a nuestros hermanos más
necesitados, con la dulzura de la caridad y la fuerza de la bondad. Por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Cuarto día de la Novena: viernes 14 de mayo
CRESCENCIA UNA FE ENTREGADA Y CONFIADA
SAN JOSÉ: PADRE DE LA FE
Dios
es AMOR. Lo leemos en la primera carta del apóstol San Juan capítulo 4
versículo 8. Nos da-mos cuenta del amor de Dios en la creación y en el
amor que tenemos en nuestra familia. También el amor de Dios es tan
grande que Jesús está presente en el sacramento de la Eucaristía y la
Reconciliación.
Hoy continuamos leyendo y reflexionando sobre la oración de la Hna. Crescencia, quien suplicaba:
“Te
pido Corazón Santísimo de Jesús que mandes muchas y buenas vocaciones a
nuestro Institu-to... Corazón de Jesús te pido una especial bendición
para Chile y ya que es tu voluntad que me muera aquí, contenta te
ofrezco este sacrificio por la paz y tranquilidad de esta nación”.
“Corazón
de Jesús bendíceme y bendice a éstas, mis Hermanas… dales fuerzas para
luchar con valor en estos tiempos calamitosos para la salvación de las
almas. Bendice nuestro amado Instituto del que tanto bien he recibido y
que en estos momentos me considero la criatura más feliz y dichosa que
hay en este mundo. Te pido y ruego, ¡oh Corazón de Jesús!, que envíes
muchas y buenas vocaciones para el querido Instituto”…
En el año 1918
se consagra a Dios con los votos religiosos de castidad, pobreza y
obediencia y cambia su nombre de Angélica por MARIA CRESCENCIA.
Así era la fe de esta Beata la llevó hasta entregarse a Dios por completo en la vida consagrada.
Demostró amor a Dios y al prójimo.
También
a través de la angustia de José pasa la voluntad de Dios, su historia,
su proyecto. Así, Jo-sé nos enseña que tener fe en Dios incluye además
creer que Él puede actuar incluso a través de nuestros miedos, de
nuestras fragilidades, de nuestra debilidad. Y nos enseña que, en medio
de las tormentas de la vida, no debemos tener miedo de ceder a Dios el
timón de nuestra barca. A veces, nosotros quisiéramos tener todo bajo
control, pero Él tiene siempre una mirada más amplia.
La fe es un regalo de Dios. La fe implica entrega y confianza.
Sigamos su ejemplo en nuestras familias, la virtud de la fe y la imitación de la vida de los santos.
PRECES:
A cada oración decimos: “Jesús Buen Pastor, guíanos”.
• Para vivir con fidelidad nuestro llamado vocacional. Oremos…
• Frente a las adversidades y dificultades de nuestra vida. Oremos…
• Para buscar siempre el bien en nuestras decisiones. Oremos…
• Frente a nuestros tropiezos y caídas. Oremos…