Familia Gianellina

22 DE MAYO DE 1447: MARGARITA LOTTI: SANTA RITA DE CASIA, RELIGIOSA ABOGADA DE LOS POBRES Y DESESPERADOS

22 DE MAYO DE 1447: MARGARITA LOTTI: SANTA RITA DE CASIA, RELIGIOSA

ABOGADA DE LOS  POBRES Y DESESPERADOS

“ Salve, salve santa Rita, heroína del amor  inocente jovencita, vivo emblema del dolor. Rita acepta nuestro afecto, te lo ofrece el corazón de Jesús tu amor dilecto, pide tu la protección...”

(Himno a Santa Rita, patrona de los imposibles)

 

¿CUÁL ES EL MENSAJE QUE NOS TRANSMITE ESTA SANTA?

“Es un mensaje que brota de su vida:  la humildad y la obediencia fueron el camino que Rita recorrió hacia una asimilación cada vez más perfecta con Cristo crucificado. El estigma que brilla en su frente es la autenticación de su madurez cristiana. En la cruz con Jesús culminó el amor que ya había conocido y expresado de modo heroico en su hogar y mediante la participación en las vicisitudes de su ciudad. Siguiendo la espiritualidad de san Agustín, se hizo discípula del Crucificado y "experta en sufrimiento", aprendió a comprender las penas del corazón humano. Rita de Casia fue la primera mujer canonizada durante el gran jubileo de comienzos del siglo XX, el 24 de mayo de 1900.

Si preguntáramos a santa Rita cuál fue el secreto de esta extraordinaria obra de renovación social y espiritual, nos respondería:  la fidelidad al Amor crucificado. Rita, con Cristo y como Cristo, llegó a la cruz siempre y sólo por amor”.[1]

LA SANTIDAD EN SAN  ANTONIO GIANELLI

 

“Gianelli habló muchas veces de la santidad porque era en él una profunda convicción. Era un tema obligado en todas las misiones en las que tomaba parte. El mismo vivió esta convicción como la motivación fundante de su ser y de su actuar. Para él, el objetivo principal era hacerse santo, ayudando a la gente  a hacerse santa. Concibió la Santidad como meta de toda vida cristiana y consagrada. Y esto lo percibimos en tantos detalles. La expresión: “santificarse santificando” es un binomio inseparable, punto fundamental de toda su acción y propuesta de vida para todos aquellos que aceptaron seguir el camino de la verdadera vida cristiana. En realidad, la propuesta que hace Gianelli no es otra cosa que la traducción del precepto evangélico: “Ama al Señor tu Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas tus fuerzas y al prójimo como a ti mismo”.

Y es por esta razón que me parece justo dar la palabra al Santo que en una de sus últimas predicaciones para la cuaresma habló sobre “la obligación de hacerse santo” indicando la santidad como meta de todo camino cristiano, proponiendo al mismo tiempo un itinerario.  Escuchémoslo: 

“Yo observo, que entre los cristianos reinan dos graves engaños: uno es creer que la obligación de hacerse santos es sólo para algunos y no para todos y por esto no piensan en ello; otros piensan que no todos pueden serlo y por lo tanto no aspiran a ello... Yo les voy a demostrar brevemente que todos estamos obligados a ser santos y podemos si lo queremos.... la verdadera santidad no consiste en los milagros. Estos son indicios de santidad pero no son la santidad. La verdadera santidad consiste en el exacto cumplimiento de la ley de Dios y en un vivo empeño por crecer siempre más en la virtud. La verdadera santidad consiste en hacer la voluntad de Dios....”.

 

Se trata de una prédica que además de poner en evidencia la necesidad, para un cristiano, de tender a la santidad, dicta las modalidades y hace notar como hasta nuestros límites, nuestros pecados, nuestras debilidades tienen que ser motivo para un compromiso mayor, que vaya in crescendo “Adelante – continúa el Santo – este no es tiempo de reposo. El que es justo, justifíquese más y el que es santo que sea cada vez más santo”[2].






[1] AUDIENCIA DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II A la peregrinación jubilar de los devotos de Santa Rita de Casia y a la de la Federación Italiana de los Caballeros del Trabajo. Sábado, 20 de mayo de 2000.

[2] Pradovera, Maurizia. Gianelli y la Santidad. Selección libre.