QUINTO DÍA
DOMINGO 15 DE MAYO
ORACIÓN INICIAL
“Amado Jesús, que por intercesión de María Crescencia, obtengamos la virtud
de desear conformar una comunidad[1] al
servicio de los hermanos imitando la sencillez asombrosa de su santidad; para
evangelizar como auténticos testigos y decir como nuestra Beata ¡Ahí está el
Corazón de Jesús que me habla!”.
ILUMINACIÓN: ORAMOS CON EL EVANGELIO Hch.2, 42-47
“Todos se reunían asiduamente para escuchar la
enseñanza de los Apóstoles y participar en la vida común, en la fracción del
pan y en las oraciones. Un santo temor se apoderó de todos ellos, porque
los Apóstoles realizaban muchos prodigios y signos. Todos los
creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común: vendían sus
propiedades y sus bienes, y distribuían el dinero entre ellos, según las
necesidades de cada uno. Íntimamente unidos, frecuentaban a diario
el Templo, partían el pan en sus casas, y comían juntos con alegría y sencillez
de corazón; ellos alababan a Dios y eran queridos por todo el pueblo. Y
cada día, el Señor acrecentaba la comunidad con aquellos que debían salvarse”
REFLEXIÓN
LA COMUNIDAD
“La comunidad verdadera nace y permanece no porque sus miembros se unen
por una cierta afinidad de ideales, de carácter, de opciones, o de formas
exteriores, sino porque es el Señor que une y mantiene unidos para una misión
eclesial que Él mismo confía.
La comunidad se constituye, sin embargo, también por una voluntad común
de estar juntos. Ésta podrá asumir aspectos diversos en las diversas épocas,
pero tiene siempre necesidad de elementos concretos comunes”[2].
LA VIDA EN COMUNIDAD DE
MARÍA CRESCENCIA
“”Crescencia, joven religiosa, bella y cálida, atrae
simpatías. Y también envidias. Es ilusión-dicen los maestros de
espíritu-encontrar una comunidad perfecta, ideal, sin los inevitables
desencuentros y las pequeñas y grandes carencias, porque las características
son distintas, las personas de distinto origen, formación, capacidad y
resistencia”[3].
ORACIÓN FINAL PIDIENDO LA PRONTA CANONIZACIÓN DE LA BEATA MARÍA
CRESCENCIA PÉREZ
“Padre de Jesús y nuestro que por tu Divino Espíritu haces florecer la
santidad en la Iglesia, te damos gracias por la Beata María Crescencia que te
amó con sencillez, y te rogamos que la glorifiques, para que su ejemplo e
intercesión sirvan a la extensión de tu Reino y a la multiplicación de las
vocaciones a la vida consagrada. Concédenos, por su intermedio, la gracia que,
con humildad, te imploramos. Por Jesucristo Nuestro Señor, Amén”.
(Formular la petición)
“CORAZÓN DE JESÚS, POR LOS SUFRIMIENTOS DE TU DIVINO
CORAZÓN, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS
[1] Artículo 5 de los 15 Artículos de Antonio Gianelli
escritos y entregados a las Hijas de María Santísima del Huerto.
[2] SJ. LESSI, M. y Equipo para el Estudio del Carisma. Hijas de María
Santísima del Huerto. Los quince artículos de Antonio Gianelli. Nuestra fuente
de vida; Buenos Aires; 2004; Pág.107 a 116.
[3] Fray Contardo Miglioranza; Amor callado; Vida de la Hermana María
Crescencia Pérez; Ediciones Gianellinas; Buenos Aires; 2009.Pág. 48.