9 DE OCTUBRE
SAN HÉCTOR VALIVIESO SÁEZ, MÁRTIR
PRIMER SANTO ARGENTINO
¡VIVA CRISTO REY![1]
Fue martirizado a los 24 años
de edad, como hermano[2]
de La Salle, durante la llamada Revolución de Asturias, poco antes de la Guerra
Civil Española. Nació en el barrio porteño de Boedo, el 31 de octubre de 1910.
Juan Pablo II dijo que él y
sus compañeros mártires[3]
que habían sido ejecutados por odio a la fe, y que aceptaron cristianamente el
sacrificio antes de renunciar a Cristo Jesús.
La ceremonia de canonización
del beato argentino se realizó en el Vaticano el 21 de noviembre de 1999.
“Siguiendo una vieja tradición
cristiana de los primeros siglos, en la que se recogían las reliquias de santos
para depositarlas en lugares sagrados, desde septiembre de ese año, el cráneo
de San Benito de Jesús descansa en la capilla mayor del colegio de los Hermanos
de La Salle, en la ciudad de Buenos Aires. Una falange, en otra de las capillas
menores, mientras que en la iglesia de San Nicolás de Bari, sobre la avenida
Santa Fe, no solo conservan como una reliquia un hueso de su brazo sino además
la pila bautismal donde fue bautizado. En cierta manera, Héctor, según su
voluntad, había vuelto a casa”[4].
[1] Últimas palabras de Héctor ante la fosa común que cavó junto a sus
compañeros, antes de morir acribillado ante el paredón del cementerio
[2] Hacen votos de pobreza, de castidad, de asociación para el servicio
educativo a los pobres y de estabilidad, que supone la voluntad de permanecer
en la congregación. No son sacerdotes/curas, no suministran sacramentos.
[3] Fueron llamados los “Mártires de Asturias”, beatificados por Juan
Pablo II en 1990.
[4] Infobae, recuperado de: https://www.infobae.com/sociedad/2019/11/21/la-vida-la-tragica-muerte-y-el-milagro-de-hector-valdivielso-saez-el-primer-santo-argentino/