5 DE OCTUBRE
SANTA FAUSTINA KOWALSKA, VIRGEN
MEMORIA LIBRE
MARÍA FAUSTINA KOWALSKA
1905-1938
SOR MARÍA FAUSTINA, APÓSTOL DE LA DIVINA MISERICORDIA[1]
“Ni
gracias, ni revelaciones, ni éxtasis, ni ningún otro don concedido al alma la
hace perfecta, sino la comunión interior de mi alma con Dios. Estos dones son
solamente un adorno del alma, pero no constituyen ni la sustancia ni la
perfección. Mi santidad y perfección consisten en una estrecha unión de mi
voluntad con la voluntad de Dios”. (Diario 1107).
A través de ella el Señor
Jesús transmite al mundo el gran mensaje de la Divina Misericordia y presenta
el modelo de la perfección cristiana basada sobre la confianza en Dios y la
actitud de caridad hacia el prójimo.
Nació el 25 de agosto de 1905.
A los 16 años abandonó la casa familiar para trabajar de empleada doméstica en
casas de familias. El 1 de agosto de 1925 entró en la Congregación de las
Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia donde, como sor María Faustina.
Cumplió deberes de cocinera, jardinera y portera.
Los años de su vida en el
convento abundaron en gracias extraordinarias: revelaciones, visiones, estigmas
ocultos, la participación en la Pasión del Señor, el don de bilocación, los
dones de leer en las almas humanas, de profecía y de desposorios místicos. Un
contacto vivo con Dios, con la Santísima Madre, con ángeles, santos y almas del
purgatorio: todo el mundo extraordinario no era para ella menos real que el
mundo que percibía a través de los sentidos. Colmada de tantas gracias extraordinarias
sabía, sin embargo, que no son éstas las que determinan la santidad.
[1] Cfr. Homilía del Santo Padre. Recuperado de: https://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_lit_doc_20000430_faustina_sp.html