15 de OCTUBRE
SANTA TERESA DE JESÚS. Virgen y Doctora de
la Iglesia. Patrona de los escritores.
“Mis ojos se posaron en una
imagen... Representaba a Nuestro Señor cubierto de llagas. Apenas la miré, me
sentí completamente conmovida... Me arrojé a sus pies en lágrimas, y le
supliqué que me diera fuerzas para no ofenderlo nunca más”
Santa Teresa
DE
LAS NOVELAS A LA DURA REALIDAD
Hija de segundas nupcias de un
judío convertido, Santa Teresa de Ávila nace el 28 de marzo de 1515. La feliz
infancia que transcurre con sus hermanos y primos la ve fascinada por los
romances caballerescos. Tras la muerte en la batalla de su hermano mayor Juan,
en 1524, y la pérdida de su madre Beatriz, la joven es enviada a estudiar en el
convento de las agustinas, Santa María de Gracia, donde tiene una primera
crisis existencial. Después de una enfermedad grave, regresa a su casa paterna,
donde es testigo de la partida de su amado hermano Rodrigo hacia las colonias
españolas del otro lado del océano. En 1536 es afectada por la así llamada
“gran crisis” y madura la firme decisión de ingresar en el Monasterio de las
Carmelitas de la Encarnación de Ávila. Pero el padre se opone y Teresa huye de
casa. Recibida por las monjas, realiza la profesión el 3 de noviembre de 1537.
“ME
SENTÍ COMPLETAMENTE CONMOVIDA”
Su salud pronto vuelve a
comprometerse. A pesar del consiguiente retorno a la familia, su caso se juzga
desesperado y Teresa regresa al convento donde las monjas comienzan a
prepararle el funeral. Inexplicablemente, sin embargo, en unos pocos días la
enferma retoma vida. Parcialmente liberada de los compromisos de la vida de
clausura debido a la convalecencia, alegre de carácter, amante de la música, la
poesía, la lectura y la escritura, teje una densa red de amistades polarizando
a su alrededor a varias personas deseosas por conocerla. Aun así, pronto
advierte estos encuentros como motivos para distraerse de la tarea principal de
la oración y vive su “segunda conversión”: “Mis ojos se posaron en una
imagen... Representaba a Nuestro Señor cubierto de llagas. Apenas la miré, me
sentí completamente conmovida... Me arrojé a sus pies en lágrimas, y le
supliqué que me diera fuerzas para no ofenderlo nunca más”.
ESCULPIDA
POR BERNINI
Las visiones y éxtasis
representan el capítulo más misterioso e interesante de la vida de Santa Teresa
de Ávila. En la Autobiografía (redactada por orden del obispo) y en otros
textos y cartas, describe las diversas etapas de las manifestaciones divinas,
visivas y auditivas. Se la ve levitando, cayendo en un desmayo y permaneciendo
como muerta (como la esculpió Bernini alrededor de 1650, en la estatua de Santa
María de la Victoria en Roma). A estas manifestaciones corresponde un gran
crecimiento espiritual que Teresa, teniendo facilidad para la escritura y la
poesía, verterá en sus textos místicos, entre los más claros, poderosos y
poéticos jamás escritos. Siendo incomprendida su intensa espiritualidad, es
considerada por algunos de sus confesores víctima de ilusiones demoníacas, y es
apoyada por el jesuita Francisco de Borja y el fraile franciscano Pedro de
Alcántara, quienes disiparán las dudas de sus acusadores.
EL
CASTILLO INTERIOR
Teresa intuye que debe volver
a fundar el Carmelo para remediar a una cierta desorganización interna. En
1566, el Superior general de la Orden le autoriza fundar diversos monasterios
en Castilla, incluidos dos conventos de carmelitas descalzas. Así surgen los
conventos en Medina, Malagón y Valladolid (1568); Toledo y Pastrana (1569);
Salamanca (1570); Alba de Tormes (1571); Segovia, Beas y Sevilla (1574); Soria
(1581); Burgos (1582)...
Decisivo, en 1567, el
encuentro entre Teresa y un joven estudiante de Salamanca, recién ordenado
sacerdote: con el nombre de Juan de la Cruz, el joven asumirá en calidad de
descalzo y acompañará a la fundadora en sus viajes. Juntos superarán varios
eventos dolorosos, incluidas divisiones dentro de la orden y hasta acusaciones
de herejía.
Al final Teresa tendrá lo
mejor con el nacimiento de la Orden reformada de los Carmelitas y las
Carmelitas Descalzas.
La obra más famosa de Teresa
es ciertamente El castillo interior, un itinerario del alma en busca de Dios a
través de siete particulares pasajes de elevación, flanqueados por el Camino de
la Perfección, y por las Fundaciones, así como por muchas máximas, poesías y
oraciones.
Incansable a pesar de su mala salud, Santa Teresa de Ávila
muere en Alba de Tormes en 1582, durante uno de sus viajes”[1].
¿SABÍAS QUE…?
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Teresa experimentó la transverberación, que es la
experiencia mística de ser traspasado en el corazón causando una gran herida,
que luego fue confirmada en su autopsia.
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Fue la primera mujer en alcanzar el mérito de
Doctora de la Iglesia, en 1970, por Pablo VI.
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De ella podemos aprender a practicar la POBREZA, LA
SOLEDAD y EL SILENCIO.
Santa Teresa
[1] VATICAN NEWS, Recuperado de: https://www.vaticannews.va/es/santos/10/15/s--teresa-de-jesus--virgen--doctora-de-la-iglesia--carmelita-des.html