Familia Gianellina

LITURGUIA SEMANAL - IV SEMANA DE PASCUA

 IV SEMANA DE PASCUA


Lunes 13 de mayo   Nuestra Señor de Fátima  (ML)
Juan 10,1-10: El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas … las ovejas escuchan su voz. Él llama a cada una por su nombre y las hace salir. …  va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. …  yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia.

Con dos imágenes de la vida diaria, se presenta hoy Jesús a los suyos,  para ilustrar la pro-fundidad de la mistad que deseaba tener con ellos.
La primera imagen es la del pastor, que conoce a cada una de las ovejas por su nombre, que las acompaña, cuida, alimenta y alienta, y lo hace de tal manera que ellas puedan reconocer su voz.
En la segunda imagen, tanto nos ama este pastor que se convierte en la puerta de la salvación para todos los creyentes. Por Él entramos a una vida nueva, eterna y en abundancia. Jesús no es sólo un pastor bueno sino que es la bondad de Dios convertida en pastor que guía a su rebaño y que  supo enfrentar, con valentía y entereza, la vida y la muerte, elementos esenciales del sacrificio que culminó en su crucifixión. Él fue el verdadero Pastor que entregó su vida por nosotros; porque su amor es personal e íntimo, y porque nos llama a cada uno por nuestro nombre.


Hoy 13 de mayo, la Iglesia conmemora la aparición de la Virgen María a los niños Lucía, Jacinta y Francisco en un lugar llamado Cova de Iría, cerca de Fátima, Portugal, aparición que dio origen a la advocación de Nuestra Señora de Fátima.
Pidamos a Nuestra Señora de Fátima que nos ayude a perseverar en el rezo del Santo Rosario, y que lleve nuestras súplicas a su Hijo para que el mundo alcance la paz que tanto anhelamos. Repi-tamos la oración que el ángel enseñó a los pastorcitos:
“Mi Dios, yo creo en ti, yo te adoro, yo te espero y yo te amo.
Te pido perdón por los que no creen, no te adoran, no te esperan y no te aman”.
Amén.

Martes 14 de mayo    San Matías,  Apóstol (F)
Juan 15,9-17: “Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi Nombre. Ámense los unos a los otros: esto es lo que les mando."

El texto del Evangelio que leemos hoy nos recuerda tres cosas fundamentales: que la gloria del Padre es que demos mucho fruto, que permanezcamos en su amor, y que,  si cumplimos  los mandamientos, haciendo y viviendo como Dios quiere, permaneceremos en ese amor;  y nos deja de regalo este gran mandamiento: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”.

Con  toda la Iglesia celebramos hoy la fiesta de San Matías apóstol, que siguió al Señor Jesús desde el bautismo de Juan hasta el día en que Cristo fue llevado al cielo; y que, después de la Ascensión del Señor, fue escogido por los Apóstoles para ocupar el lugar que dejó Judas y para que, siendo parte del grupo de los doce, se convirtiera en un testigo de la Resurrección del Señor. Pidamos que la intercesión de San Matías, que fue elegido para seguir al Señor hasta dar la vida por Él,  nos obtenga a todos ese coraje, para vivir plenamente en el amor, en la verdad y en la fidelidad.

Miércoles 15 de mayo
Juan 12,44-50  «El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió. Y el que me ve, ve al que me envió. Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí, no permanezca en las tinieblas”.

Con mayor insistencia que otros evangelistas,  Juan acentúa la oposición entre Jesús ‘Cami-no, Verdad y Vida’ y aquellos que se niegan a creerle… los que caminan en tinieblas.
El texto de hoy apunta a ésa disyuntiva: Permanecer en las tinieblas o abrirse a la Luz.  “El que no cree en Jesús ya está condenado, mientras que  el que cree en El, ha pasado de la muerte a la Vida, de la oscuridad a la Luz… y tiene Vida Eterna.  Las imágenes de luz y tinieblas son sugerentes, expresan lo que espera el Señor de nosotros, los hijos de la Luz: Claridad, transparencia, no doble estándar en nuestros sentimientos, como también en las relaciones con otros. Claridad, transparencia, sin doblez… no es fácil, en todo orden de cosas… en la familia, en las relaciones laborales, en los negocios, … en el accionar político… hasta en las Iglesias. Las aplicaciones son muchas, sin embargo, el encargo es uno solo: “Brille vuestra Luz ante los hombres, para que viendo vuestra manera de actuar, glorifiquen al Padre” 
Todo lo dicho nos lleva a preguntarnos: ¿Qué necesidades de la  Luz de Cristo tiene el mundo que nos rodea? Transparencia, honestidad, justicia, paz, amistad, tolerancia, atención, cuidado a los excluidos  y pobres… ¿Cuál será la Misión que nos corresponde llevar a cabo?… con otras palabras, la pregunta del Padre Hurtado: ¿Qué  haría Cristo si estuviera en mi lugar?

Jueves 16 de mayo
Juan 13,16-20  Jesús dice: “En verdad, en verdad les digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que lo envía. Sabiendo esto, dichosos serán si lo cumplen. …”  

La Palabra de Dios, nos lleva al momento de la Última Cena. Jesús después de explicar lo que había realizado, les recuerda que el siervo no puede ser más que su señor y el enviado más que  aquel que lo envía.  Esto lo dice para que sigan su ejemplo y de este modo sean di-chosos; y los prepara, poniéndolos sobre  aviso, respecto a la traición de judas y lo que van a vivir y experimentar.   Ser discípulo de Jesús, seguir sus huellas, es don y tarea, es una gracia que nos viene de lo alto y también una camino, un estilo de vida que estamos llamados a vivir. Así como Jesús se arrodilla ante los discípulos y se abaja hasta nosotros, también nosotros estamos llamados a arrodillarnos ante los hermanos, reconociéndonos hijos amados, y por lo tanto también hermanos entre nosotros.
El servicio, la fraternidad, la humildad, tendrían que ser las características más sobresalientes de todos aquellos que queremos seguir a Jesús;  en primer lugar, porque Él nos dejó su ejemplo, dando la vida, y además porque Él mismo no lo deja como tarea.
Danos Señor un corazón grande para amar, danos un corazón humilde para servir siguiendo tu ejemplo-

Viernes 17 de mayo
Juan 14,1-6   No se inquieten  …. En la Casa de mi Padre hay muchas moradas; … Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y lo hayapreparado, volveré para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy".  Tomás le dijo: "Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?". Jesús  respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.

Jesucristo tiene para nosotros un plan, una misión, que no termina aquí en la tierra sino que se extiende en el cielo. Ese plan consiste en participar de la eternidad junto a Dios.
Por eso nos habla que en la casa de Su Padre hay muchas habitaciones. Cada uno de noso-tros tiene preparado un lugar: ‘Yo voy a prepararles un lugar Y cuando haya ido y les haya prepara-do un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también uste-des.’ Y Jesús se anima a decirnos que ya conocemos cual es el camino para llegar al lugar que nos tiene preparado, el camino al lugar donde El va: No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí.   Jesucristo, su persona, el encuentro personal con El, es lo que nos permitirá participar  desde ya, de ese camino, de la verdad y de la vida que Él nos ha venido a traer.
Que el Señor nos conceda la gracia de ponernos en este camino, con la certeza de que solo por El alcanzaremos la vida en plenitud.

Sábado 18 de mayo
Juan 14,7-14 "Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto". Felipe le dijo: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". "Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: 'Muéstranos al Padre'?

Felipe,  con su intervención, hace un  cuestionamiento a Jesús, "Señor muéstranos al Padre y eso nos basta". Y la respuesta de Jesús, es también  para nosotros, Felipe, ¿Hace tanto tiempo que estoy con ustedes y todavía no me conocen?
Las palabras que nos dice Jesús, no son de Él, son del Padre que habita en Él y que habla por Él. De allí, que el que lo conoce a Jesús, conoce al Padre. Por eso Jesús puede afirmar, "Yo estoy con el Padre, como el Padre está en mí". El utiliza esta palabra "Créanme" porque, en el fondo, se trata de una cuestión de fe, de fe profunda. Creer en el Hijo de Dios, nos lleva a creer en su Padre, en ese Padre, que también es nuestro Padre y que nos ha querido regalar la vida eterna, a través de Jesucristo, nos ha querido regalar una esperanza cierta de Resu-rrección: “Les aseguro, dice Jesús, que el que cree en Mí, hará también las obras que yo hago y aún mayores”, y esto es posible gracias a la Fe.

Domingo 19 de mayo   (5º domingo de Pascua)
Juan 13,31-33ª.34-45: Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros; como yo los he amado. En esto reconocerán todos que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan unos a otros”.
La lectura del Evangelio de Juan, pone ante nuestros ojos el mandamiento siempre nuevo, para un seguidor de Jesucristo: el ‘amor’ manifestado en hechos concretos. La única regla de vida es el amor del que Jesús nos ha dado ejemplo. Y es la invitación que hoy nos hace el evangelio: ‘amar como Jesús amó’. El amor es el distintivo de toda comunidad que quiere ser fiel a Jesús. A través de un grupo cristiano que se ama, Dios puede seguir manifestándose, mostrando su Gloria al mundo.
Sin embargo, sabemos por experiencia que no es fácil mantener día a día un amor que se entrega, que da la vida en la aparente pequeñez de lo cotidiano. Por eso nos acercamos a Él y le pedimos que nos acompañe y nos enseñe el camino.
Señor Jesús, Tú nos invitas a amarnos unos a otros, como tú nos amas. Te pedimos que derrames en nosotros  tu Espíritu Santo, para que nos enseñe y nos conduzca  a identificarnos contigo,  para actuar y vivir como tú has actuado y vivido.