Familia Gianellina

1 DE OCTUBRE SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS

1 DE OCTUBRE

SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS

Memoria Obligatoria

            “Teresa Martin nació en Alençon, en Francia, el año 1873, y a los quince años, con un permiso del papa, entró en las carmelitas de Lisieux, donde recibió el nombre de Teresa del Niño Jesús (conocida también como Teresa de Lisieux). En aquella época de rigidez eclesial y espiritual, ella desarrollará, en sus nueve años de vida religiosa, una experiencia espiritual basada en la humildad, la sencillez, el espíritu de servicio y la confianza total en el amor misericordioso de Dios, que sintetizará en la expresión “infancia espiritual”. Teresa vivirá también un gran sentido de responsabilidad eclesial y misionera, y sufrirá también épocas duras de oscuridad personal y de vida comunitaria. Morirá de tuberculosis pulmonar el 30 de septiembre de 1879.”[1].

«Yo no puedo tener miedo a un Dios que se ha hecho tan pequeño por mí (...) ¡Yo lo amo! Pues él es sólo amor y misericordia» (Carta 266).

Éstas son las sencillas palabras escritas por Teresita en su última Carta, sobre una imagen que representa a Jesús Niño en la Hostia consagrada.[2]

HISTORIA DE UN ALMACuadro de texto: “Teresa de Lisieux recoge en esta obra sus escritos y su vida. De esta santa no puede medirse el grado de su santidad, pero puede comprobarse que se ha hecho popular y es estudiada e incluso admirada por grandes teólogos. Teresa propone una alta santidad, pues no hay "santidad grande y santidad pequeña" como se ha dicho a veces; la que se vive en la sencillez es la "que me parece la más verdadera, la más santa, la que yo deseo para mí", escribió. La autora no parte de teorías o exposiciones abstractas, sino que arranca de su propia experiencia. Los escritos principales de la santa pueden resultar de gran utilidad a muchos creyentes, a quienes buscan un Dios comprensivo con nuestra d debilidad y miseria, a quienes desean una orientación para llevar en la práctica una vida de entrega generosa según las exigencias del evangelio”. (Editorial San Pablo)     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Descubre en su lectura la sencillez del amor de quien pone sus “ojos en el santo Evangelio para respirar los perfumes de la vida de Jesús”![3]



[1] J.Aldazábal y otros, El santoral sugerencias y materiales; Dossiers CPL, 111, Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona, 2007, pág. 185.

[2] Cfr. Audiencia General, Benedicto XVI, Santa Teresita del Niño Jesús, abril de 2011. Plaza de San Pedro.

[3] Ídem.