2 de julio
Solemnidad de Nuestra Señora del Huerto
“Espera en María, todo suavidad y dulzura, aurora vivificante, dulcísima Madre, fuerza secreta…la más tierna de las madres”.
Antonio Gianelli, Armonía Mariana
En el día en que celebramos a nuestra Madre, compartamos también a través de la palabra, un homenaje a su celestial virginidad y amor incondicional de Madre:
“María es una tierna Madre que, a todos, verdaderamente a todos, abre el seno de una inmensa caridad y misericordia, por medio de la cual, hecha toda para todos, invita a todos a aprovecharse de la plenitud de gracia que Dios depositó en Ella, para que todos podamos, por medio de Ella, tener y participar en abundancia de la misma”1 .
Su presencia, intensa en esta novena 2021 -en la que, en peticiones, agradecimientos, deseos de bien para nosotros y para otros, estuvo presente como poderosa intercesoraconmovió el alma de los que la compartimos, rejuveneciendo la fe y la devoción por Ella, que nos anima a decir:
“Tú fuiste nuestra amorosísima Madre, nos alimentaste y nutriste en el huerto de tus delicias, nos abrevaste en el rico manantial de tus Gracias; en el paraíso de tu huerto nos has hecho merecedores del Paraíso del Cielo, y nosotros estaremos contigo para siempre en el paraíso”.2
En estos momentos de novedad, dificultad y mucha necesidad de Madre que escuche y cobije, encontramos en María, la fuerza maternal de la que todo lo puede, por amor a sus hijos, y en este llamado de auxilio, en medio de la pandemia nos conduce a pronunciar su nombre. Nos pregunta hoy Gianelli:
“Con sólo pronunciar su nombre (…), ¿no perciben en el corazón una escondida esperanza que los estimula, que los consuela? ¿No descubren una voz oculta que resuena en el corazón: espera en María?”3
“Las Gracias no faltan, ni falta la protección de María, falta quien las busque con verdadera fe y las espere con plena confianza”.4
“¡Oh, María!¡Oh, María! Conforta nuestra fe, fortalece la confianza que tenemos y que queremos tener en tu santo nombre y en tu protección. Sálvanos de los oropeles del siglo y sálvanos esta vez de la terrible epidemia que nos amenaza…Salva a tu querido pueblo que se siente dichoso y gozosamente obligado, con el voto particular con que se vinculó a Ti, y que ahora te invoca y trata de tenerte propicia con libres ofrecimientos, con votos que se enorgullece de que no te sean menos gratos y que no dejarán de comprometerte a remediar sus peligros y sus necesidades”5 .
Que, con este fervor encendido, celebremos con alegría su día, para que María del Huerto, siga regalando las bendiciones de su Hijo, que tiene en sus brazos, en toda nuestra vida. “Alegrémonos (…) de ser súbditos de aquella que es reina del Cielo y ante quien los más altos serafines se glorían de besarle con reverencia el pie: gloriémonos de ser esclavos de aquella a la que ha querido someterse el mismo Dios; gocémonos de ser siervos de la que al mismo tiempo es Madre y ¡qué Madre! Madre que solamente es dueña para guiarnos en la vida, Madre, en suma, que solamente nos quiere siervos para tenernos siempre como hijos. Oh bella, oh santa, oh feliz esclavitud. Oh dominio deseado por los ángeles y querido por Dios mismo. Oh augusto nombre de mi gran Madre, ¡cuán dulce eres al pronunciarlo!”6
¡Feliz día de nuestra Madre María del Huerto!
1Gianelli, A. MARÍA, MUJER MARAVILLOSA; Escritos sobre la Virgen; FMH Hermana Honorina Bignami, Ediciones Gianellinas; Bicentenario del nacimiento de San Antonio María Gianelli; 1989.
2 Ídem.Pág.11
3 Ídem. Pág. 21
4 FMH RAUSCH, M. y MAGRINI, R., Meditemos con San Antonio María Gianelli; 2010; pág. 53.
5 GIANELLI, A. MARÍA MUJER MARAVILLOSA; pág. 89.
6
Ídem. Pág.103 y 104.