2 DE NOVIEMBRE
CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS
“¿Puede suceder que creamos en la
existencia del Paraíso y en tanto vivamos como si no existiese?”
San Antonio M. Gianelli
“YO SOY LA
RESURRECCIÓN. EL QUE CREE EN MÍ, AUNQUE MUERA VIVIRÁ Y TODO EL QUE CREE Y VIVE
EN MÍ, NO MORIRÁ JAMÁS”
Jn. 11, 25-26
Hoy rezamos por los que han
acabado su vida terrena y que se encuentran aún en el Purgatorio. El Catecismo de la Iglesia
Católica nos recuerda que los que mueren pasan por un proceso de purificación,
para obtener la completa hermosura de su alma. La Iglesia lo llama "Purgatorio"; y para hablar
de que será como un fuego purificador, se basa en una frase de San Pablo (1Cor.
3, 14). La práctica de orar por los difuntos es antigua: el libro 2º de los
Macabeos en el Antiguo Testamento dice: "Mandó Juan Macabeo ofrecer
sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados"
(2Mac. 12, 46); y siguiendo esta tradición, la Iglesia desde los primeros
siglos ha tenido la costumbre de orar por los difuntos[1].
LA MUERTE DE UN SANTO
“Antonio María Gianelli murió
como mueren los santos. Era un 7 de junio de 1846…Fiesta de la Santísima
Trinidad…A las 5.30 de la mañana, la mano maternal del María, trasplantaba de
la tierra al Cielo, su flor predilecta Antonio María Gianelli.
El sacerdote de Dios…el otro Cristo…dejaba sus despojos mortales…esperando
la hora en que la Resurrección lo llevara, unido a su alma, hasta el Altar de
Dios, allá en el Templo de la Eternidad y de la Gloria”[2].
ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS
“POR INTERCESIÓN DE SAMG: Dios de misericordia y amor, ponemos en tus manos amorosas a nuestros hermanos
y hermanas que has llamado de esta vida a tu presencia. Habiendo terminado
su vida terrena recíbelos en el paraíso, en donde ya no habrá tristeza ni
dolor, sino únicamente felicidad y alegría con Jesús, tu Hijo y con el Espíritu
Santo, para siempre. Amén.”
[1] Cfr. Aciprensa; Conmemoración de los fieles difuntos. Agencia Católica
de Informaciones.
[2] FMH; SAN ANTONIO MARÍA GIANELLI; Primera década de su gloriosa
canonización; 21 de octubre de 1961.