1 DE NOVIEMBRE
SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS
Jornada
nacional de oración por la santificación del pueblo argentino y la
glorificación de sus siervos de Dios
“Alegrémonos todos en
el Señor, al celebrar esta solemnidad en honor de todos los santos. Los ángeles
se regocijan por esta solemnidad y alaban al Hijo de Dios”.
Antífona de entrada
LA FIESTA QUE NOS INVITA A LA ESPERANZA
En este día celebramos no sólo
a los santos conocidos y los anónimos, que practicaron silenciosamente la
plenitud del Evangelio en la vida cotidiana.
¿YO…UN
SANTO?…
EL
LLAMADO A LA SANTIDAD
"...Todos estamos
llamados a la santidad. Los Santos y Santas de todos los tiempos, que hoy
celebramos juntos, no son simplemente símbolos, seres humanos lejanos e
inalcanzables. Por el contrario, son personas que han vivido con los pies en la
tierra; han experimentado el trabajo diario de la existencia con sus éxitos y
fracasos, encontrando en el Señor la fuerza para levantarse siempre y continuar
en el camino. A partir de esto podemos entender que la santidad es una meta que
no puede ser alcanzada por las propias fuerzas, sino que es el fruto de la
gracia de Dios y nuestra libre respuesta a ella. Así pues, la santidad es un
don y una llamada...”[1]
GIANELLI, EL SANTO DE HIERRO[2]
“Donde pasa un
sacerdote santo, donde pasa un obispo santo, es como cuando el sol derrama a su
paso desde el cielo su luz y su benéfico calor”
SS. Pío XI, el día de
su beatificación
Así hablaba S.S. Pío XII, el 21 de octubre de
1.951, día de su solemne canonización: “¿El objeto de esta misión? Es la enseñanza, la educación,
el gobierno, la administración, porque aún allí, él, es apóstol. ¿Su manera? La
dulzura y la firmeza, sostenidas a costa de los más grandes sacrificios,
solamente templadas en la caridad por la gloria de Dios y por el mayor bien de
las almas. Su obra predilecta las Hermanas de la Caridad Hijas de María
Santísima del Huerto, informadas en su escuela y a su ejemplo, extienden
eficazmente su saludable influjo sobre todo entre la juventud, cualquiera que sea
su condición y grado”[3].
GIANELLI NOS ANIMA A SER SANTOS ¿CÓMO?
·
Considerar
que “el Señor mira el corazón y no las palabras”.
·
Confiar
en que “Dios ayuda, cuando no falta en nosotros ni la fe ni el corazón”.
·
Levantarla
Cruz, porque “es el medio más eficaz de nuestra redención”.
·
Escuchar
el llamado a la santidad, porque “…todos estamos llamados a hacernos santos,
pero esto no significa que tengamos que hacer milagros o cumplir obras
extraordinarias”.
·
“Desear
crecer en el bien y en la virtud”.
·
Acudir
a Dios, que todo lo puede: “Pidan, suspiren, golpeen, tanto más fuerte cuanto
más crecen las tentaciones, la fragilidad, el peligro”.
·
Actuar:
“Pongamos manos a la obra, porque la fe es nuestra única posibilidad de
salvación”.
·
Optar
por el bien: “Conviértanse mientras puedan…”
·
Imitar
a María: “María se ofrece a sí misma a Dios con gozo, con alegría, deseosa de
cumplir su voluntad”.
PARA
RECORDAR…
“Nosotros somos los seguidores de Jesucristo que es EL
SANTO POR EXCELENCIA. Nosotros que somos sus fieles, nosotros que somos los
miembros de su Iglesia que es santa, ¿pretendemos no ser santos?”.
S.A.M.G
[1] Papa Francisco; Ángelus, 1 de noviembre de 2019.
[2] Su
biógrafo G. Frediani lo denominó «El santo de hierro».
[3] Publicación de las FMH, San Antonio María Gianelli, Primera década de
su gloriosa canonización; 21 de octubre de 1961.