Familia Gianellina

CUARTO DIA DE LA NOVENA EN HONOR A NUESTRA MADRE - 26 DE JUNIO -

NOVENA NUESTRA SEÑORA DEL HUERTO
2021- LAS FLORES-

“UNIDOS A MARIA Y JOSÉ, REZAMOS POR EL FIN DE LA PANDEMIA”

DIA CUARTO: 26 de junio

En este cuarto día de la novena nos trasladamos espiritualmente al lugar donde sería pintada la imagen de la Virgen, espacio de gran significado para la Familia Gianellina. Las flores, plantas y frutos de este Huerto imaginario son signos de esperanza en medio de los tiempos difíciles, duelo y grandes pérdidas.
Hoy invitamos también para orar por las comunidades del Colegio del Huerto de Asunción del Paraguay, Colegio del Huerto Tucumán – Argentina y por el Centro Social de Porto Alegre – Brasil.

- Acto de contrición.

Dios misericordioso, humildemente arrepentido te pido perdón y Gracia, para que, purificado de mis pecados, me permitas venir al Huerto de María, donde aspire en esta novena el celestial perfume de las flores de tus virtudes, que me propongo imitar, para merecer un día la dicha de contemplarla en el Paraíso en toda su belleza y esplendor. Amén.


- Oración inicial para todos los días.

Oh María que por tu virginidad fecunda fuiste hecha por el Espíritu Santo, “Huerto Cerrado y Fuente Sellada”, porque tu corazón perteneció única y enteramente a Dios, vuelve sobre mí tu mirada de Madre.
Por el amor particular con que te has manifestado como Huerto fecundo de gracia para mi salvación, alcánzame de tu Hijo, que tienes en tus brazos, una continua conversión del corazón, un creciente amor a la voluntad del Padre y una solícita caridad hacia los hermanos. Amén.



 Evangelio de San Lucas 1,46-55

María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso he hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre».
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
Palabra de Dios

MEDITACIÓN
El GIRASOL, símbolo de la PRESENCIA DE DIOS en María.


El girasol es amante apasionado del sol. Tiene su cabeza siempre hacia el sol. Si el sol se oculta un momento, el girasol baja su gran cabeza como si padeciese a causa de su ausencia.
María hace girar todos sus pensamientos y afectos a Dios siguiendo la luz del que es, Sol de justicia.
Dice el Evangelio que María escuchaba la Palabra del Señor y la meditaba en la profundidad de su corazón. Es decir, que María vivía haciendo presente lo que el Señor decía a su pueblo, deseaba vivir en presencia de su Dios.
Son infinitas las ventajas de las acciones unidas al ejercicio de la divina presencia.
El pensamiento de Dios es el medio más eficaz para evitar el mal y el motivo más poderoso para obrar el bien.
¿son los rayos del amor divino los que nos mueven a obrar en nuestra vida?
¿Ponemos nuestra mirada y nuestra vida en las manos de Dios?
¿Deseamos el cielo?
Que María nos de la gracia de vivir siempre en la presencia de Dios purificando nuestros pensamientos. Con la confianza en Dios y un amor apasionado como María.
Pausa de silencio para meditar
(En este momento se pide la gracia que se desea alcanzar)

- Rezamos un PADRENUESTRO a San José y tres AVEMARIAS a nuestra Madre.
- JACULATORIAS:
“Huerto Cerrado, eres María, Huerto Cerrado y Fuente Sellada y tus perfumes son de paraíso”.
 “Glorioso patriarca San José, ruega por nosotros”
- PRECES…
- CANTO…

ORACION FINAL
Oh María, ábreme tu divino Huerto y entraré en él, atraído de la celestial fragancia de tus virtudes, me sentaré bajo la sombra de tu amparo y protección y me saciaré de sus frutos.
Fuente sellada y pura eres, no permitas que se seque jamás en mi alma la flor de tu devoción y el fruto de tu amor a Jesucristo.
Desde tu trono de gloria ruega a tu Divino Hijo para que sea prudente, aprenda la sabiduría y marche siempre por el camino de la justicia.
Virgen del Huerto, tu hijo soy, concédeme oír tu voz y contemplar tu rostro bellísimo. Amén.