Familia Gianellina

8 DE MAYO: BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE LUJÁN PATRONA DE ARGENTINA

8 DE MAYO: BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE LUJÁN

PATRONA DE ARGENTINA

“Un hacendado portugués, Antonio Farías de Sá, de la ciudad de Córdoba del Tucumán, encargó a un residente en Pernambuco (Brasil), una imagen de la Virgen María en la advocación del misterio de la Purísima Concepción. Desde Brasil se le envió la imagen pedida y otra más de la Maternidad de la Virgen, acondicionadas separadamente en dos cajones. En el camino real a Córdoba, allá por principios del mes de mayo, cuando la tropa de carretas se encontraba a orillas del Río Luján, en un paraje denominado del “Árbol sólo”, la imagen que representaba la Inmaculada Concepción determinó quedarse milagrosamente en aquel lugar; convirtiéndose con el paso de los años en Patrona del antiguo Virreinato del Río de la Plata; y luego de las repúblicas hermanas de Argentina, Uruguay y Paraguay. Los bueyes de la carreta que transportaba las imágenes en un momento no pudieron siquiera moverse. Descargado una de los cajones continuaba sucediendo lo mismo. Pero al hacerlo con el que contenía la Inmaculada Concepción, la carreta rodó sin dificultad alguna. Lo mismo sucedió cuando colocaron arriba el otro cajón con la Maternidad, por lo que continuaron el viaje con ella sola hasta su destino final, los pagos de Sumampa. Este es precisamente el origen del Santuario de Ntra. Sra. de la Consolación de Sumampa, en la provincia de Santiago del Estero, compañera de viaje de la Inmaculada Concepción de Luján.

El primer sentimiento que embargó el corazón de los troperos y demás personas presentes fue el asombro; y después de las consabidas demostraciones de devoción y respeto, entendiendo que aquella imagen de la Purísima Concepción deseaba quedarse en ese preciso lugar, resolvieron trasladarla a la casa de la estancia de la familia Rosendo. Se trataba de la población más próxima a la vera del camino real, llamada también entonces, por su ocupante actual, de Bernabé González Filiano. Allí la depositaron, en el mejor lugar de la vivienda, y le improvisaron un precario altar, donde comenzó a ser venerada la Santa Imagen”[1].

 

VENEREMOS A NUESTRA MADRE, EN ESTE DÍA, COMO FG

¿QUIÉN ES MARÍA PARA LA FAMILIA GIANELLINA?

MARÍA ES UNA MADRE QUE NOS REÚNE COMO HIJOS[2]

“María, elegida por Gianelli para sus hijas como Madre, es también para la Familia Gianellina: “huerto y jardín”, donde floreció Jesús, a la que miramos, imitamos, invocamos y damos a conocer. María es nuestro modelo. Ella abre su vida para que Dios la modele como arcilla entre sus manos: “Hágase en mí, según tu palabra.”[3] Primera discípula, guardaba todas las cosas, meditándolas en su corazón. Como Ella, que visitó a Isabel, se gozó de su compañía, estuvo atenta a los novios en Caná, y ofreció su ayuda para la elaboración del buen vino, oró junto a los apóstoles cuando fueron plenificados por el Espíritu Santo, también nosotros deseamos vivir la caridad evangélica vigilante, estando atentos para salir y acudir presurosos al encuentro de las necesidades de los demás. Es también para nosotros modelo de vida sencilla y laboriosa. Junto a ella y a San José, Jesús aprende a relacionarse, a ver el mundo y a llevar adelante su misión. Como Gianellinos enamorados de María, evangelizamos con la presencia en nuestras familias, en los lugares de trabajo, en el encuentro con los amigos y vecinos, hacemos visible el rostro materno de la Iglesia al estilo de nuestra Madre, María del Huerto. Con una confianza especial en María, procuramos que nuestras relaciones estén impregnadas de su ternura y cercanía. Buscamos ir a Cristo a través de su amor de Madre porque la devoción a ella nos centra en Jesús y nos sostiene en el camino del Evangelio. “Estamos ciertos de tener en María una tierna y amorosísima Madre [...] que busca y quiere siempre el bien de nuestras almas y de nuestros cuerpos [...] y se preocupa de ello [...] aunque nosotros no pensemos o ni siquiera nos demos cuenta....”[4]

 



[1] Cfr. Durán; Juan Guillermo, De la frontera a la Villa de Luján; Los comienzos de la gran Basílica; Jorge María Salvaire, CM (1890-1899).

[2] Familia Gianellina; Un don que genera comunión; Roma; 2020; Pág.8.

[3] Evangelio de Lc. 1,38

[4] BIGNAMI, Hna. Onorina. María Mujer Maravillosa, palabras de S.A.G en Chiavari, 2 de junio de 1821. Ediciones Gianellinas. Bs. As,1992