ó Bienaventurada
eres Hermana María Crescencia, porque tu GRAN CONFIANZA EN DIOS te permitió
descubrir la grandeza de lo pequeño y hacer las cosas más simples con un motivo
especial.
ó Bienaventurada
eres Hermana María Crescencia, porque tu CARIDAD intuitiva, paciente, y servicial,
te hizo vivir plenamente el Carisma del Fundador con los niños, los enfermos,
con los adultos y con tus propias Hermanas de Comunidad.
ó Bienaventurada
eres Hermana María Crescencia,
porque buscabas constantemente agradar a Dios y con una FE simple
impregnabas tu vida llenándola de amor.
ó Bienaventurada
eres Hermana María Crescencia, por la DULZURA en el trato y profunda HUMILDAD
que supiste cultivar como un medio fundamental para vivir la CARIDAD.
ó Bienaventurada
eres Hermana María Crescencia, por tu OBEDIENCIA responsable que te permitió
aceptar diversas propuestas aún contrarias a tu voluntad
con mucha
SERENIDAD y PAZ.
ó Bienaventurada
eres Hermana María Crescencia, porque dando más de lo que podías ibas tejiendo la
trama de la santidad en vida, con aspiraciones y jaculatorias sencillas tales
como: “ SEÑOR, LLÉNAME DE TU AMOR”, “DIOS MÍO TE AMO CON TODO EL CORAZÓN”.
ó Bienaventurada
eres Hermana María Crescencia, por haber hecho resplandecer firmemente la VIRTUD
DE LA ESPERANZA en ocasión de tu enfermedad mortal, poniendo en evidencia tu FE
y CONFIANZA en la eternidad feliz.
ó Bienaventurada
eres Hermana María Crescencia, por tu fortaleza, alegría, y prudencia; por tu resignación,
serenidad y
paciencia , que te hicieron exclamar con insistencia: “NO ME DETENGAN MÁS”,
verdaderamente estabas preparada para ingresar a la eternidad.
Trabajo
realizado por Hna del Huerto Pucheta