En los escritos del beato Carlos Acutis, el cyber apóstol, un joven italiano enamorado de María se lee “María es la única mujer de mi vida”. Es una hermosa invitación para crecer en nuestra devoción mariana. Es una hermosa oportunidad para hacer nuestra consagración a María. ¿Alguna vez pensaste que te puedes consagrar a María para aumentar tu entrega a Dios y al prójimo? Muchos santos recomendaron la devoción y consagración a María como camino para ir a Jesús e hicieron popular la frase que dice “a Jesús por María”. Jesús es el camino que nos lleva a Dios Padre porque es el mediador entre Dios y los seres humanos. María es el camino para ir a Jesús. Por eso te invitamos a prepararte para tu consagración mariana en estos 30 días meditando la espiritualidad de Nuestra Señora del Huerto. Cada día tendrás una meditación con algunos textos y oraciones para tu preparación inmediata. Si te parece oportuno, puedes compartir esta treintena con muchas personas. ¿Por qué 30 días? ¿Por qué una treintena? La razón es que existen devociones a los santos con oraciones diversas para treinta días. Por ejemplo el mes de San José. Y la consagración a San José con una preparación de treinta días. De la misma manera, el mes de ejercicios espirituales ignacianos. Esta propuesta te presentamos hoy. Preparar la consagración a María con treinta días de oración, reflexiones y contemplación. El esquema será con algunos textos para leer y meditar. Algunos textos de los escritos de los santos y de San Antonio María Gianelli. Veinte minutos de contemplación y oración personal con los salmos para crecer en nuestra espiritualidad cristiana.
Nuestra Señora del Huerto es conocida como Hortus Conclusus. La razón es que antes del Concilio Vaticano II el latín se usaba como lenguaje oficial de la liturgia y los escritos católicos. La pintura original de la Virgen del Huerto también era llamada Hortus Conclusus. En español se traduce Huerto Cerrado porque se atribuye a María el texto del libro El Cantar de los Cantares 4,12. Novia mía, eres jardín cerrado, cerrada fuente, sellado manantial. Cantar 4-12 Jardín donde brotan los granados de frutos exquisitos. Jardín donde hay flores de alheña. Cantar 4,13. Nardos y azafrán, caña aromática y canela, y toda clase de árboles de incienso, de mirra y de áloe. Cantar 4-14 La fuente del jardín es un pozo del cual brota el agua que baja desde el Líbano. Cantar 4,15. Cantar de los cantares es la traducción literal de un hebraísmo que significa propiamente “el más bello de los cantares”. (De la Biblia Palabra de Dios. Ediciones Paulinas Dios habla hoy 2010) Contemplación para consagrar mi vida a María La contemplación de hoy está centrada en dos palabras: JARDIN y FUENTE. Un jardín requiere tiempo y buen gusto. Un jardín tiene plantas y flores con hermosos colores y perfumes. Una fuente tiene agua limpia y fresca. Tu vida puede ser un jardín para María. Tu vida puede ser una fuente de amor a María. Dedica unos minutos para tu oración personal con María. Puedes rezar el Santo Rosario.
El libro el Cantar de los Cantares pertenece al género literario de los libros sapienciales de la Biblia. En los poemas que integran este libro, un joven y una joven están enamorados y manifiestan sentimientos apasionados de amor mutuo. Estos poemas están redactados en un lenguaje con un elevado estilo poético. Muchas imágenes y metáforas, como la viña, la fuente y el jardín, simbolizan a la joven. Los frutos y las flores, el vino, la leche y la miel son recursos poéticos o comparaciones para describir la belleza de los enamorados y las delicias y alegrías del amor. Este libro es un canto de amor del hombre y la mujer. Por su expresión literaria y por el tema que tratan, los poemas reunidos en este libro se asemejan a los cantos que se entonaban en las fiestas de bodas de la época. Cuando el Cantar fue incluido en el canon de los libros sagrados, ya había sido puesto bajo el nombre de Salomón, el rey prototipo y modelo del sabio. Esto no quiere decir que él sea el autor del libro. Pero la vinculación con el sabio por excelencia asignó al libro El Cantar de los cantares un lugar bien definido entre los escritos sapienciales de Israel. La lectura de los poemas se hizo popular entre los sabios de la época y era recomendada y valorada para la mutua donación de los esposos y su fidelidad matrimonial. La unión de los esposos es uno de los símbolos que la Sagrada Escritura utiliza para expresar la alianza de Dios con su pueblo. En el Antiguo Testamento hay frecuentes referencias a Israel como la esposa del Señor. (Oseas1-3; Jer 2,1-3; Ez 16) En el Nuevo Testamento se presenta a la Iglesia como la esposa de Cristo. (Ef 5,23 y Ap 21,2-9) El Cantar de los Cantares es una alegoría o cadena de metáforas destinadas a celebrar la alianza del Señor con Israel y por ende, de Cristo con la Iglesia e incluso, del alma con Dios.
El amor entre una mujer y un hombre es el reflejo hermoso y un símbolo del amor de Dios. Esta espiritualidad nupcial ha sido profundizada por muchos escritos de los santos, sobre todo los contemplativos como San Juan de la Cruz, por ejemplo. Muchas poesías de los santos reflejan esta espiritualidad que también ha sido plasmada en canciones populares. La palabra “jardín” también se la ha comparado con el “paraíso”. La palabra fuente se la ha comparado con una vertiente de aguas limpias. Ambas palabras son sinónimos de la vida. En un jardín hay vida naciente y vida floreciente. Hay plantas, flores y frutos. Vida vegetal y vida animal. En un jardín se necesita agua para dar vida y mantenerla. El agua es símbolo de la vida. El agua da vida. El agua mantiene la vida y la hace prosperar. En el Antiguo Testamento se relaciona la vida de Dios con el agua. En el nuevo testamento Jesús dice de sí mismo “soy el agua viva”. Jn 4,14 y Jn 7,38.
La devoción a María la Virgen del Huerto tiene su origen en Chiavari hacia el año 1493. La epidemia del cólera venía desde Génova y había llegado a la ciudad. Una mujer piadosa llamada Turquina ha logrado de María la gracia de ser liberada de dicha enfermedad junto a su familia. Con un acto de confianza se dirigió a María y le rezó. Así comenzó la devoción con la virtud de la CONFIANZA. ¿Qué es la confianza? Es una virtud que nace de la fe y está orientada a entregar a Dios la vida y las ocupaciones diarias. La confianza es la certeza de la fe en Dios que hace grandes cosas por nosotros. Es muy importante la confianza en Dios en la vida espiritual. La confianza nace de la fe. La fe es la certeza de creer en el amor de dios. La fe es un regalo de Dios, es una virtud teologal. Dios nos regala de fe el día de nuestro bautismo. No podemos lograr la fe por nosotros mismos. La fe se nos regala por pura gracia de Dios. Nuestro aporte es hacer crecer la fe y hacer actos de fe y confianza en Dios. ¿Cómo crecer en la fe? ¿Cómo alimentar nuestra fe en Dios? Las virtudes se fortalecen con la repetición de actos y se consolidan en la profundidad de la vida espiritual. Cuando fuimos bautizados éramos recién nacidos y después de unos años fuimos niños y jóvenes hasta llegar a adultos. La ropa que usamos siendo niños ya no la usamos de adultos porque es pequeña. Así también los zapatos. Pero…nuestra fe ¿es la misma? Debemos crecer en la fe siendo personas maduras. Contemplación para crecer en la fe El salmo 130 nos hace contemplar la humildad y la confianza en Dios con los sentimientos sencillos renunciando a toda pretensión de grandezas. Este salmo nos invita a creer en Dios con la sencillez y la confianza de un niño. Los niños confían en sus padres porque ven la grandeza y fortaleza de su amor. Así también nosotros aprendamos a confiar en Dios y en María. Porque no hay nada imposible para Dios. Escribe tu propia oración desde tu experiencia de fe y la confianza en María. La persona que se esmera por confiar y crecer en la fe, tiene una mirada limpia y vive su cotidiano con serenidad.
Como agradecimiento Turquina decidió hacer pintar una imagen de María y encomendó al pintor Benito Borzone esta obra. Este pintor pintó en la pared de un huerto de la ciudad la imagen de la Madre con su Niño Jesús en actitud de bendecir. Turquina cumplió su promesa. Fue agradecida. Y para nosotros es ejemplo de agradecimiento. Qué importante es ser agradecidos con Dios y con los demás. Una devoción muy oportuna es ser agradecidos con Dios cada día y rezar una alabanza de acción de gracias al despertar y al acabar el día. Un secreto de la vida espiritual muy recomendado por los santos. Dice una hermosa frase es de bien nacido ser agradecido. En estos tiempos de post modernidad se ha perdido la capacidad de ser agradecidos. Agradecidos con la familia, con nuestros padres que nos dieron la vida. Agradecidos con nuestros amigos que nos dan cariño. Agradecidos con Dios que nos libra de muchos males y desastres. Una falta muy común es no ser agradecidos con los demás y ser soberbios pensando que todo lo merecemos. Un pilar de la vida espiritual es considerarse vulnerable y frágil. Pues no somos eternos ni poderosos. Al contrario, somos finitos y efímeros. Por eso es tan importante esta virtud: ser agradecidos. ¿Qué sería de nosotros si nadie nos ayudase? ¿Qué haríamos sin Dios?
La devoción a la Virgen del Huerto se sigue difundiendo. En la pared de ese huerto estaba la imagen pintada. Era atrayente para la gente que pasaba caminando por esas calles. Era lugar para la fe sencilla de las personas que sólo con mirarla y rezar se sentían atraídos. Una hermosa imagen que pronto se vería rodeada de gente y se acercaban a rezar, a pedir, a agradecer y alabar a Dios. Cuánto bien puede hacer a la gente las oraciones sencillas en esos lugares donde se venera a María. Cuántos barrios que hay con plazas y lugares dedicados a venerar las imágenes devotas de María. Pero con el paso del tiempo la devoción decayó y ese lugar quedó casi en el olvido. Por eso es tan importante difundir la devoción y la fe. Los grupos de oración son numerosos en estos tiempos y los medios de comunicación nos ayudan mucho también a difundir la fe. En la actualidad se conocen muchas imágenes de la Virgen con colores variados y hermosas actitudes. Los seres humanos somos capaces de plasmar, en cuadros y dibujos, las hermosas imágenes religiosas de nuestra madre. Hoy vamos a contemplar a nuestra madre del huerto en su esplendor.
La fe en familia En el año 1609 María se manifiesta a Gerórima Turrio y salva a su hijo Bartolomé de los peligros del mar y de sus adversarios. Ella rezó mucho a la Virgen cuando se dio cuenta que había una gran tormenta y su hijo estaba viajando en un barco en medio de la tempestad. El hijo sintió cuando se calmó la tormenta y al regresar a su casa Gerónima le contó que había pedido protección a la virgen del Huerto. En recompensa, madre e hijo junto a su amigo Lorenzo visitan el huerto y con su constante trabajo transforman el lugar en un verdadero centro de irradiación espiritual. Se recuperó el lugar y la fe y los devotos volvieron a rezar junto a María. Por esa razón se dice que la fe es contagiosa y el bien es difusivo. La fe produce entusiasmo en los demás y se logran grandes avances en la vida espiritual y familiar. Qué importante es vivir la fe en nuestras familias. Las familias son un lugar sagrado de la custodia de la vida tanto espiritual como física.
Misión compartida Son muchas las oraciones que se escribieron y se siguen escribiendo en honor a la virgen del Huerto. Los que conocemos esta devoción rezamos la consagración y la oración pidiendo la bendición para nuestras familias. En Argentina y en el mundo es conocida, en primer lugar, por los inmigrantes italianos que llegaron a América y trajeron su imagen. Años más tarde llegaron las religiosas del Huerto. Las hermanas del Huerto tenemos la tarea de difundir esta devoción junto con los laicos con quienes compartimos el Carisma de nuestro santo fundador Antonio María Gianelli. En la actualidad hay muchos laicos que conocen a María. Muchas parroquias llevan su nombre. Muchas familias rezan y cantan las alabanzas a María. Muchas personas escuchan la voz de Dios en su corazón y el deseo de consagrarse a María. La consagración es un compromiso de vida cristiana en el servicio, primero a Dios y luego, al prójimo.
El 12 de enero de 1829 en la ciudad de Chiavari, Antonio Gianelli funda un Instituto Religioso de mujeres destinado a la educación de las niñas huérfanas de esa ciudad como así también a la atención de los enfermos en los hospitales de la región cerca de Chiavari. La fundación de nuestro Instituto se llevó a cabo por Gianelli y doce jóvenes mujeres que vieron la necesidad de un apostolado con un Carisma específico: la Caridad Evangélica Vigilante. Gianelli era el párroco de la iglesia San Juan Bautista de Chiavari cerca al gran santuario de la Virgen del Huerto. Ese día 12 de enero convocó a las doce jóvenes para encomendarles esta gran tarea y las confió a María con el nombre de Hijas de María Santísima del Huerto. Con la pobreza como guía esta obra comenzó a crecer y dar frutos en varias ciudades. Fundaron colegios y hospitales y creció el número de religiosas. En el año 1859 llegaron a Montevideo y también a otros países del mundo. Primero fue Italia y más adelante Estados Unidos y España, India, África, Palestina, Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile y Papua Nueva Guinea.
Gianelli tiene una novena a la Virgen Santísima como Madre del amor hermoso. En este escrito Gianelli describe las virtudes más bellas de María, tal como la esperanza y el temor de Dios. Gianelli escribe en un lenguaje muy tierno cuando habla de la virgen y produce en el alma del lector sentimientos y deseo de ser como maría. Los escritos de Gianelli son muy valiosos para nosotros y toda persona que desea consagrarse a María.
A partir de hoy vamos a meditar los escritos de Gianelli. De la homilía de Gianelli con ocasión de la vestición religiosa de su hermana. (27 de diciembre de 1821) Cantar 4,12 “eres huerto cerrado.” Con frecuencia en la Sagrada Escritura la Iglesia es comparada con un campo bien trabajado y con una viña bien cultivada y rica de racimos maduros. Es comparada también con un huerto, con un jardín. ¡Cuánto mejor se vislumbra, en estas figuras, la imagen de un alma toda consagrada a Dios y que no aspira a otra cosa que amar y bien servir a su Dios! El Señor, enamorado de la belleza y suavidad de tan buen terreno, goza de establecerse en él, con toda la plenitud de su gracia y hacerlo así siempre más rico y fecundo, como lo atestigua él mismo, en el santo evangelio.
De la homilía de Gianelli con ocasión de la vestición religiosa de su hermana. (27 de diciembre de 1821) La primera cualidad de un buen huerto es la tierra fértil. Pero la calidad de las plantas, la bondad de las semillas y la abundancia del agua son las que determinan su belleza y ayudan a distinguirlo, no sólo de los bosques o de otros terrenos incultos, sino hasta de otros campos cultivados. Reflexionen en la abundancia que ustedes tienen de todos estos medios para enriquecer el jardín de sus corazones.
De la homilía de Gianelli con ocasión de la vestición religiosa de su hermana. (27 de diciembre de 1821) Qué hermoso huerto pueden ser ustedes y qué riqueza de mieses a los ojos de Dios. Ustedes son felices por esto y mucho más en comparación con otras almas que sirven a Dios en el mundo. Ustedes sirven a Dios de un modo más perfecto. Cultivan la virtud de modo general y las virtudes propias de la vida religiosa. Tienen libros, imágenes, preceptos, consejos, sacramentos, ministerios, oraciones y ejemplos. Al leer este párrafo se debe tener en cuenta que esta homilía está dirigida a religiosas. Por eso dice ustedes son felices y mucho más… Aquí está el gran secreto de la vida consagrada. La vida religiosa es un llamado a la consagración a dios con los votos religiosos de castidad, pobreza y obediencia. La persona consagrada ofrece su vida y vive su vocación con entrega absoluta de todo su ser. Entrega a Dios su capacidad de amar y servir sin fronteras y entrega su propia voluntad a la voluntad de Dios. Los votos de castidad, pobreza y obediencia a Dios hacen que la persona consagrada tenga obligaciones especiales para con Dios y el servicio del prójimo.
De la homilía de Gianelli con ocasión de la vestición religiosa de su hermana. (27 de diciembre de 1821) Por cuanto bien cuidado y cultivado sea un jardín y esparcidas buenas semillas y lleno de árboles de calidad y agua en abundancia, si no cuenta con la necesaria protección, todo irá pronto a la ruina. Entrarán los ladrones y robarán la mejor fruta y las flores serán arrancadas. Los animales y las aves de rapiña entrarán. Por eso el huerto es huerto cerrado.
De la homilía de Gianelli con ocasión de la vestición religiosa de su hermana. (27 de diciembre de 1821) Por cuanto bien cuidado y cultivado sea un jardín y esparcidas buenas semillas y lleno de árboles de calidad y agua en abundancia, si no cuenta con la necesaria protección, todo irá pronto a la ruina. Entrarán los ladrones y robarán la mejor fruta y las flores serán arrancadas. Los animales y las aves de rapiña entrarán. Por eso el huerto es huerto cerrado.
A partir de hoy vamos a meditar los escritos de San Luis María Grignion de Montfot.
Textos del libro “Tratado de la verdadera devoción”, editorial Santa María, 2018
Jesucristo es el fin último del culto a María.
Por eso es tan famosa la frase A JESUS POR MARIA.
En el Evangelio según San Juan 15,6 leemos la rama está unida a la planta, así como el sarmiento está unido a la vid.
Jesús nos enseñó que debemos estar unidos a EL. Somos los sarmientos de la VID que es JESUCRISTO.
Dios Padre es el viñador y nada podemos hacer sin EL.
Pertenecemos a Jesús y a María.
Por el bautismo estamos consagrados a Dios.
Los santos nos invitan a estar perpetuamente consagrados a Dios por la esclavitud.
San Luis María propone la consagración y la llama esclavitud.
Esto significa la decisión de ser totalmente de Dios a semejanza de María, la esclava del Señor.
Esta decisión es para siempre. Si deseas ser totalmente de Dios, puedes consagrarte a María y dejar el egoísmo para llenarte de Dios.
¡Qué mejor decisión!
¡Y qué mejor ayuda que María!
Vamos a meditar los escritos de San Luis María Grignion de Montfot. Textos del libro “Tratado de la verdadera devoción”, editorial Santa María, 2018 Jesucristo es el mediador entre Dios y los hombres. Por El tenemos acceso al Padre y por El recibimos todos los dones y gracias. La Iglesia también nos enseña que, mediante la devoción a María, la llamamos mediadora de todas las gracias y se promueve que los fieles, que deseen, se consagren a María. Somos frágiles y necesitados de la ayuda de una madre. (2 Cor 4,7) Por eso, no somos huérfanos, María es verdadera madre. Jesús en la cruz la entregó como madre en la persona de Juan. Y ella permaneció con los apóstoles hasta el día de Pentecostés y ahora, desde el cielo Ella intercede por nosotros.
Vamos a meditar los escritos de San Luis María Grignion de Montfot. Textos del libro “Tratado de la verdadera devoción”, editorial Santa María, 2018 La verdadera devoción a María es interior y tierna. Llena de confianza y ternura. Es una devoción simple como María. La verdadera devoción a María es santa, constante y perseverante. Requiere de nosotros una fe viva y obediencia ciega. También requiere oración constante y mortificación universal. María la virgen pura es modelo de caridad, paciencia heroica, dulzura angelical.
Vamos a meditar los escritos de San Luis María Grignion de Montfot.
Textos del libro “Tratado de la verdadera devoción”, editorial Santa María, 2018
La perseverancia
Los seres humanos somos tan inconstantes en nuestra vida. Por eso San Luis María propones la verdadera devoción.
El verdadero devoto vive de la fe y no de los sentimientos. María merece ser amada y considerada madre.
Ama a María y espera en Ella, no por los favores que vas a recibir.
Se nos propone amarla con fidelidad sin pensar en las dulzuras o dificultades. La veneración debe ser hecha con respeto.
Las imágenes sagradas no son idolatradas.
Se debe tratar con respeto a las imágenes sagradas y reparar los daños que la gente causa cuando son profanadas.
Vamos a meditar los escritos de San Luis María Grignion de Montfot. Textos del libro “Tratado de la verdadera devoción”, editorial Santa María, 2018 La consagración es personal, es una decisión importante para los laicos gianellinos.
A partir de hoy rezamos la novena a MARIA DEL HUERTO.