Queridos
hermanos, les damos una cordial bienvenida
a esta Santa Misa, para celebrar juntos la Solemnidad de la Epifanía, o
manifestación del Señor.
La
fiesta de hoy, prolongación de la Navidad, tiene en nuestra liturgia como
protagonistas a unos magos de tierras extrañas que vienen a adorar al Mesías.
Celebramos, en el Niño nacido de María, la manifestación de aquel que es el
Hijo de Dios, el Mesías de los judíos y la luz de las naciones.
Como
los reyes magos se dejaron guiar por la luz de aquella estrella, nosotros nos
dejamos conducir también para adorar y celebrar con gozo al niño Jesús. De pie,
cantamos el canto de entrada...
MONICIONES A LAS LECTURAS
Isaías,
vislumbra un cambio para el pueblo, la salvación no tiene fronteras, se dirige
a todo hombre y a todos los hombres. Pablo, expresa que la manifestación no
tiene preferidos, todos los hombres, son destinatarios de esta revelación. Los
magos, ven en el pesebre la salvación envuelta en pañales, Dios, esta de
corazón abierto, a toda cultura, tradición y raza. Escuchemos atentamente.
PRIMERA LECTURA (Isaías 60, 1-6)
Isaías
proclama una Buena Nueva: Una luz brilla; la gloria de Dios aparece. Cristo es
esa estrella radiante de la mañana que nos guía en la vida. Escuchemos
SEGUNDA LECTURA (Efesios 3, 2-3a. 5-6)
San
Pablo en su carta a los efesios, manifiesta la universalidad de la salvación
que el niño recién nacido trae, no solo para el pueblo judío, sino también para
nosotros.
EVANGELIO (Mateo 2, 1-12)
San
Mateo relata el episodio de los reyes magos, que vienen desde lejos,
obedientes a una intuición misteriosa, llegan hasta Jesús, lo reconocen como el
enviado de Dios y "cayendo de rodillas, lo adoran". Manifestamos
nuestra alegría, cantando aleluya
ORACIÓN DE LOS FIELES
Unámonos
en oración, diciendo: ILUMINA A TODOS
LOS PUEBLOS, SEÑOR.
Por
la Iglesia, para que ilumine el camino
de los hombres y les manifieste el amor que Dios tiene a sus criaturas. Oremos
Por
el Papa Francisco, nuestro Obispo y nuestros sacerdotes, para que asistidos por
el Espíritu Santo den ánimo a los fieles a fin de que se decidan a hacer
brillar la luz de Cristo ante sus hermanos. Oremos.
Por
los gobernantes: para que en sus decisiones busquen lo que conduce a la paz y a
la justicia. Oremos.
Por
los enfermos y por cuantos luchan y sufren sin esperanza: para que se les manifieste
el amor de Cristo que les conforte en la prueba. Oremos.
Por
nosotros que hemos sido llamados de las tinieblas a la luz de Cristo, para que
nos afiancemos en la fe verdadera y sigamos con fidelidad las enseñanzas de Evangelio.
Oremos.
Por
nuestra Comunidad, para que seamos agradecidos
al Señor por el don de la fe, la vivamos con audacia y la comuniquemos con
alegría. Oremos.
Por
los niños de nuestras familias, para que acojan a Jesús, como el mejor regalo
del Padre y sean solidarios con los niños que sufren la pobreza. Oremos.
OFRENDAS
En
estos dones del pan y del vino, Jesucristo se nos va a ofrecer como sacrificio
y se nos va a dar como alimento. Ofrezcamos el oro, el incienso y la mirra de
nuestras propias vidas, en un deseo de entregarnos como adoración a Dios.
COMUNIÓN:
El
Señor se nos ha manifestado en la Palabra proclamada, y ahora en su Cuerpo y en
su Sangre que debemos compartir fraternalmente, ya que todos estamos invitados
a sentarnos a la mesa del Reino.
COMUNIÓN
ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos
aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden
hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo
Señor mío que estás realmente presente
en el
Santísimo Sacramento del altar.
Te
amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente
recibirte dentro de mi alma;
pero,
no pudiendo hacerlo ahora
sacramentalmente,
ven
al menos espiritualmente a mi corazón.
Y
como si te hubiese recibido, me abrazo
y me
uno todo a Ti;
Oh
Señor, no permitas que me separe de Ti. Amén
DESPEDIDA:
Al
igual que aquellos hombres, que vinieron por un camino y se marcharon por otro;
que vinieron con la ansiedad de quien busca y se marcharon con el gozo del que
ha encontrado lo que tanto buscaban. La estrella sigue brillando, anunciemos
con esperanza, alegría y paz; la Buena Nueva que se nos ha revelado hoy.