Jesús se aleja temporalmente de la gente y del grupo
grande de discípulos para subir a la
montaña, acompañado sólo de Pedro, Santiago y Juan. Se encuentran allí arriba
solos. En la soledad y en el silencio contemplativo Jesús queda transfigurado.
El evangelista Lucas dirá que fue rezando que Jesús se transforma. Su relación
íntima con el Padre hace que a Jesús se le vea resplandeciente.
¿Qué
apreciaron los discípulos? Se dieron cuenta que Jesús estaba muy cerca del
Padre. Para intentar explicar esto, los evangelios dicen que sus vestidos
soltaban una blancura indescriptible. Se dan cuenta de que Dios se revela en
Jesús, de manera similar a como se reveló en otro tiempo a Moisés y Elías; que
Jesús forma parte de la nube de la divinidad.
Jesús
se transfiguró ante tres discípulos a quienes les costaba mucho aceptarlo:
Pedro hace poco había intentado que Jesús se hiciera atrás de su mesianismo;
Santiago y Juan solicitaban un lugar de honor en su reino. Jesús les hace ver
que el Mesías de Dios es hombre como los demás, como ellos mismos; y que la
gloria no le viene de ser un hombre especial, privilegiado, triunfante. Él es
Hijo amado. Así lo revela el Padre y así lo vive Jesús. Esta fue la experiencia
central de la vida de Jesús: vivir como amado. Y los discípulos son invitados a
escucharlo y a seguirlo, aunque lo vean desacreditado, humillado, atrapado,
perseguido, hombre de dolores, crucificado.
ORACION INICIAL
Nos preparamos para este encuentro con la Palabra de Dios. Pidiendo
la luz de su Espíritu para que nos
ilumine y dejándonos transformar por El.
Espíritu de Vida
te invoco sinceramente: ven en ayuda de mi debilidad.
Ven, Espíritu de Dios, y habita en mi flaqueza para que
tu fuerza sea
patente en mi existencia.
Ven a mí, Espíritu de la Verdad, toma posesión de mi
corazón y de mi mente,
conduce mi vida cotidiana según los designios de Dios Padre.
Ven a mí, ven a tu Iglesia y hazla gustar tu gozo
embriagador,
en la acogida
diaria y confiada de la única Palabra que salva. Amén
LECTURA TEXTO BIBLICO:
Marcos 9, 2-10
Haz
una lectura pausada y tranquila. No te contentes con leer el texto evangélico
una sola vez. Descubre la fuerza de las palabras. Es Buena Nueva para ti.
“Seis días más tarde Jesús toma consigo a
Pedro, a Santiago y a Juan, sube aparte con ellos solos a un monte alto, y se
transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador,
como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y
Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para
ti, otra para Moisés y otra para Elías». No sabía qué decir, pues estaban
asustados. Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube: «Este
es mi Hijo, el amado; escuchadlo». De pronto, al mirar alrededor, no vieron a
nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban del monte, les ordenó que
no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara
de entre los muertos. Esto se les quedó grabado y discutían qué quería decir
aquello de resucitar de entre los muertos”.
LECTURA ¿Qué dice el texto?
Saber
quién es Jesús para nosotros es absolutamente vital. Los evangelios nos
introducen de manera gradual en la identidad del Señor, para ayudarnos a
conocerlo y reconocerlo, como lo ha hecho Pedro, dándolo a conocer como el
Cristo, el Hijo de Dios vivo hecho carne, el que comparte con el Padre y el
Espíritu Santo la misma divinidad, la misma gloria y el mismo poder.
Esta
manifestación del Señor Jesús es algo que en los evangelios encontramos de diversas
maneras, ya sea por medio de los milagros que Jesús hacía para manifestar su
autoridad sobre la naturaleza, sobre las enfermedades, sobre la muerte… Pero
entre todas estas manifestaciones encontramos un testimonio que es en sí mismo
elocuente por el significado que tiene como es el relato de la transfiguración,
donde Jesús manifiesta a algunos de sus discípulos su gloria, dándose a conocer
a sí mismo.
Este
relato adquiere toda su relevancia en el testimonio que el Padre da de Jesús
cuando dice: “…este es mi Hijo, el amado…”
El
testimonio del Padre nos muestra que el creer en Jesús implica un estilo de
vida. La palabra del Padre está dirigida a cada uno de nosotros, “…escuchadlo…”. Es como el nuevo
mandamiento que nos deja el Padre, pues como cristianos, debemos escuchar a
Jesús, seguir su camino, imitarlo y darlo a conocer. El Padre hace de Jesús
nuestro único y verdadero interlocutor para llegar a Él, reduciendo todas las
enseñanzas de la antigua Ley en el Señor Jesús, que es la plenitud de la
revelación y la manifestación plena del amor de Dios hacia nosotros.
Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o
actitudes que atraen tu atención, tu interés?
MEDITACION: ¿Qué me dice Dios a través del
texto? ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación,
a alguna de tus dimensiones?
A los
primeros discípulos no les fue fácil entender que Jesús moriría en la cruz. Por
eso los hizo subir al monte de la transfiguración, para que vieran, escucharan
y experimentaran lo que les esperaba al final del camino. Hoy el Señor te
invita a ti a tener la misma experiencia.
Estamos
llamados a transfigurarnos por la acción del Señor. La sociedad, el mundo, y
nosotros en él, se transformará cada vez que aceptemos la voz del Padre en su
Hijo, cuando escuchamos su Palabra y la llevamos a la vida.
¿Qué
puedes hacer para que tu vida cada vez más transparente la de Jesús?
Aceptar
las palabras de Jesús, es una invitación a transfigurarnos, a transformarnos y
salir al mundo a hacer el bien.
¿Has
tenido alguna transfiguración en tu vida?
¿Cómo
te ayuda la experiencia de la transfiguración para asumir mejor tu misión?
¿Cómo
transfigurar hoy tu vida personal, familiar y comunitaria?
¿Cómo
vives en tu vida personal, «Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo»?
¿En
verdad escuchas a Jesús en todos los momentos de tu vida?
Tal
vez escucharlo signifique dejar un estilo de vida cómodo, ser más generoso, preocuparte
más por los demás
La
indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real, también para
los cristianos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los
profetas que levantan su voz y nos despiertan. Dios no es indiferente al mundo,
sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada
hombre.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación,
tu reflexión personal?
ORACION ¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve
a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo,
compromiso? Habla con Dios…
Hagamos tres tiendas, Señor, y
llénanos de Ti.
Haznos ahondar en tu
misericordia, en tu perdón, en tu amor.
Hagamos tres tiendas y muéstranos
al Padre
para que le escuchemos y nos impulse
a salir al encuentro de los
hermanos.
Hagamos tres tiendas, Señor,
y…
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración
personal?
Cada uno pone sus intenciones.
CONTEMPACION
La
Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y
para cada creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de gracia». Dios no nos pide
nada que no nos haya dado antes.
Jesús
es el esplendor del Padre, la luz que ilumina a toda persona, la imagen
perfecta del hombre nuevo, de la mujer nueva.
¿Mi
fe en Jesús, me ha regalado ya algún momento de transfiguración y de intensa alegría?
¿Cómo me han dado fuerza estos momentos de alegría en los momentos de
dificultad?
Contempla
como el Padre te dice, “tú eres mi hijo amado…”, ¿cómo te sientes?, ¿qué espera
Él de ti?, ¿qué le dices?
“…escuchadlo” “Escuchar” lo que supone hoy ser su hijo,
ser llamado al amor, ser destinado a dar vida.
“Escucharlo”
es dejar que resuene en ti la voz de Jesús.
“Escucharlo” supone la valentía de “guardar
silencio” anta Dios, un silencio lleno de sentido y esperanza… esperanza en la
Pascua que se ha de realizar en cada uno de nosotros.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o
frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto
ACCION
¿A qué
te compromete el texto? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa
enseñanza?
Intenta
manifestar con tus obras, con tus palabras, con tu oración…a otras personas la
alegría de sentirse hijo de Dios.
Me
pregunto:
ü ¿Seré capaz de reconocer a
Jesús transfigurado en los hermanos de mi comunidad?
ü ¿Me siento elegido como del
círculo cercano de Jesús?
ü ¿Busco a Jesús con un corazón
sincero en este tiempo de cuaresma?
ü ¿Escucho a Jesús como el Hijo
amado del Padre?
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que
te invita a realizar?