LECTIO DIVINA 32º DOMINGO DURANTE EL AÑO 8/11

32º  DOMINGO DURANTE EL AÑO     8/11


 Hablar en parábolas es una forma de enseñar que había adoptado Jesús para que los que querían entender que entendieran. Los discípulos entendieron que la parábola no era solamente una historia. Sabían que Jesús les quería decir algo mediante la historia de aquellas diez jóvenes encargadas de preparar la fiesta de las bodas y esperar al novio. De las diez, cinco fueron lo suficientemente prudentes como para disponer lo que necesitaban para la espera. Tomaron consigo suficiente aceite para poder encender sus lámparas. Así estarían dispuestas aunque el novio llegase a la medianoche. Las otras cinco no pensaron, no se preocuparon. Y la llegada del novio las tomó desprevenidas. Y se quedaron fuera de la fiesta.
Hay personas que dejan para mañana lo que pueden hacer hoy.  Se olvidan que el mañana es aquello de lo que nadie está  seguro.
Lo que Jesús nos pide es que estemos atentos, despiertos, que hagamos lo que tenemos que hacer para que cuando llegue el momento de dar cuentas, no nos encontremos sin aceite en las lámparas y con las manos vacías.
El mensaje de Mateo es este: el retardo de la vuelta de Jesús no debe llevar al adormecimiento y al descuido, ni debe hacer que la gente se desentienda de sus compromisos. Al contrario, la certeza de su venida debe impulsarlos a un compromiso activo, que consiste en poner en práctica las enseñanzas de Jesús, construyendo su Reino.

ORACIÓN INICIAL:

Señor, ilumínanos con tu Espíritu Santo.
Haz que podamos recibir tu Palabra hoy con alegría,
escucharla con amor, meditarla y dejarla crecer en nosotros.
Que sea una fuerza liberadora contra todas las alienaciones,
las esclavitudes y los temores.
Haznos instrumentos de tu Palabra
para que podamos anunciarla y testimoniarla con eficacia.
AMÉN.

Cantar  «Espíritu Santo Ven, Ven».


En la parábola de hoy se construye una historia en torno al comportamiento diferente de las doncellas que acompañan al esposo en el día de la fiesta del matrimonio. Este hecho es usado por Jesús para poner en claro la llegada de improviso del Reino de Dios en la vida de las personas.  Al final de la parábola, Jesús dice:

" Estén despiertos, pues no saben ni el día ni la hora".

Esta advertencia final sirve como clave de lectura. Ella indica la dirección del pensamiento de Jesús.  Abramos nuestros corazones a escuchar la Palabra de Dios.

La Palabra dice: Texto bíblico  Mateo 25,1-13

“El Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes. Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos. Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó un grito: ‘Ya viene el esposo, salgan a su encuentro’. Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las prudentes: ‘¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?’. Pero estas les respondieron: ‘No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado’. Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: ‘Señor, señor, ábrenos’, pero él respondió: ‘Les aseguro que no las conozco’. Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora”.  Palabra del Señor

Hacemos un tiempo de silencio, para que la palabra de Dios pueda penetrar en nuestros co-razones.  
Terminar cantando: «Tu Palabra me Da Vida».

La Palabra nos dice:

Nuestra vida:
     ¿Está, a veces, dormida en la apatía, en la indiferencia o el descuido?
     ¿Es una vida de futuro, de esperanza activa, de compromiso, construyando el Reino de Dios?
     ¿Qué nos falta?
     ¿Está nuestra vida demasiado absorbida por los detalles pequeños y diarios, sin previ-sión de futuro, sin la prudencia de poner en el centro la búsqueda del Reino?
El llamado a la "vigilancia" y de "estar preparados" es un mensaje recurrente en el evangelio.
En el fragmento de hoy es claro. Concretamente en la sociedad de hoy, replegada sobre sí misma, atenta sólo a "disfrutar de la vida",
     ¿Qué puede significar hoy el llamado de Jesús a estar vigilantes y preparados?
     ¿Existen en nuestra comunidad signos de comodidad, rutina, apatía y enfriamiento?
     ¿Cuál es el mensaje del texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga realidad?

A la Palabra le decimos:

Dios Padre de toda la humanidad,
que nos invitas a vivir con intensidad nuestra corta vida,
cuidando siempre que el aceite arda en las lámparas
de nuestros corazones:
ayúdanos a amar a fondo a todo lo que vive y existe,
y a ser dadores de vida y de esperanza.
Esto nosotros te lo pedimos apoyados en Jesús,
tu hijo, hermano nuestro.
 
•    Padre Nuestro, que estás en el cielo…
AMÉN.  

Para vivir la Palabra nos proponemos:
    Contemplar el rostro de Dios encontrado en el texto, volver la mirada al mundo y comprometernos con el Reino de Dios y su justicia
    Llevemos una "palabra" del Evangelio de hoy.
    Puede ser un versículo o una frase del texto.
    Tratar de tenerla en cuenta y buscar un momento cada día para recordarla
    y tener un tiempo de oración donde volver a conversarla con el Señor.