Domingo de ramos en la pasión del Señor

Domingo de ramos en la pasión del Señor


PROCESIÓN DE LAS PALMAS     (en el lugar de inicio de la procesión)

Hermanos, nos hemos reunido para iniciar la celebración de la Semana Santa recor-dando aquella entrada de Jesús a Jerusalén.  Hoy, nosotros aclamaremos a Cristo, nuestro Rey y Redentor, igual que los hebreos, con palmas y ramos, símbolo de vida y de victoria; que nuestra alabanza sea una profesión de fe y un compromiso para seguir al Señor en su camino hacia la cruz a través de ella hacia el triunfo definitivo.

EVANGELIO: Lucas 19, 28-40
Que la Palabra que va a ser proclamada nos disponga a celebrar santamente todos los acontecimientos que vamos a celebrar estos días. .

BENDICIÓN DE RAMOS: Ha llegado el momento de la bendición de las palmas y ramos para conmemorar la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén. Levantemos nuestras palmas y escuchemos atentamente la oración del sacerdote.

PROCESIÓN: Iniciaremos nuestra procesión acompañando a Jesús en su caminar, Que esta procesión nos haga comprender lo que debe ser nuestra vida de bautiza-dos; aclamar al Señor nuestro Salvador, por una vida dedicada a su servicio, siguién-dolo fielmente, paso a paso.

(EN EL TEMPLO)


 Bienvenidos a esta celebración con la que iniciamos la Semana Santa. El Domingo de Ramos, recordamos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén; hoy todos le acla-mamos, porque creemos en Él, porque queremos seguirle en estos días santos, por-que estamos convencidos de que su pasión, muerte y resurrección nos abre también a nosotros las puertas de la vida.

MONICIONES A LAS LECTURAS
 OPCIÓN 1: MONICIÓN ÚNICA PARA TODAS LAS LECTURAS


Las lecturas de este domingo abren la Semana.  El Siervo de Yahvé, del que habla Isaías, sufre pero muestra una confianza inmensa en medio de su dolor. El salmista, en un momento de dificultad presente, recuerda la acción salvadora de Dios en el pasado para animar su confianza y esperar la salvación. Esa misma experiencia la resume Pablo en el himno de la carta a los Filipenses: Cristo, que se humilla conti-nuamente desde su condición de Dios hasta una muerte ignominiosa en cruz, es exaltado por Dios como Señor. Este mismo Jesús, Mesías humilde y pacífico, toma posesión de Jerusalén para manifestar su verdadera identidad. Escuchemos.

OPCIÓN 2: MONICIONES PARA CADA LECTURA

PRIMERA LECTURA (Isaías 50, 4-7)
En la memoria de los momentos importantes de la historia de la salvación, llegamos en este domingo a escuchar el tercer «cántico del Siervo del Señor», del «segundo Isaías». Un poema que nosotros vemos cumplido en Jesús de Nazaret. Atentos escu-chemos.

SEGUNDA LECTURA (Filipenses 2, 6-11)

En la segunda lectura de hoy, escucharemos un himno que las primeras comunida-des cristianas entonaban para exaltar al Señor. Escuchemos.

EVANGELIO (Lucas 22, 14—23, 56)
Con el corazón atento dispongámonos a escuchar la proclamación de la Pasión de Cristo, según San Lucas. Acompañemos de corazón estos momentos de Cristo, como ver-daderos discípulos suyos.

ORACIÓN DE LOS FIELES
Guia: Repetimos después de cada petición: POR LA PASIÓN DE TU HIJO, ESCÚ-CHANOS SEÑOR

    Por la Iglesia, que viviendo en la e del Misterio de la Pasión, recoja del áebol de la cruz, el fruto de la esperanza, roguemos al Señor
    Por los que gobiernan las naciones, para que se esmeren en construir pueblos donde reine la imparcialidad y la justicia, roguemos al Señor.
    Por los enfermos, los moribundos y todos los que sufren; para que, uniendo su dolor al de Cristo, tengan la firme esperanza de participar con él en su gloria, roguemos al Señor.
    Por todos los cristianos, para que el Señor, que recibió en su reino al ladrón arrepentido, se apiade de nosotros, nos dé sentimientos de contrición y nos admita, después de la muerte, en su paraíso, roguemos al Señor.
     Por los no creyentes, para que como el centurión al pie de la cruz, vean en la muerte redentora de Cristo el signo indiscutible de la gloria divina, roguemos al Señor.
    Por nosotros, que hemos seguido los pasos de Jesús en esta cuaresma, para que seamos capaces de morir con Él, para resucitar con Él, roguemos al Se-ñor.
   
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Con las ofrendas de Pan y Vino, presentemos al Señor también nuestros sacrificios personales para colaborar con Cristo en la salvación del mundo. Cantamos

COMUNION
Nos acercamos a recibir a Jesús sacramentado para fortalecernos, para caminar co-mo testigos del Reino de Dios en el mundo. Cantamos.

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.Amén.

DESPEDIDA
Con esta celebración hemos inaugurado la semana más importante del año cristiano: la Semana Santa, la Semana Mayor, que culminará con la celebración de la Pascua.
Estas palmas y estos ramos que llevamos serán para nosotros la señal del combate victorioso de Cristo, nuestro Señor.