31º semana durante el año
Noviembre Intención del santo Padre
Recemos para que las personas que sufren de depresión o agotamiento extremo,
reciban apoyo de todos y una luz que los abra a la vida.
Lunes 1º noviembre TODOS de LOS SANTOS. (S)
Jornada nacional de oración por la santificación del pueblo argentino y la glorificación de sus siervos de Dios
Hoy celebramos en una sola fiesta los méritos de todos los Santos. Jesús proclama las bienaventuranzas. A medida que las va desgranando, una a una va dibujando su propio rostro de Hijo. Y nos dice a cada uno: ‘dichosos ustedes…’
Hoy celebramos, de manera especial, a aquellos hombres y mujeres que, sin haber sido canonizados, sin embargo, han vivido a fondo el mensaje del Evangelio. Son los ‘de la puerta de al lado’ de los que habla el Papa Francisco. Son esos hombres y mujeres que han sabido ser pobres, trabajar por la justicia y actuar como mensajeros de paz. Ellos son el mejor mensaje de Dios para el mundo. Sus vidas transfiguradas son el sello de la bondad de Dios, que sostiene y cuida el mundo. ¿Y si nos animamos a ser uno de ellos?
Martes 2 de noviembre Conmemoración de todos los fieles difuntos
Hoy se puede ganar la indulgencia plenaria aplicable a los fieles difuntos
Lucas 24,1-8: ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí. Ha resucitado
Ayer todos los Santo, hoy todos los fieles difuntos. En realidad una sola fiesta en dos tiempos distintos, pero seguidos, uno al lado del otro. Ambas celebraciones nos permiten celebrar la gloria de Dios manifestada en Jesucristo. Nos hablan de la meta final de nuestras vidas: la comunión con el Dios amor en la bienaventuranza del cielo. Estar con María, con todos los Santos y con nuestros seres queridos difuntos en el cielo y compartir con ellos el rostro luminoso de Cristo. Que este sea hoy nuestro más piadoso deseo. Y que anime también nuestra oración y la visita que podamos hacer a nuestros campos de paz.
Miércoles 3 de noviembre
Lucas 14,25-33: “Junto con Jesús iba un gran gentío, y él, dándose vuelta, les dijo: … cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
Jesús está acompañado por mucha gente, que asombrados y maravillados por el poder de su Palabra y de sus milagros, lo siguen por el camino queriendo estar cerca suyo. Jesús sin demasiadas vueltas, dirigiéndose a ellos les manifiesta con mucha claridad quién no puede ser su discípulo: * quién no está dispuesto a renunciar a su padre, hermanos, a sí mismo. * Quién no carga con su cruz * Quién no renuncia a todo lo que tiene. Esto es lo que tiene que calcular, quien quiere ser su discípulo, si está dispuesto a renunciar a todo, dejar todo por seguirlo. Somos muchos los que seguimos al Maestro, quienes siendo bautizados formamos parte del pueblo de Dios y me pregunto y te pregunto, ¿estamos dispuestos a desprendernos de todo y cargando sólo nuestra cruz; a seguirlo?
Si, renunciar a todo para seguirlo como discípulos, es la gran apuesta que Jesús nos hace este día y es en ésta respuesta radical, en este darse y entregarse totalmente, donde uno se juega el todo por el todo, donde se vive la plena libertad, la alegría verdadera, el gozo de experimentar que Sólo Dios Basta.
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Jueves 4 de noviembre San Carlos Borromeo (MO)
Lucas 15,1-10: “Les digo que hay más alegría en el cielo, por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”
Un pastor que deja el rebaño para ir a buscar a la oveja perdida. Así es nuestro Dios. Ese Pastor bueno y compasivo, inquieto y buscador, es Jesús. Y lo fue también su fiel servidor, S. Carlos Borromeo. Ganado por el amor del Buen Pastor, Carlos se consagró a pastorear a la Iglesia de Milán, en tiempos difíciles, en los que la misma Iglesia se descubría llamada a una profunda reforma. San Carlos se sintió llamado, él antes de todos, a volver al Evangelio y comenzar una profunda conversión de vida.
De él escribió Gianelli: “A san Carlos no le fue concedido derramar su sangre para confesar a Cristo con el martirio, pero él expuso la vida mil y mil veces, no para defender la fe, sino para confirmarla en sus hijos ya creyentes. La expuso no sólo para la salvación eterna de sus hijos, sino también para su salud temporal: según el Evangelio, esta es la caridad más grande: no hay caridad mayor que ésta.“Carlos fue verdaderamente un Buen Pastor. En él, el pueblo tuvo un buen Padre…”
Viernes 5 de noviembre
Lucas 16,1-8: “Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos, en su trato con los demás, que los hijos de la luz”.
El evangelio de hoy es un poco extraño porque Jesús para, darnos una enseñanza, usa como ejemplo a una persona con mala actitud. Por eso uno queda desconcertado ¿cómo Jesús puede poner de ejemplo a un administrador que recurre a su astucia para arreglarse de tal modo que la gente la reciba cuando lo despidan porque no quiere volver a trabajar?
Sin duda que Jesús no está apoyando y alabando este hecho de injusticia; el trato con el dinero y con las personas son contrarios a la propuesta del Reino. Lo que Jesús nos dice es que miremos la astucia de este hombre, que en este caso la pone al servicio del mal. Jesús nos alienta a que usemos nuestra astucia para hacer el bien, poner todo de nosotros para hacer el bien. Poner nuestras capacidades para instaurar con el Señor el Reino de Dios entre nosotros.
Nunca nos acomodemos al mundo, a la chatura del “Todos lo hacen” “Siempre fue así” “Total quien se va a enterar”. Usemos todos nuestros recursos interiores y exteriores para hacer el bien, poniendo siempre como centro a los demás y no a nosotros mismos.
Sábado 6 de noviembre
Lucas 16,9-15: El que ha sido digno de confianza en cosas sin importancia, será digno de confianza también en las importantes y el que no ha sido honrado en las cosas mínimas, tampoco será honrado en las cosas importantes… Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero". Los fariseos escuchaban todo esto, pero se burlaban de Jesús. El les dijo: "Ustedes aparentan ser gente perfecta, pero Dios conoce los corazones, y lo que los hombres tienen por grande, lo aborrece Dios".
“El que es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho; y el que es deshonesto en lo poco también lo es en lo mucho” De inmediato comprendemos esta declaración de sentido común; pero a menudo no queremos dar la debida importancia a las cosas pequeñas en la formación de nuestros corazones. Los pequeños actos de egoísmo, de poca transparencia, o no tomar en serio nuestra oración, tienen un impacto mayor que lo que queremos admitir, como lo tienen los pequeños actos de amor, cuidado y honestidad.
Puesto que estoy aquí, dándome un tiempo para orar, mi deseo de servir a Dios debería ser un estímulo para mí, tal como es valorado por Dios. Pido que verdaderamente solo sirva a Dios en todo tiempo, incluso si reconozco cómo mi corazón a menudo se escapa en otras direcciones.
Jesús está preocupado por lo que está en el corazón en el tiempo presente; no está preocupado por el pasado. Pido el perdón que necesito para que pueda abrazar la libertad a la cual me invita Jesús.
Domingo 7 de noviembre (32º durante el año)
Marcos 12,31-44: “Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir”.
Terminados los encuentros con los dirigentes, Jesús se sienta ante la Sala del Tesoro.
La multitud, aunque ha quedado impresionada por la enseñanza de Jesús, sigue apoyando al templo con la entrega de las ofrendas y las monedas. Jesús convoca a los discípulos, que no habían comprendido su exigencia de dejar la riqueza, y les enseña a interpretar los hechos: propone la figura de la viuda, asegurando que lo que es menos, vale más. La viuda con su pobreza, deposita con dignidad en la alcancía, sus dos moneditas, eso que era lo único que poseía y que ciertamente le hacía falta para vivir. Ella confía plenamente en la providencia de Dios, lo que se traduce en este gesto de gratuidad total para con los demás. Ella nos enseña que sólo quien es verdaderamente pobre, da todo lo que es y lo que posee, pues sólo el pobre se entrega totalmente a Dios, y vive con gozo la gratuidad del amor, porque no se siente dueño de nada, ni se apega a nada.
Esas dos monedas expresan nuestra pobreza en todas las dimensiones, económicas pero también de posibilidades, morales, espirituales que ofrecidas a Dios que nos descuida nuestra confianza se convierten en algo de gran valor a los ojos de Jesús y como testimonio a los Hermanos.