LECTIO DIVINA - 27º DOMINGO TIEMPO ORDINARIO CICLO C 6 /10

27º   DOMINGO TIEMPO ORDINARIO CICLO C        6 /10

Los discípulos de Jesús se le acercan reconociéndose débiles en la fe. La confesión es ines-perada y sin motivo previo,. Sin sorprenderse ni recriminarlos, Jesús aprovecha la ocasión pa-ra instruirles sobre el enorme poder con que cuenta el hombre que confía en Dios.
Por pequeña que sea, la fe es capaz de realizar lo imposible. Las imágenes que emplea Jesús son fuertes: podría enraizarse en la mar quien basara su existencia en Dios. Con la parábola como comentario, Jesús ayuda a entender en qué consiste la fe que pide de los suyos; no se trata de creer lo nunca visto ni de afirmar lo no experimentado; la fe consiste en mantenerse atentos y obedientes.
La fe que quiere Jesús para los suyos se alimenta del pequeño, pero constante, servicio a Dios. Esa es la fe que Jesús quiere para cuantos le piden que se la aumente. Sabiendo lo que nos pide Jesús, ¿estamos dispuestos a pedirle que aumente nuestra fe?

PASO 1. DISPONERSE             
Antes de leer el texto, pide al Espíritu que te acerque a Jesús.
Tal vez te ayude una imagen de María o una vela encendida.
Cuenta con la ayuda del Espíritu Santo para entrar en la onda del amor de Dios...

ORACION INICIAL

Padre amado, tú que dijiste que
donde hay dos o más personas reunidas
en tu nombre, ahí estás tú,
te pido que te quedes con nosotros reunidos
para poder meditar tu palabra.
Tú eres el que nos guía en el camino,
haz que seamos totalmente dóciles a tus enseñanzas,
Tú eres la vida, haz que nuestros corazones sean la buena tierra
donde la semilla de tu palabra produzca frutos abundantes.
Te lo pedimos Padre, en el nombre de  tu Hijo Jesucristo, amen.

TEXTO BÍBLICO Lc. 17.5-10

“En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor: «Auméntanos la fe.» El Señor contestó: «Si tuvie-ran fe como un granito de mostaza, dirían a ese árbol: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y les obedecería. Supongan que un criado suyo trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de ustedes le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le dirían: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras yo como y bebo, y después comerás y beberás tú"? ¿Tienen que estar agradecidos con el criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo ustedes: Cuando hayan hecho todo lo mandado, digan: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."

PASO 2. LEER             
Ayúdate de las notas y comentarios de tu Biblia para conocer´ mejor qué dice el texto. Mira como Jesús utiliza ejemplos de la vida: mostaza, morera, labradores, siervos...

Los primeros hombres que acompañaron a Jesús sintieron también la necesidad de dirigirle esta súplica: «Auméntanos la fe». Ante la petición de sus apóstoles el Señor les contesta con una imagen. No está hablando Jesús de una fe cuantitativa sino una fe auténtica. Y esta fe puede ocupar el espacio que llena un granito de mostaza.
Viendo el granito de la mostaza (es diminuto) nadie diría que éste puede convertirse en un gran árbol. Así es –debe ser- la fe del creyente: pequeña, sencilla, pero auténtica. Esa fe que es capaz de las proezas más hermosas: dar la vida por los demás, vivir para los demás… No tanto para que nuestra fe crezca en cantidad, sino en autenticidad, le repetimos este domingo –y cada día- esta oración: “Señor, auméntanos la fe“.
La segunda parte del evangelio es otra enseñanza que Jesús dirige a los suyos en el camino hacia Jerusalén. Con esta parábola el Señor quiere mostrarnos como debe ser la actitud que el hombre debe adoptar ante Dios.
Nosotros, cristianos, debemos cumplir nuestras obligaciones para con Dios y para con el prójimo. Y hacerlo de buena gana, con el corazón entero, sin esperar que por ello Dios nos vaya a premiar.
Las últimas palabras de Jesús: “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer“, no las debemos entender en un sentido negativo. No somos unos criados ante Dios, somos sus hijos que hemos recibido mucho amor.
Y por eso tenemos la capacidad de amarle a Él y a nuestros prójimos. Y el amor cuando es auténtico no busca recompensa, ni paga.
Al contrario, el que ama se siente afortunado de poder amar. Desde una lectura de fe es real-mente hermoso hacer cada día nuestra misión y hacerla solamente por amor a Dios. Real-mente somos unos afortunados por poder creer.

MEDITACION 
PASO 3. ESCUCHAR                    
Guarda silencio, cállate, deja hablar al Señor. ¿Cómo te suenan estas imágenes de la fe que usa Jesús? ¿Qué tienen que ver con tu fe?

¿Cómo debe ser nuestra fe? Es la pregunta de los apóstoles y es también la nuestra. La res-puesta es: «una fe enmarcada en el servicio» a Dios y al prójimo. Un servicio humilde, gratuito, generoso, nunca «por la mitad».
El Señor habla de una fe tan fuerte que es capaz de hacer grandes maravillas, pero con una condición: que se introduzca «en el marco del servicio». Un servicio total, como el del «servi-dor que trabajó toda la jornada» y al volver a casa «debe servir al Señor, darle de comer y lue-go descansar».
El servicio que se le pide (al siervo) es «total» porque es el mismo que vivió Jesús: «Él vivió con esa actitud de servicio; Él es el servidor; Él se presenta como el servidor, que vino a servir y no a ser servido».
El cristiano recibe el don de la fe en el bautismo, pero si luego no va por el camino del servicio, se convierte en un cristiano sin fuerza, sin fecundidad, un cristiano para sí mismo, para servirse a sí mismo, para procurar ventajas para sí mismo.
Al decir servicio expresamos dos cosas: servicio a Dios en la adoración, oración y alabanzas, servicio al prójimo y servicio hasta las últimas consecuencias. En esto, Jesús «es fuerte»: Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les haya ordenado, dirán: «somos siervos inútiles». Hay que prestar un «servicio gratuito, sin pedir nada».

PASO 4. ORAR   
¿Esta lectura creyente te hace desear más fe y confianza en el Señor? Cuéntale a Jesús como andas de fe.

Jesús hoy me pides fe, y me dices que la pida, para purificarme más y lo haces a través de tus discípulos que te dicen ¡señor auméntanos la fe!. Las grandes columnas que tú trabajas son la fe y el servicio. Este es tu mensaje. Lo que nos presentas es una gran confianza en ti que está por encima de todos los cálculos humanos y fe racionalista, para fiarme de ti hasta las últimas consecuencias incluso una confianza en lo que a primera vista parece imposible. En cualquier situación Señor aumenta mi fe. Dame una actitud de servicio y de disponibilidad.
Que yo me dé cuenta que no tengo que cambiar la vida, ni las cosas sino llenarlas de ti, lle-narlas de fe. Hombre de poca fe, ¿por qué dudas? le dijiste a Pedro, también esto me lo pue-des decir a mí en el hoy de mi vida. Es la fe que nos hace dar un cambio a nuestra vida. Tam-bién me exiges otra forma de vivir la fe que es el servicio; es tu lógica, que cuando hayamos hecho lo encomendado, somos tus pobres siervos. Enséñame a  hacer las cosas sin notar, sin aparecer; sin buscar recompensa ni reconocimiento.

PASO 5. CONTEMPLAR - VIVIR             
¿Qué semillas de amor al prójimo deja esta lectura en tu corazón? ¿Vives en fe las realidades coti-dianas de tu vida?

En un momento determinado, los discípulos le dicen a Jesús: “Auméntanos la fe”. Sienten que su fe es pequeña y débil. Necesitan confiar más en Dios y creer más en Jesús. No le entien-den muy bien, pero no le discuten. Hacen justamente lo más importante: pedirle ayuda para que haga crecer su fe y su confianza en Él.

VIVAMOS NUESTRO DOMINGO A LO LARGO DE LA SEMANA

    Preséntale hoy  al Señor tu disponibilidad para la misión: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.
    Pídele al Señor que tu fe crezca cada vez más como confianza y abandono en Él.
    Emprende la acción de servir, sin esperar a que te sirvan. Pon en tus labios las expresio-nes del Papa Francisco: Por favor, gracias y perdón.
    Por otro lado ¿te sientes acomplejado ante la tarea que te pide el Señor? Tal vez porque pones en primer lugar tú falta de preparación, tus limitaciones…
    ¿Dónde está tu confianza en el Señor?

 

OCTUBRE es un mes dedicado especialmente a la misión universal. Se ha elegido este mes
como el Mes Misionero, puesto que el descubrimiento de América, abrió las puertas de
la evangelización a una nueva época, en la que cobraría un impulso y una fuerza inusitada,
permitiendo la llegada del Evangelio a una inmensa cantidad de hombres y mujeres que
habitan hoy el suelo americano. El 2º domingo de Octubre se celebra la Jornada Mundial
de las Misiones, popularizada con el nombre de
DOMUND o Domingo Mundial de las Misiones.