GUIONES DE MISAS 24 DE DICIEMBRE NOCHEBUENA Y 25 DE DICIEMBRE

24 DE DICIEMBRE NOCHEBUENA


Queridos hermanos, hemos venido peregrinando a lo largo de estas semanas de Adviento, es-perando el nacimiento del Salvador, y nuestra espera ha llegado a su fin: Jesús  ha nacido y la fiesta de la Navidad nos llena de alegría. Pero es necesario que cada uno de nosotros, encon-tremos el sentido profundo de esta fiesta en nuestras vidas. Que la palabra de Dios que escu-charemos y la Eucaristía que celebraremos, nos ayuden a acoger la venida del Señor en lo pro-fundo de nuestro corazón. Comencemos nuestra celebración cantando

LITURGIA DE LA PALABRA:

OPCION 1: MONICION UNICA PARA LAS LECTURAS

Las lecturas de esta noche nos introducen en el misterio de la Navidad. El recorrido se inicia con el profeta Isaías, que  eleva un canto de esperanza a su pueblo. Y ese canto se hace actual para cada uno de nosotros. La segunda es el testimonio de lo que anunciaban los primeros: Dios cumple su promesa. Por último, el evangelio según san Mateo relata como Dios llega a nuestra historia, en nuestra fragilidad. Acojamos esta palabra en nuestros corazones.

OPCIÓN 2: MONICIONES PARA CADA LECTURA
1ª. LECTURA:  Isaias 62,1-5       
El Profeta eleva un canto de esperanza a su pueblo. Y ese canto se hace actual para cada uno de nosotros.

2ª. LECTURA:   Hechos 13,16-17.22-23
Este pasaje de la Carta a los Hebreos, es el testimonio de lo que anunciaban los primeros cris-tianos: ‘Dios cumple su promesa’. Escuchemos con atención

EVANGELIO:   Mateo 1,1-25
Dios llega a nuestra historia, en nuestra fragilidad y en la disponibilidad de María y José  Acla-memos a Jesús que se hace el Dios-con-nosotros, con nuestro gozoso Aleluya.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

GUÍA: a cada petición respondemos:"POR CRISTO, LUZ DEL MUNDO, ESCÚCHANOS SE-ÑOR"

     Padre: te pedimos por la Iglesia y el Papa Francisco, para que esta Navidad fortalezca ese anuncio gozoso y todos los hombres escuchemos en él a tu Hijo, oremos...
     Padre te pedimos por nuestros obispos y por nuestros sacerdotes, haz que con sus ejemplos podamos construir Iglesias diocesanas en la que todos abramos el corazón pa-ra hospedar a Dios, oremos...
     Padre: que enviaste a Jesús para hacernos hijos tuyos, haz que todos, reconociéndonos como hermanos, podamos construir una patria en la que reine la justicia, la fraternidad y la solidaridad, oremos...
     Padre: que enviaste a tu Hijo a traer la verdadera alegría, haz que esta Navidad, la visita de la Virgen Madre, acompañe y enriquezca a los que están solos, a los que sufren, a los que están necesitados de pan y de amor, oremos...
     Padre: que enviaste a tu Hijo para que fuera la luz del mundo, haz que  en nuestra co-munidad le ofrezcamos la posada de nuestro corazón, y nuestra mesa abunde de hu-mildad, ternura, pobreza y amor, oremos...

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Vamos a presentar ahora, sobre la mesa del altar, el pan y el vino que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre del Señor, y que deben ser un verdadero signo del ofrecimiento de nuestras propias vidas, para que en ellas, y a partir de este día, nazca realmente el Salvador. Cantamos

COMUNIÓN:
Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado: es el Príncipe de la Paz, que ahora se nos ofre-ce sacramentado para que también nosotros recibamos la luz que nos conduce hacia la Gloria de Dios. Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Que hoy Jesús, en los brazos de María y bajo la mirada serena de José, nos haga renacer en nuestra fe. Nos haga conmover ante este Misterio y nos transforme en portadores de verdad, de bondad, de solidaridad y de perdón. ¡Feliz Navidad!
Nos despedimos cantando...
 




25 DE DICIEMBRE  NATIVIDAD DEL SEÑOR


Queridos hermanos, hemos venido peregrinando a lo largo de estas semanas de Adviento, en la espera del nacimiento del Salvador, y nuestra espera ha llegado a su fin: nuestro Salvador ha nacido y la fiesta de la Navidad nos llena de alegría, porque "con la encarnación del Verbo, el Creador ha sellado con los hombres un pacto de alianza eterna."
La Navidad no es un simple hecho histórico, sino algo que se prolonga hasta el final de la histo-ria, signo de nuestro misterioso renacer a la vida divina; y este nacimiento nos hace hombres nuevos, que debemos sentir, pensar, amar y obrar de manera nueva. Dios, viene hasta noso-tros, pequeño y en un pesebre, para que comprendamos que, en la pequeñez, está el camino y la puerta para llegar y encontrarse con Él.

LITURGIA DE LA PALABRA:
1ª. LECTURA:        (Is 52, 7-10)        

Escuchemos el grito de júbilo del Profeta porque Dios viene a visitar a su pueblo; porque el Se-ñor viene a visitar a nuestro pueblo.

2ª. LECTURA:     (Hb 1, 1-6)   
Desde tiempos muy antiguos, Dios preparaba su obra salvadora, el momento que hoy celebra-mos: la venida de su Hijo, para darnos a conocer, muy de cerca, quién es Dios.

EVANGELIO:   (Jn 1, 1-18)
San Juan nos hablará de la Luz, de la Vida, de la Gloria y de la Gracia que han entrado en este mundo. Porque el Hijo de Dios ha venido a vivir en medio de nosotros. Cantemos jubilosamente el Aleluya.

ORACIÓN DE LOS FIELES:
GUÍA:  A cada petición responderemos:
"POR CRISTO, LUZ DEL MUNDO, ESCÚCHANOS SEÑOR"

•    Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo al mundo para encarnarse no sólo por nosotros, sino en nosotros, te pedimos por la Iglesia y el Papa Francisco, para que esta Navidad fortalezca ese anuncio gozoso y todos los hombres escuchemos en él a tu Hijo, ore-mos...
•    Padre nuestro, te pedimos por nuestros obispos y por nuestros sacerdotes, haz que con sus ejemplos podamos construir Iglesias diocesanas en las que todos abramos el cora-zón para hospedar a Dios, oremos...
•    Padre lleno de amor, que enviaste a Jesús para hacernos verdaderos hijos tuyos, haz que todos, reconociéndonos como verdaderos hermanos entre nosotros, podamos construir una patria en la que reine la justicia, la fraternidad y la solidaridad, oremos...
•    Padre rico en misericordia, que enviaste a tu Hijo a traer la verdadera alegría, haz que esta Navidad, la visita de la Virgen Madre, acompañe y enriquezca a los que están so-los, a los que sufren, a los que están necesitados de pan y de amor, oremos...
•    Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo para que fuera la luz del mundo, haz que  en nues-tra comunidad le ofrezcamos la posada de nuestro corazón, y nuestra mesa abunde de humildad, ternura, pobreza y amor, oremos…

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Vamos a presentar ahora, sobre la mesa del altar, el pan y el vino que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre del Señor, y que deben ser un verdadero signo del ofrecimiento de nuestras propias vidas, para que en ellas, y a partir de este día, nazca realmente el Salvador.

COMUNIÓN:
Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado: es el Príncipe de la Paz, que ahora se nos ofre-ce sacramentado para que también nosotros recibamos la luz que nos conduce hacia la Gloria de Dios. Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Que hoy Jesús, en los brazos de María y bajo la mirada serena de José, nos haga renacer en nuestra fe. Nos haga conmover ante este Misterio y nos transforme en portadores de verdad, de bondad, de solidaridad y de perdón. ¡Feliz Navidad!  Nos despedimos cantando...