20º Domingo del Tiempo Ordinario - Lectio Divina

 “Ten piedad de mí, Señor, Hijo de David!” Es un grito, una llamada de una fuerza inmensa... Es un gemido que viene como de un abismo sin fondo. Supera en mucho la naturaleza, es el Espíritu Santo mismo que profiere en nosotros este gemido... Pero Jesús dice: “Dios me ha enviado sólo a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.” y “No está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perros.”... No podía poner a prueba a la mujer con más fuerza, ni ahuyentarla con más vehemencia.

¿Qué hizo la mujer rechazada de esta manera? Se dejó decir y se humilló ella misma hasta lo más hondo. Llegó hasta el extremo de la humildad, del abismo. Con todo, mantuvo la confianza y dijo: “Esto es cierto, Señor, pero también los cachorros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.”.

"Mujer, ¡qué grande es tu fe! " Y en ese momento su hija quedó curada.

 

INVOCAMOS AL ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo

llena de alegría y paz mi corazón

y da sabiduría a mi mente

 para poder entender la Palabra de Dios.

Amén.

 

TEXTO A MEDITAR, ORAR Y VIVIR:

 

Evangelio según San Mateo 15, 21-28.

 

Jesús partió de allí y se retiró al país de Tiro y de Sidón. Entonces una mujer cananea, que procedía de esa región, comenzó a gritar: “¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio”. Pero él no le respondió nada. Sus discípulos se acercaron y le pidieron: “Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos”. Jesús respondió: “Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel”. Pero la mujer fue a postrarse ante él y le dijo: “¡Señor, socórreme!”. Jesús le dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los cachorros”. Ella respondió: “¡Y, sin embargo, ¡Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!”. Entonces Jesús le dijo: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!”. Y en ese momento su hija quedó curada.

Lee atentamente el texto varias veces hasta identificar su estructura: personajes, verbos, lugares, relaciones entre ellos y el mensaje central.

 

LECTURA:

 

El relato de la curación realizada por Jesús le sirve a Mateo para mostrar la llegada del Reino y de la salvación a los pueblos paganos. Jesús se retira a territorio pagano es decir al norte de Galilea; pocas veces lo hacía. El evangelista resalta el lugar de procedencia de la mujer cuando dice: una mujer del grupo de los que eran llamados cananeos.

Es importante saber que los cananeos habían sido expulsados por los judíos, quienes decían que estos pervertían al pueblo judío induciéndoles la idolatría, y por eso los judíos les llamaban en forma despectiva perros.

Para Mateo es importante presentar la identidad y la figura de esta mujer; que ya de entrada, en Israel, la mujer estaba marginada de la vida pública: y en este caso era una mujer abandonada (porque no tiene un marido que interceda por su hija y debe hacerlo sola) además es pagana, o sea no pertenencia al Pueblo de Israel; detalles muy significativos en torno al diálogo con Jesús. Por tres veces la mujer solicita la ayuda de Jesús pues le reconoce de palabra como “Hijo de David y como Señor”, y lo adora como Dios. Cosa que no hacían los judíos que no reconocían a Jesús como Señor. Pues bien la única petición de esta mujer es implorar la misericordia de Dios, pidiendo a Jesús insistentemente que sane a su hija. Pero a pesar de las súplicas y posibles llantos de dolor de esta mujer, es la actitud de Jesús que no responde. Sin embargo es la enfermedad de la hija y la imposibilidad de la curación la que llena de coraje a la madre; de no haber sido por la urgencia de un milagro la mujer no hubiera acudido a Jesús ni habría importunado a sus discípulos con sus gritos. La respuesta de Jesús a los discípulos que piden e interceden por la mujer es una negativa pues los elegidos primeros y preferenciales son el Pueblo de Israel.

 

Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?

 

MEDITACIÓN: saca del texto aquello que Dios nos dice a todos y te dice a ti en tu propia realidad.

 

El episodio relata el gran poder de la fe y se encuentra expresado en la confianza que pone una madre en Jesús. surgida de su necesidad y de su sufrimiento. Jesús admira la grandeza de la fe de esta mujer sencilla que, por amor a su hija, no duda en rogarle con insistencia, a pesar de todos los obstáculos y dificultades. Es grande la humildad y desarmante la terquedad de esta cananea. Algo sabía ella sobre Jesús, puesto que lo llama “Hijo de David” y además acude a Él sabiendo que sólo Él le ayudará y le insiste que atienda su petición y no se siente ni ofendida por el diálogo con Jesús ni por su negativa a atenderla, pues ciertamente ella no pertenecía al pueblo de Israel. Por ser tan insistente, Jesús la atiende, pero además la propone como modelo para los creyentes. Fue la insistencia de la mujer la que venció la resistencia de Jesús. Ante semejante fe y tamaña insistencia, Jesús no puede hacer a menos que claudicar, aunque esta fe la descubra en una mujer pagana; y es que Dios claudica siempre, como Jesús aquel día, cuando descubre una fe grande y cuando encuentra tamaña confianza en Él; cuando el creyente se resiste a que Dios le diga no una y otra vez; cuando no se contenta con los silencios de Dios, porque sabe que obtendrá, como la mujer pagana, lo que desea y pide. Porque el creyente sabe que Dios termina por escuchar a quien responde a su indiferencia con una petición renovada. Y es que el verdadero creyente tiene que aprender a resistir el aparente silencio con el que Dios responde a sus oraciones, e insistir en sus peticiones. Y es que la perseverancia y la insistencia en la oración tienen que ser las pruebas más claras de la necesidad que tiene el creyente de Dios y de la confianza total puesta en Él.

 

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

 

ORACIÓN: desde el texto y desde tu vida háblale y respóndele a Dios.

 

Señor Jesús, tu paso por la vida, tu presencia salvadora y tu Palabra me invitan a crecer como creyente. Como esta mujer cananea del evangelio de hoy, me descubro intercediendo por los demás, por los pobres, por los que sufren, por los necesitados, por sus necesidades, por sus sufrimientos, por sus penas, por mi sociedad, por mi familia; creer en Ti es para mí ser insistente en mi petición hecha oración, pues es un bien para ellos, para los demás y me descubro intercesor cuando me confío en tu misericordia, en tu bondad, en tu amor.

Tú me conoces bien y sabes que siendo tu hijo, no he estado en muchas ocasiones, tal vez, a la altura de lo que quieres de mí, pero me siento acogido por tu amor y mi fe en Ti me asegura tu misericordia y eso me hace vivir feliz y agradecido contigo, Señor.

 

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?

 

CONTEMPLACIÓN, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

 

El texto nos habla de la esperanza y perseverancia. A veces en nuestros problemas parece que el Señor nos ignora y sentimos que no somos sus ovejas, más sin embargo siempre hay pruebas por las que hay que pasar, tener esperanza y perseverar, esto siempre nos ayudará a ir forjando y haciendo que nuestra fe sea firme y fuerte en el Señor.

»        ¿Me ha sucedido que a veces en medio de mis problemas estoy como la mujer cananea suplicando, pidiéndole al Señor que me ayude?,

»        ¿He sentido que el Señor como que me ignora y más sin embargo después entiendo que solo deseaba que aprendiera y fortaleciera mi fe?

 

Te invito a ponerte en las manos de Dios y contemplar los momentos en los que Dios ha intervenido en tu vida; los momentos en que te has sentido que Dios no te ha escuchado y por último que recuerdes los momentos en los que has sido más “insistente” en tu oración ante Dios. Y que todo esto sea motivo de oración y contemplación agradecida.

 

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?

 

ACCIÓN ¿A que me comprometo con Dios?

 

Recordar los momentos en que suplicamos y perseveramos, y el Señor permitió que se cumpliera nuestro deseo.

Agradecer todos los regalos que Dios nos hizo en la vida

Compartir nuestra  experiencia de vida

 

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?